Centroamérica / Política

Estudiantes nicaragüenses buscan apoyos en Arena

Dos dirigentes estudiantiles visitaron recientemente San Salvador para reunirse con diputados areneros y el alcalde capitalino, Ernesto Muyshondt. Su visita sigue a la que hicieron un mes antes a congresistas republicanos anticomunistas en Washington. 


Martes, 10 de julio de 2018
Carlos Dada y Gabriel Labrador

Víctor Cuadras, estudiante nicaragüense que desde el 19 de abril de 2018 ha participado en las protestas contra el Gobierno de Nicaragua, hizo una gira en El Salvador acompañado de otros estudiantes universitarios. Cuadras se reunió con el alcalde de San Salvador y personeros de Arena, lo que le ha valido críticas de la oposición en Nicaragua que lo señalan de seguir una agenda de derechas. Foto: AFP
Víctor Cuadras, estudiante nicaragüense que desde el 19 de abril de 2018 ha participado en las protestas contra el Gobierno de Nicaragua, hizo una gira en El Salvador acompañado de otros estudiantes universitarios. Cuadras se reunió con el alcalde de San Salvador y personeros de Arena, lo que le ha valido críticas de la oposición en Nicaragua que lo señalan de seguir una agenda de derechas. Foto: AFP

El alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, se ha integrado a la nueva galería de fotos con políticos de ultraderecha que un movimiento estudiantil nicaragüense ha comenzado a coleccionar. Durante una breve visita a San Salvador, Zaida Hernández y Víctor Cuadras, dirigentes del Movimiento Universitario 19 de abril, sostuvieron una reunión con el alcalde arenero en busca de apoyos para su agenda, con la que pretenden afrontar la actual crisis política que atraviesa el país.

La reunión la dio a conocer el propio Muyshondt a través de su cuenta de Twitter. Junto a tres fotografías en las que aparece acompañado por los visitantes escribió: “Tuve el gusto de reunirme hoy con líderes universitarios nicaragüenses de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD). Admirado por su valiente lucha por la democracia y la libertad, en contra de la cruel, represiva y asesina dictadura Ortega-Murillo”.

Miembros de la ACJD negaron a este periódico que la visita se hiciera en representación de la Alianza, de la que también forman parte gremiales empresariales, sectores académicos, campesinos y organizaciones de la Sociedad Civil. Y, en condición de anonimato, advirtieron, como ya lo había hecho antes un estudiante de otro grupo que también forma parte de la ACJD, que los viajeros serían amonestados a su regreso “por empañar los objetivos de la alianza y dar argumentos al régimen”. Ortega ha acusado a su oposición de responder a los intereses de la “ultraderecha continental”, compuesta, entre otros, por los políticos que Cuadras y Hernández han visitado en las últimas semanas en Washington y San Salvador.

A principios de junio, en una visita a Washington financiada por la ong Freedom House, Cuadras y Hernández realizaron visitas a tres de los más reconocidos conservadores republicanos en el Congreso de ese país: Ted Cruz, Marco Rubio e Ileana Ros-Lehtinen. Las reuniones fueron ampliamente publicitadas y dieron paso a advertencias contra Nicaragua de parte de los congresistas, reconocidos principalmente por su agenda anticomunista y el impulso de sanciones contra la izquierda latinoamericana. (En las últimas semanas, Rubio incluso se ha unido a la campaña de desprestigio contra la CICIG en Guatemala por afectar los intereses de los tradicionales grupos de la derecha en ese país).

Consultado por El Faro, Cuadras dijo que la reunión con Muyshondt surgió espontáneamente, durante una cena con la diáspora nicaragüense en la que el alcalde les ofreció recibirlos al siguiente día en la sede municipal. 'Fue simplemente porque él quería saber cómo funcionaba la articulación”, dijo. De paso, el estudiante rechazó que las visitas a republicanos conservadores reflejen su agenda: “Niego rotundamente que nuestra agenda sea reunirnos con la ultraderecha continental. Es simplemente que ellos nos han abierto las puertas', dijo. El estudiante aseguró que durante su visita a San Salvador también tocaron las puertas del FMLN pero que nadie los recibió, aunque dice no recordar con quién del FMLN hablaron.

El Movimiento Universitario 19 de abril, que dirigen Hernández y Cuadras, pertenece a la Coalición Universitaria que, junto con otros cuatro grupos estudiantiles, participa en la mesa de diálogo establecida para acordar una salida a la mayor crisis que ha enfrentado el gobierno de Daniel Ortega y que ha producido ya más de 300 muertes, la mayor parte de ellas adjudicadas a las fuerzas estatales o paramilitares. Aunque los demás grupos han expresado ya su malestar contra Hernández y Cuadras por sus inconsultas visitas a los republicanos conservadores, los dirigentes del MU-19 responden que tienen derecho a hablar con quien sea para promover la salida del régimen orteguista.

Los universitarios fueron invitados a El Salvador por la diáspora nicaragüense que comenzó a organizarse por redes sociales a través del movimiento #SOSNicaraguaGlobal. El sábado —un día antes de la llegada de los visitantes— hubo una protesta en el redondel Naciones Unidas, frente al centro comercial Multiplaza, organizada por nicaragüenses que residen en El Salvador. La manifestación formó parte de la llamada “vigilia global”, convocada a través de redes sociales, y que invitaba a jornadas de solidaridad alrededor del mundo.

La responsabilidad sobre la organización del viaje estudiantes nicaragüenses a El Salvador es un asunto opaco. Nadie quiere decir quién organizó la gira ni cómo se coordinaron con Arena.

Una fuente de la diáspora nicaragüense, que pidió el anonimato, asegura que “alguien de la Alianza nos contactó para que organizáramos este viaje, que ellos estaban iniciando una gira por varios países centroamericanos”, aunque se negó a revelar el nombre del organizador, “por cuestiones de seguridad”.

Ni Cuadras ni Hernández quisieron revelar tampoco quién de su grupo, o de sus asesores, hizo las gestiones para su viaje. El Faro intentó hablar con Bosco Noguera, uno de los asesores de los estudiantes que, según la versión de Freedom House, estuvo involucrado en la organización del viaje a Washington, pero no respondió a nuestras solicitudes.

Cuadras y Hernández fueron recibidos en el Aeropuerto Internacional Monseñor Romero por Gustavo Escalante, diputado de Arena por La Libertad. Escalante, de 33 años, ha sido diputado desde 2012, y es yerno de la dirigente del Consejo Ejecutivo Nacional Milagro Navas, quien es también alcaldesa del bastión arenero, Antiguo Cuscatlán.

“Me contactaron directamente los jóvenes universitarios por ser yo un diputado joven. Como me contactaron, me ofrecí a darles transporte y lo que necesitaran”, dijo Escalante a El Faro. Según el diputado, fueron Cuadras y Hernández quienes lo contactaron. Él confirmó que las reuniones que los jóvenes tenían planificadas eran con la diáspora nicaragüense, con la Asociación Nacional de la Empresa Privada (Anep), empresarios, Juventud Republicana Nacionalista, Grupo Parlamentario de Jóvenes de la Asamblea y la Alcaldía de San Salvador.

El miembro de la diáspora nicaragüense que habló con El Faro dijo que ellos desconocían la agenda de los visitantes. Que se limitaron a costear el viaje y hospedaje de ellos para que se reunieran con la colonia nicaragüense en el país. 'Organizamos una cena, que se cobró para costear los gastos. Fue una cena muy emotiva”, dice. Allí, según la fuente, los estudiantes solicitaron el envío de medicamentos para atender a las centenares de personas que han resultado heridas en esta crisis.

En la foto con el alcalde Muyshondt aparece otro joven nicaragüense, llamado Mario Valenti, que no forma parte del grupo universitario. Valenti dice que él se encontraba en San Salvador para asistir a una reunión con la Juventud Republicana Nacionalista, y que aprovecharon para ir a la cena con los estudiantes. “Yo tengo una excelente relación con Arena y ellos me invitaron a venir a El Salvador. Me invitaron a la cena y allí me dijeron mis amigos de Arena que el alcalde estaba dispuesto a recibirnos, a mí y a los muchachos. Yo a ellos ya los conocía, pero no tengo relación con ellos. Yo estaba allí invitado por Arena. Yo me pagué mi viaje. No viajé con los estudiantes y no organicé su agenda. Yo no tengo nada que ver con la Alianza', dice.

En El Salvador, cuyas fuerzas políticas han absorbido también la polarización de la crisis nicaragüense, la Juventud del Frente Farabundo Martí criticó la visita de los universitarios. “Rechazamos la visita de estos jóvenes a nuestro país como un medio de desinformación y articulación con la derecha salvadoreña representada por el partido Arena, dejando clara su posición política”, decía un comunicado difundido en redes sociales el 3 de julio.

El FMLN es uno de los pocos partidos que ha expresado públicamente su apoyo al gobierno nicaragüense encabezado por Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. A pesar de que todas las organizaciones internacionales de Derechos Humanos han denunciado el excesivo uso de la fuerza por parte del gobierno nicaragüense y la protección de grupos paramilitares responsables de muchos de los asesinatos, el gobierno orteguista ha denunciado intentos de golpe de Estado “financiados por Estados Unidos y la oligarquía nicaragüense”.

El Coordinador General del Frente, Medardo González, dijo a finales de junio que su partido se solidarizaba “categóricamente con el gobierno del presidente Ortega” y que la actual crisis respondía a una planificación de “intereses creados” para terminar con el mandato del comandante sandinista.

En Managua, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso nicaragüense, Jacinto Suárez, apuntó a la gira de los estudiantes como prueba de un complot de la derecha continental contra su gobierno. “Hoy es más fácil y más evidente entender la participación norteamericana. En Estados Unidos recibieron con bombo y platillo a unos representantes de los estudiantes, ahora en El Salvador los recibió el alcalde. Es decir, todo ese mundo en el que se han movido es la derecha más recalcitrante en el continente”, dijo Suárez en una entrevista reciente con El Faro .

Los dos grandes partidos políticos de El Salvador, Arena y el FMLN, han dividido históricamente sus apoyos al proceso político en Nicaragua. El FMLN ha sido aliado histórico e incondicional de los sandinistas, que tras el triunfo de la revolución apoyaron militar y políticamente a la guerrilla salvadoreña.

Arena lo ha sido de la oposición: desde los años de las fuerzas contrarrevolucionarias hasta el apoyo abierto a los candidatos del Partido Liberal. Durante los últimos años, sin embargo, las críticas de Arena al proceso nicaragüense habían sido más discretas, lo que coincidió con el acuerdo que Ortega mantuvo con el sector empresarial nicaragüense desde su retorno al poder. Ese acuerdo hoy se ha roto.

*Con reportes de Jimmy Alvarado

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