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El heredero de los Castro promete continuar con la revolución cubana

Después de casi seis décadas, Cuba inició una nueva era: el octogenario general Raúl Castro entregó la presidencia a Miguel Díaz-Canel. Comprometido con la continuidad de la revolución cubana, Díaz-Canel será el primer líder cubano nacido después de la revolución de 1959 y tendrá que forjar una legitimidad que fue natural en los Castro.


Jueves, 19 de abril de 2018
AFP / El Faro

Raúl Castro celebra junto al recién juramentado presidente Miguel Diaz-Canel. AFP PHOTO / www.cubadebate.cu
Raúl Castro celebra junto al recién juramentado presidente Miguel Diaz-Canel. AFP PHOTO / www.cubadebate.cu

Después de casi seis décadas, Cuba inició una nueva era: el octogenario general Raúl Castro entregó la presidencia a Miguel Díaz-Canel, un civil casi 30 años menor comprometido a dar continuidad al legado de sus antecesores.

El jueves 19, en su primer discurso como gobernante ante la Asamblea Nacional, aseguró que Cuba seguirá siendo 'verdeolivo', apoyándose en los dirigentes históricos y que tendrá en Raúl como guía, en una señal hacia el ala dura revolucionaria, más reacia a sacrificar el legado socialista bajo la espada de las reformas.

'El mandato dado por el pueblo a esta legislatura es dar continuidad a la revolución cubana en un momento histórico crucial, que estará marcado por todo lo que debemos avanzar en la actualización del modelo económico', dijo.

Para el nuevo presidente, su antecesor Raúl Castro, quien permanece como líder del gobernante Partido Comunista, 'encabezara las decisiones de mayor trascendencia'.

El cambio de mando fue sencillo, sin pompas, pero muy aplaudido. Raúl Castro dejó su asiento en la mesa principal del Palacio de las Convenciones de La Habana, el que fue inmediatamente ocupado por Díaz-Canel. Al lado permaneció la silla vacía de Fidel Castro, fallecido en 2016.

Difíciles tareas

El nuevo presidente tendrá que mantener el equilibrio entre la reforma y el respeto a los principios revolucionarios, pero deberá esforzarse por actualizar el modelo económico, un proyecto iniciado por Raúl Castro.

A nivel diplomático, deberá lidiar con el retorno de Washington al lenguaje de la confrontación y el recrudecimiento del bloqueo que Estados Unidos le aplica desde 1962. Este endureció con la llegada de Donald Trump al poder, quien dio marcha atrás al acercamiento de finales de 2014.

Para Díaz-Canel, con la continuidad de la revolución 'será como enfrentaremos las amenazas del poderoso vecino imperialista, aquí no hay espacio para una transición que desconozca o destruya el legado de tantos años de lucha'.

En el plano económico, la tarea más urgente es la unificación de las dos monedas nacionales que circulan en el mercado, además de la eliminación de tasas de cambio preferenciales para empresas estatales -que son la mayoría en la isla-, situación que genera distorsiones en una economía.

Miguel Díaz-Canel durante su primer discurso como presidente de Cuba. AFP PHOTO / www.cubadebate.cu
Miguel Díaz-Canel durante su primer discurso como presidente de Cuba. AFP PHOTO / www.cubadebate.cu

Sucesor ejemplar

Primer vicepresidente desde 2013, este ingeniero electrónico canoso y amante de Los Beatles escaló discretamente en la línea de mando, respetando los caminos establecidos dentro del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único).

Raúl, de 86 años, lo trajo a su lado, le encargó representar al gobierno en visitas oficiales al extranjero y lo preparó para asumir el cargo más importante en la isla, mientras la prensa estatal le iba dando más espacio.

Recordado por ser un dirigente que andaba en short y bicicleta, ha sabido darse una imagen más fresca y moderna, abogando por el desarrollo de internet y de una prensa más crítica. Sin embargo ha sido severo contra los opositores o los diplomáticos propensos a criticar públicamente al gobierno.

A cargo de liderar una transición histórica en un primer mandato de cinco años, será el primer líder cubano nacido después de la revolución de 1959 y tendrá que forjar una legitimidad que fue natural en los Castro.

'Es difícil evaluar la capacidad de Díaz-Canel para ser presidente (...) Viene del sistema pero es la rigidez del sistema el mayor obstáculo para avanzar con los cambios económicos y políticos necesarios' consideró Michael Shifter, presidente del grupo de investigación Diálogo Interamericano, en Washington.

Alto, de cabello cano y con un aire al actor Richard Gere según sus admiradoras cubanas, Díaz-Canel ha ocupado en los últimos 24 años importantes cargos en el PCC y en el gobierno, pero algunos cubanos aseguran no conocerlo.

'De él sé muy poco. Un nuevo presidente que prácticamente no conocemos, a mí me eso llama la atención (me preocupa)', se quejó Raúl Portillo, de 79 años y custodio en una almacén estatal.

Más del 70% de los cubanos nació bajo el gobierno de los hermanos Castro o envejecieron junto con los líderes históricos de la cúpula gobernante. Las comparaciones resultan inevitables.

La camarera Yani Pulido es una de las admiradoras del flamante presidente cubano. 'Me impresiona un poquito por su parecido al actor estadounidense (Gere), pero no tiene el carisma ni la oratoria de Fidel. Si lo comparamos con Fidel, y es difícil no hacerlo, entonces claro que se queda corto', añadió la joven, mientras atendía a sus clientes.

De Díaz-Canel 'solo sé lo que transmite el noticiero de televisión', dijo por su lado Héctor Fuente, de 36 años, conductor de un 'bicitaxi', refiriéndose a las apariciones cada vez más frecuentes de quien hasta ahora había sido primer vicepresidente de Cuba.

En Villa Clara, provincia del centro de la isla donde nació Díaz-Canel y se convirtió primero dirigente de la Unión de Jóvenes Comunistas y luego del PCC, lo recuerdan como un muchacho sencillo y de trato cordial.

Incluso evocan los tiempos difíciles de la crisis económica de los 90 que generó en la isla la caída de la Unión Soviética, en que el ahora presidente solía transitar en bicicleta por las calles de la ciudad, animando no solo la economía sino la cultura.

'Es un dirigente de pueblo. Cuando él dirigió el partido aquí fue sensacional eso, porque ni tenía hora (de finalizar el trabajo) y estaba en todos los lugares', declaró a la AFP el jubilado José González, que vive en Santa Clara, capital de Villa Clara.

Una familia observa la juramentación de Miguel Diaz-Canel como sucesor de Raúl Castro. AFP PHOTO / Yamil LAGE
Una familia observa la juramentación de Miguel Diaz-Canel como sucesor de Raúl Castro. AFP PHOTO / Yamil LAGE

Poder descentralizado

Díaz-Canel recibió el resultado de la votación de la Asamblea Nacional de Cuba a su candidatura única para ser ungido como sucesor de los hermanos Fidel y Raúl Castro.

Con él fueron elegidos también los demás miembros del Consejo de Estado: el primer vicepresidente -el sindicalista afrocubano Salvador Valdés-, cinco vicepresidentes, un secretario y 23 miembros.

Raúl sucedió en el poder a su hermano Fidel en 2006, cuando éste enfermó (murió luego en 2016). Inició una serie de reformas impensadas para su economía de modelo soviético, como la apertura a inversiones extranjeras y a la generación de negocios propios, a la par de un histórico acercamiento con Estados Unidos, su enemigo de la Guerra Fría.

Pero según analistas, los cambios han sido tímidos y no han conseguido reactivar una economía altamente dependiente de las importaciones y de su aliada Venezuela, sumida en una crisis.

Para cuidar de su elegido y guiar su camino, Raúl Castro conservará sus funciones como secretario general del PCC hasta 2021, cuando cumpla 90 años.

Especialistas creen que la nueva configuración del poder cubano estará menos centralizada.

'El modelo de gobierno de los Castro probablemente pasará por una transición generacional y quizás adoptará un estilo de liderazgo más institucional y burocrático que carismático y personal como el que estableció Fidel y reformuló Raúl', consideró Jorge Duany, director del Instituto Cubano de Investigación de la Universidad de Florida.

Tras el triunfo de la revolución en 1959 y desde que Fidel Castro asumió el gobierno en 1976, es la primera vez que un presidente cubano no lleva el apellido Castro, no integra la generación 'histórica', no viste uniforme militar ni es el primer secretario del gobernante Partido Comunista (PCC, único).

Raúl continuará como líder del PCC hasta 2021, lo que para muchos ciudadanos garantiza la continuidad del proyecto socialista y de las reformas económicas que inició el presidente saliente.

La mayor expectativa entre los isleños es que Díaz-Canel logre legitimarse y pueda hacer avanzar la 'actualización' (reforma) del modelo económico socialista, cuya aplicación enfrenta según el propio gobierno 'errores y retrasos'.

En esta imagen de mayo de 2016, Raul Castro conversa con el entonces primer vicepresidente Miguel Diaz-Canel durante una sesión anual del Parlamento cubano. AFP PHOTO /www.cubadebate.cu
En esta imagen de mayo de 2016, Raul Castro conversa con el entonces primer vicepresidente Miguel Diaz-Canel durante una sesión anual del Parlamento cubano. AFP PHOTO /www.cubadebate.cu

 

Los históricos se quedan cinco años más

El equipo que acompaña al nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel (57 años), en el Consejo de Estado revela una lenta retirada de la generación histórica, que sin embargo conserva puestos clave para los próximos cinco años.

El Consejo de Estado está formado por 31 personas: presidente, vicepresidente primero, cinco vicepresidentes, un secretario y 23 miembros, algunos de los cuales lideran importantes organizaciones sociales, culturales o sectores vitales del país.

El nuevo vicepresidente primero, Salvador Valdés, un afrocubano de 72 años, es en términos beisboleros un jugador de todas las bases, algunas de ellas opuestas: máximo líder sindical y ministro del Trabajo.

Fue uno de los anfitriones del presidente norteamericano Barack Obama durante su visita a Cuba en 2016. Fue desde 2008 uno de los cinco vicepresidentes de Raúl Castro y miembro del selecto Buró Político del PCC. Hizo carrera política en las estructuras del partido y la Central de Trabajadores de Cuba en su natal provincia de Camagüey (este).

Aunque sin cargos específicos, permanecerán en el Consejo de Estado los actuales ministros de las Fuerzas Armadas, general Leopoldo Cintra Frías, y de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez. Ambos son miembros del Buró Político del PCC.

Cintra, de 76 años, se incorporó a los 16 a la guerrilla de Castro. Héroe en las guerras de Angola y Etiopía, es muy popular entre los oficiales cubanos por su carácter jovial y sencillez.

Con 60 años cumplidos en enero, nueve de ellos como canciller, Bruno Rodríguez, nacido en México, tiene en su haber dos importantes logros: un acuerdo de cooperación con la Unión Europea y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.

Hombre de ademanes pausados y sólida formación intelectual, evita el protagonismo y es capaz de usar un lenguaje duro pero elegante y mantener la compostura con los enemigos de Cuba. Cumplió misión militar en Angola como oficial.

Permanecerá en el Consejo el Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés (85), como uno de los cinco vicepresidentes.

También permanece el comandante Guillermo García Frías, combatiente de la Sierra Maestra, quien a sus 90 años aún viste el uniforme verdeolivo.

Roberto Morales, 50 años, es el único médico del nuevo equipo de gobierno cubano y se estrena como uno de los cinco vicepresidentes que acompañarán a Díaz-Canel.

Ministro de Salud desde 2016 e integrante del Buró Político del PCC, llegó a la política en su natural Cienfuegos (centro-sur) transitando por las estructuras administrativas de los servicios médicos y del partido. En 2006 se convirtió en primer secretario del PCC de Cienfuegos.

Gladys Bejerano, de 71 años, que se mantiene entre los cinco vicepresidentes, lidera además la Contraloría General, que supervisa los gastos del Estado.

Su permanencia en ambos cargos enfatiza el interés del nuevo gobierno por mantener un estricto control de las finanzas estatales y la lucha contra la corrupción pública.

Con apariencia de abuela venerable, Bejerano y sus colaboradores de la contraloría se convirtieron en el verdadero terror de funcionarios públicos corruptos, a quienes ha enviado a los tribunales.

Lleva tres décadas de vida política dentro de las estructuras del PCC.

Inés María Chapman, 52 años, que preside el el Instituto Nacional de Recursos Hidraúlicos desde 2011, permanece en el Consejo de Estado, ahora ocupando una de las cinco vicepresidencias.

Al frente del instituto desarrolló una reconocida labor en el aprovechamiento de los escasos recursos hídricos de la isla, cuyo déficit afecta duramente a la población y las actividades productivas.

Esta afrocubana, ingeniera hidráulica, hizo estudios de especialización en Holanda e integra el Comité Central del PCC.

También afrocubana, Beatriz Johnson se estrena en el Consejo de Estado en una de las cinco vicepresidencias y con 48 años es la más joven de todos.

Ingeniera química, trabajó durante años en la industria del cemento de Santiago de Cuba, y llegó a dirigir la firma pública Cementos Santiago.

Al momento de su elección en el Consejo de Estado, se desempeñaba como presidenta (gobernadora) de la Asamblea Provincial del Santiago de Cuba.

Además del propio Raúl Castro (86), que deja el Consejo de Estado, su compañero de armas José Ramón Machado Ventura, un histórico de la revolución (88 años) y que era uno de los vicepresidentes también deja ese cuerpo, aunque permanece como segundo hombre del gobernante Partido Comunista (PCC, único).

Asimismo, sorpresivamente dejan el Consejo coetáneos de Díaz-Canel, quienes se esperaba que tuvieran importantes desempeños: Marino Murillo (57), arquitecto de las reformas económicas de Raúl Castro; y Mercedes López Acea (53), la influyente primera secretaria del PCC en La Habana.

Tampoco estarán como miembros el general Álvaro López Miera (74), viceministro y jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, y Adel Yzquierdo (72), un militar retirado y actualmente ministro de Transporte.

En total son 13 quienes integran por primera vez el Consejo de Estado, entre ellos la tricampeona mundial de lanzamiento del martillo Yipsi Moreno, de 37 años.

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