Washington, ESTADOS UNIDOS. En un discurso ante la Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP en inglés), el fiscal general Jeff Sessions dijo que la designación oficial de “prioridad” a la lucha contra la Mara Salvatrucha otorga a la fuerza pública “mayores herramientas” en territorio estadounidense para desarticular esta pandilla surgida a finales de la década a finales de la década de los setenta en Los Ángeles, con una base social formada mayoritariamente por migrantes salvadoreños.
“Ahora irán tras la MS-13 con renovado vigor y un enfoque más definido”, dijo Sessions a los jefes policiales.
La Fuerza de Tarea contra el Crimen Organizado y las Drogas (en inglés, OCDETF), la coalición de agencias en Estados Unidos que combate el narcotráfico, contará para ello con todas las normativas sobre drogas, porte de armas e impuestos, así como la ley federal contra la extorsión criminal y las organizaciones corruptas (RICO, en inglés).
“Al igual que sacamos a Al Capone de las calles con nuestras leyes tributarias, usaremos todas las leyes que tenemos para sacar la MS-13 de nuestras calles”, enfatizó Sessions.
Al igual que en otros discursos desde su llegada al Departamento de Justicia, Sessions definió la MS-13 como una pandilla “brutal” que en la actualidad tiene su principal base operativa en El Salvador, pero cuyos “tentáculos”, dijo el fiscal general, están en toda América Central, Europa, 40 estados de Estados Unidos e incluso “a metros del Capitolio”.
“Con más de 40,000 miembros en todo el mundo, incluidos 10,000 en Estados Unidos, la MS-13 amenaza la vida y el bienestar de todas las familias en todos los lugares que infesta”, subrayó, considerando “esencial” la colaboración más allá de fronteras.
Con las mismas palabras, el fiscal general estadounidense advirtió el 28 de julio en la capital salvadoreña sobre el peligro que supone la MS-13, hoy integrada por centroamericanos y sus descendientes en Estados Unidos, pero inicialmente formada por salvadoreños, muchos excombatientes de la guerra civil en su país.
El mismo día, pero en una localidad cercana a Nueva York donde la MS-13 ha cometido varios asesinatos, el presidente Trump atribuyó el crecimiento de esta pandilla a la migración desde Centroamérica y pidió a la policía mano dura y más deportaciones de indocumentados. “Son animales”, dijo Trump al describir a la MS-13.
Sus opositores y diferentes organizaciones que trabajan con migrantes, sin embargo, han señalado que el mandatario está usando la MS-13 como excusa para promover su dura política migratoria.
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