El sexo vende, pero solo el sexo femenino.
Las noticias de la “farándula” salvadoreña se ha visto en auge en El Salvador durante los últimos meses. Podemos citar por ejemplo la relación de Pepe Barahona y su novia (sabemos de Pepe y sabemos de la novia de Pepe, aunque no el nombre exacto de ella ); también quiénes tienen las mejores piernas de las mujeres presentadoras de El Salvador ; y, tenemos también noticias sobre qué ha pasado en la vida de las modelos de los programas de televisión de El Salvador.
Desconozco si aquí en El Salvador siguen dando programas como Domingo Para Todos, Viva la Mañana y Trato Hecho y la verdad es que esperaría que no. Estos programas tienen, o tuvieron, en común tres cosas: 1) el conductor principal es un hombre. Siempre es un hombre; 2) existen mujeres como modelos con el fin de atraer al público masculino y las cuales sirven únicamente de estantes de maletines o solo para enfocar cómo bailan mientras van a comerciales; y, 3) llega a un público que desconoce en gran medida sus derechos y luchas sociales reivindicativas.
Las mujeres en la televisión nacional la mayoría del tiempo han estado rezagadas a papeles secundarios y han sido utilizadas como modelos, bailarinas y trofeos sexuales. Veamos Domingo Para Todos con “ El Gordo Max” (acusado en el año 2017 por Remuneración por Actos Sexuales con Menores, pero declarado inocente por el Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador en el mes de diciembre 2017) donde se podía observar a las mujeres siendo un objeto sexual, las cuales tenían el único rol de bailar antes de ir a comerciales. También donde “El Gordo Max” podía declarar en televisión nacional en horario “ para toda la familia” que “Caro tenía fotos chulonas ” (del segundo 0:26 al 0:34).
También hablemos de la ocasión en que Daniel Rucks y Gerardo Parker llegaron a un consenso en Viva la Mañana sobre las decisiones de las mujeres. En un debate con otros dos hombres preguntaban sobre las decisiones de las mujeres: “Cuando te dicen no, ¿es ‘no’ o un ‘puede ser’?” . Está otro programa guiado por Rucks: Trato Hecho. En este programa el trabajo de las mujeres era únicamente sostener maletines o posar al lado de estos , siempre sonrientes y sin hacer nada más. Las mujeres son estantes y nada más.
Las mujeres en la televisión nacional han sido trofeos, objetos sexuales, estantes y objeto de burlas. Todo eso, pero jamás personas sujetas de derechos. Y en los pocos programas que han tenido un papel protagónico, han servido algunas veces para romper estereotipos, pero muchas otras veces para profundizarlos. Y es que los programas donde ellas han tenido un papel protagónico y libre de mensajes machistas y misóginos han sido la excepción a la regla general.
Las notas y programas de entretenimiento en El Salvador rayan de misóginas y machistas. Poseen una única visión: la del androcentrismo patriarcal que se encarga de ver todo desde la visión masculina. Este es solo un reflejo de nuestro entretenimiento nacional, en donde la mujer sirve para placer y gusto del hombre y para nada más.
Las notas periodísticas y programas de entretenimiento no están mal. Podemos leerlas, verlas y disfrutarlas. Lo que se encuentra mal es cuando estas notas y programas ponen en ridículo a la mujer. Cuando le dicen al público que el éxito de una mujer se basa en su matrimonio con un hombre y dejan a un lado su aspecto profesional. Cuando exaltan la maternidad, pero olvidan que ellas también pueden ser profesionales. Cuando la noticia le dedica dos párrafos o una hora sobre el matrimonio de una mujer con un hombre y sus hijos y solo una línea y cinco minutos sobre los logros profesionales de la mujer.
El entretenimiento no está exento de crítica social. El entretenimiento debe ser responsable y tiene el deber social de educar y no de perpetuar estigmas hacia la mujer: ridiculizándola y dañándole sus derechos. La cosificación sexual hacia la mujer en este tipo de notas y programas han ido en aumento, haciendo conteos sobre las mejores piernas, labios y cuerpos de presentadoras salvadoreñas. Son estas prácticas las que se deben eliminar lo más pronto posible.
Finalmente, este tipo de noticias y visión se da a conocer a un gran público salvadoreño. Un público que, tristemente, desconoce todo el sistema androcéntrico patriarcal que existe en los medios de comunicación tradicionales y cuánto daño hace éste a nuestra cultura. Estos actos se van naturalizando a tal punto de defenderse y es por ello que luego existen miles y miles de personas defendiendo a personas que son figuras públicas que han cometido delitos sexuales contra niñas y mujeres. Luego, por ello, existe un machismo exacerbado en las calles, en los lugares de trabajo y en los hogares y cuando aparece alguien denunciando, todos defienden al agresor y no a la víctima.
Existen programas con mayoría femenina, programas liderados por mujeres, pero no suelen dejar de ocupárseles como meros objetos sexuales. No suelen ser calificadas por su profesionalismo, sino por su cuerpo y rostro. La solución no es eliminar los programas, sino las malas prácticas de estos programas. Si queremos eliminar practicas machistas del día a día, también debemos eliminar la cosificación sexual hacia las mujeres de este tipo de programas y notas periodísticas. El machismo, misoginia y la cosificación sexual hacia la mujer ya no debe existir en nuestros medios de comunicación bajo ningún supuesto.
