El Salvador / Cultura

“Los salvadoreños no entienden para qué sirve el patrimonio cultural”

El conquistador Pedro de Alvarado llegó herido a Tacuscalco donde tuvo que modificar su estrategia de guerra. En ese sitio encontró una fiera resistencia. José Heriberto Erquicia, director del Museo Nacional de Antropología, pone en perspectiva la importancia arqueológica e histórica de Tacuscalco, un lugar habitado desde el año mil Antes de Cristo, determinante para entender la historia prehispánica y colonial de El Salvador.


Domingo, 8 de abril de 2018
Carlos Dada

¿Cuál es la importancia de Tacuscalco?

Es un sitio arqueológico e histórico. Tiene una ocupación prehispánica. Por la cerámica que se ha encontrado allí está ocupada por lo menos desde el año 1,000 A.C. Si sumamos esa importancia desde el preclásico temprano, tiene ocupación durante todo el clásico y el posclásico, que son los tres grandes periodos de ocupación en Centroamérica. Es un espacio que sustentó esta ocupación humana por dos mil quinientos años, hasta la Conquista.

¿Qué comprende el sitio?

Hasta antes de los sucesos recientes, el sitio tenía alrededor de unas cuarenta estructuras, de diferentes tamaños y de diferentes épocas. Estamos hablando de un sitio que ha tenido ocupación prehispánica de diversas culturas, de diferentes ocupaciones. Unas majestuosas, otras son casas. El sitio está mencionado desde la segunda mitad del Siglo XIX por varios arqueólogos y luego se ha tenido mención de ellos desde los primeros índices provisionales del registro arqueológico que hacen Jorge Lardé padre y Samuel Lothrope, en los que incluyen a Tacuscalco como un sitio arqueológico pero también histórico.

Heriberto Erquicia, director del Museo Nacional de Antropología, David J. Guzmán (MUNA), durante entrevista ofrecida a El Faro. Erquicia habló de la importancia del sitio arqueológico Tacuscalco, en el municipio de Nahulingo, y que está siendo devastado por la empresa constructora
Heriberto Erquicia, director del Museo Nacional de Antropología, David J. Guzmán (MUNA), durante entrevista ofrecida a El Faro. Erquicia habló de la importancia del sitio arqueológico Tacuscalco, en el municipio de Nahulingo, y que está siendo devastado por la empresa constructora ' Salazar Romero'. Foto de El Faro, por Víctor Peña.

¿Cuál es la parte histórica?

En 1524, con la llegada de Pedro de Alvarado y sus huestes, que incluía a cinco mil o seis mil indígenas tlaxcaltecas y cakchiqueles que lo acompañaron a conquistar Cuscatlán. Eso está en la segunda carta de relación de Pedro de Alvarado, que lo hieren en Acajutla y tiene que formarse una estrategia mejor de guerra, pero lo están esperando en lo que hoy conocemos como Tacuscalco. Pero también está documentado en el lienzo de Tlaxcala. Le llamaban Tlacochcalco. Significa Casa de Armas. Su símbolo significa la arquitectura de talud tablero y tres flechas: Casa de Armas. Tacuscalco es sumamente rico en la historia a partir de la llegada de Pedro de Alvarado y ya en el Siglo XVI forma parte de estos cuatro pueblos que se llaman los Izalcos: Izalco, Caluco, Nahulingo y Tacuscalco. Su importancia es la producción de cacao. Es parte pues, también, de esa historia colonial riquísima.

Fragmento del libro
Fragmento del libro 'Cartas de relación y otros documentos' en el que Pedro de Alvarado narra su paso por Tacuscalco.



La descripción parece la de un sitio verdaderamente importante.

Tacuscalco está catalogado como uno de los sitios más importantes de El Salvador. Pero se ha excavado poquísimo. Lo excavó William Fowler en 1998 con uno de sus proyectos en la zona de Izalco. Entonces solo había una lotificación y lo demás era un sembradío de caña.

Pero si el lugar es tan importante… ¿Por qué no se ha hecho nada en ese lugar? ¿Por qué no se han protegido las estructuras? ¿Por qué no hay un museo? ¿Por qué no hay un parque?

El estado protegió 45 manzanas en su momento. Se han hecho otros sondeos arqueológicos. Al suroeste del sitio yo hice algunas excavaciones y en este siglo Fabio Amador excavó las bases de la iglesia colonial. Tomá en cuenta que ese sitio es privado. No le pertenece al Estado. Desde el Estado solo se hace una declaratoria de protección y se imponen restricciones. Pero no es solo el gobierno central: Las municipalidades tienen mucho que ver en esa protección. Son lugares en los que donde excavás encontrás. Sí se hizo algo: en 1997 se vedaron 45 manzanas. Pero desde el Estado y la sociedad civil hay que estar alertas de cuando suceden estas cosas. Pero en la sociedad en que vivimos el aspecto cultural o patrimonial no es lo primero. No hemos sido educados como para desarrollar ese vínculo con el patrimonio sino hasta que explota la olla.

Hay sitios que estaban también en propiedad privada: Cihuatán, Joya de Cerén…

Sí, se compró.

Y este que es tan importante…

Se ha ido comprando: Tehuacán, Las Marías… si tuviéramos una partida para comprar sitios prehispánicos sería interesante pero la cosa no solo es comprarlo sino ponerlos en valor. Para que un sitio llegue a ser parque es un camino bastante largo que requiere de fondos, de recurso humano…. La carrera de arqueología en este país se abrió hace dos décadas y los primeros arqueólogos se formaron hasta el año dos mil. Esto es muy reciente. Hoy en Secultura hay 15 arqueólogos. En 1997 había un solo arqueólogo para todo El Salvador.

¿Qué encontraste cuando hiciste excavaciones en Tacuscalco?

Documentamos varios entierros en diferentes áreas, encontramos restos de ocho individuos que pertenecen a un periodo entre el 600 y 900 D.C. que es el clásico tardío. Esta zona de enterramiento está cerca del río Ceniza. Hay una creencia en el mundo mesoamericano de que los muertos viajan a través de los ríos hacia el inframundo. Eso puede ser una propuesta. Pero también el estudio tuvo una parte de bioarqueología en la que encontramos que había desgastes dentales, el sexo, cuál era su alimentación etcétera. Lo que siempre hace falta es saber comunicar la ciencia para que trascienda y poner en valor estos sitios.

¿Y han salido piezas importantes de Tacuscalco?

Sí. Hay piezas importantes. Fragmentos de cerámica tipo Lamatepec, en forma de tecomate que es muy temprana. Emulaban lo natural. Pero hay otras. Es un sitio con más de cuarenta estructuras de diferente época, es un lugar con mucha riqueza. Desde uno de esos montículos es donde probablemente Pedro de Alvarado menciona que se para sobre una lomita donde puede ver que los indígenas de Tacuscalco lo están esperando para hacer la guerra. Tacuscalco es un lugar importante para la reconstrucción del rompecabezas de nuestra historia.

Es inevitable visitar el lugar y no tropezarse a cada paso con fragmentos de cerámica…

Es que son 2,500 años de ocupación prehispánica y luego colonial. Cuando excavás encontrás mayólica.

Aclaranos algo: Si en el mapa arqueológico del sitio no está la construcción… ¿Cuál es el problema con la construcción?

El problema es que eso fue lo que se delimitó en 1997 porque eso fue lo que se estaba pidiendo que se delimitara entonces. Lo que sucede con este tipo de sitio es que todo movimiento de tierra o todo proyecto que se lleve a cabo más allá de los límites de esto tendría que haber tenido una excavación arqueológica tal cual. Ni siquiera en Chalchuapa que tiene una ocupación continua hasta el día de hoy. Nadie puede argumentar desconocimiento de la ley de Patrimonio Cultural. ¿Cómo se permite que se construya entonces? Pues ahí es donde las instituciones locales tienen que poner filtros. Hay hallazgos fuera de lo que está resguardado.

¿Por qué no se protegieron?

Porque no se conocía que allí había. La alcaldía de Nahulingo tendría que haber solicitado autorización de la Secretaría de Cultura antes de aprobar la alteración del subsuelo.

Si mañana te dijeran que el gobierno pone a tu disposición todos los recursos necesarios para intervenir en Tacuscalco… ¿qué harías?

Comprar todos esos terrenos y luego hacer sondeos geofísicos en el área y excavaciones puntuales para determinar lo que se pueda. Pero si me dicen que tienen todo el dinero yo diría compremos. No se puede desarrollar un proyecto, como un parque, si no es del Estado. Quizás nosotros tenemos sensibilidad con el patrimonio cultural, pero aquí parece que vale más desarrollar otras cosas que el patrimonio cultural. La sociedad salvadoreña, en general, no entiende para qué sirve eso.

Estampas de los pueblos Tacuscalco e Izalco, en el libros
Estampas de los pueblos Tacuscalco e Izalco, en el libros 'Los tlaxcaltecas en Centro América', durante entrevista a Heriberto Erquicia, director del Museo Nacional de Antropología, David J. Guzmán (MUNA). Erquicia habló de la importancia del sitio arqueológico Tacuscalco, en el municipio de Nahulingo, y que está siendo devastado por la empresa constructora ' Salazar Romero'. Foto de El Faro, por Víctor Peña.

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