Internacionales / MIGRACIÓN

Trump separó a niños de sus padres y ahora no encuentra cómo remediar ese error

Las autoridades tienen hasta este mes como máximo para reunir a los niños con sus padres, luego que los separaron en la frontera cuando intentaban cruzar a territorio estadounidense por la vía ilegal. El problema es que las dos instituciones responsables por estos migrantes no tienen claro cuáles menores de edad llegaron con su familia y cuáles llegaron solos. ¿La solución? Pruebas de ADN.


Viernes, 6 de julio de 2018
El Faro | AFP

Este mes, el Gobierno de Donald Trump (Estados Unidos) tiene la obligación de reunir a los casi 3,000 niños que fueron separados de sus padres cuando migraban juntos y llegaron a la frontera con México, por mandato de un juez de distrito. La administración pública ha tenido problemas para volver a juntar a estas familias, porque no recopilaron la información en conjunto y ahora no saben cuáles niños migraron solos y cuáles llegaron con sus parientes.

En un principio, el departamento de Servicios Humanos y de Salud (HHS) calculó que eran 2,047 niños los que debían juntar con sus familiares para cumplir con el mandato judicial, pero después cambiaron el cálculo a “un poco menos que 3,000”, según las declaraciones del titular del HHS, Alex Azar y que retomaron medios como CNN, Huffington Post y Vox. De esos menores de edad, un estimado de 100 tienen menos de cinco años y el plazo de reunificación es más próximo: tanto como los próximos cinco días. Agregó que “'alrededor de 100 tienen edad de menos de cinco años'.

La jueza federal Dana M. Sabraw, de la corte en distrito sur de California, estableció el pasado 26 de junio que el Gobierno debía reunir a los niños mayores de cinco años de edad con sus familiares en 30 días, que vencen el 30 de julio. Los que tienen menos de cinco años de edad debían reencontrarse con sus familia en 15 días, que vencerán el martes 10 de julio. Este viernes, las autoridades tendrán que haber garantizado que los padres detenidos tienen cómo contactar a sus hijos.

Azar aseguró que 'el Departamento de Salud sabe la identidad y la localización de cada menor de edad bajo nuestra custodia' y actúa para proceder a la reunificación familiar 'de la forma más rápida que sea posible', dijo.

'Es necesario ser muy claro sobre esto, porque sabemos dónde está cada niño y sabemos que está siendo bien atendido', aseguró.

Vox, un medio digital estadounidense, advirtió que HHS no tiene manera de saber por su cuenta cuáles de los niños bajo su cuidado tendrían que pasar a la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), donde están los padres. Ahí radica la dificultad para acelerar la reunificación y cumplir con el plazo establecido en la corte.

Por eso es que procederán con el análisis de ADN. El HHS 'está trabajando sin descanso para conectar a menores con parientes verificados (...). También estamos haciendo pruebas de ADN para confirmar parentesco de forma rápida y precisa', dijo Azar. El alto funcionario explicó que la realización de exámenes de ADN obedece a la necesidad de asegurar que los niños y menores de edad sean reunidos con familiares confirmados.

Así, la justificación es que la realización de exámenes de ADN obedece a la necesidad de asegurar que los niños y menores de edad sean reunidos con familiares confirmados, para evitar el riesgo de que alguien mienta con tal de retener a los niños, por ejemplo.

CNN además consignó la perspectiva de una doctora, Alicia Hart, que trabaja para atender emergencias en los centros de detención donde están los niños todavía. “Lamentablemente, no se han mantenido registros”, expresó Hart, citada por la cadena de noticias. “El examen de ADN podría ser la única manera de hacerlo y asegurarnos que los niños regresarán a un hogar seguro”, añadió Hart.

Casi 12,000 niños en manos de HHS

El titular del HHS indicó que, en términos generales, las autoridades estadounidenses tienen actualmente bajo su custodia nada menos que 'unos 11,800' menores de edad.

De ellos, dijo Azar, 'aproximadamente el 80% son adolescentes, en su mayoría varones', que ingresaron al territorio estadounidense sin compañía de adultos.

Datos publicados por la Oficina de Protección de las Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) indican que entre octubre 2017 y mayo 2018, aproximadamente 9 de cada 10 grupos familiares que llegaron a la frontera por la vía ilegal provenían del Triángulo Norte de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras.

En tanto Mike Pence, vicepresidente en el Ejecutivo estadounidense, dijo ayer que solo durante 2017, ICE efectuó 33,000 arrestos e incautó 1 millón de libras de narcóticos. Además, detuvieron a 796 miembros de la MS-13 (de 4,000 aprehensiones contra pandilleros).

Pence agregó que ICE rescató a 904 niños que sufrieron explotación y otras 518 víctimas de trata.

“¡Hay que decirles fuera!”

Mientras crece la presión sobre la situación de las familias de migrantes, Trump volvió a la carga en su cuenta personal de Twitter.

'Congreso: ¡Arreglen las demenciales leyes migratorias ahora mismo!', añadió el presidente.

En otro de sus mensajes, Trump apuntó que 'cuando las personas, con niños o sin niños, entran a nuestro país, hay que decirles que se vayan sin que nuestro país tenga que organizar un largo y costoso proceso'.

A esos inmigrantes 'hay que decirles '¡FUERA!' y se tienen que ir, de la misma forma que si estuviesen parados en nuestro jardín', añadió.

A pesar de sus repetidas presiones al Congreso, la Cámara de Representantes no logró ponerse de acuerdo y en junio hizo hundirse sin pena ni gloria un proyecto de ley de reforma migratoria que tenía el apoyo explícito de la Casa Blanca.

Miembros del Grupo Beta recogen datos de los indocumentados que se disponen a cruzar a Estados Unidos por el ejido El Sásabe. Se supone que ese grupo asite a los migrantes. Sin embargo, depende de la institución encargada de
Miembros del Grupo Beta recogen datos de los indocumentados que se disponen a cruzar a Estados Unidos por el ejido El Sásabe. Se supone que ese grupo asite a los migrantes. Sin embargo, depende de la institución encargada de 'cazarlos', el Instituto Nacional de Migración. La red de organizaciones que defiende a los indocumentados en México no confía en esta institución. En este lugar, los Beta están acusados de extorsionar a los centroamericanos y a los conductores de Van, para dejarlos pasar sin denunciarlos. Se trata de un punto conocido como El Tortugo, que da paso a miles de hectáreas de desierto. Los migrantes tardan hasta siete noches de caminata para llegar a algún pueblo donde abastecerse de agua y alimentos para continuar en vehículos su camino hacia diferentes ciudades estadounidenses. Es común ver niños en esa ruta, niños que tendrán que enfrentarse a un desierto donde pueden ocurrir trombas negras, lluvias de arena que asfixian. Altar, Sonora, 2009. Foto: Eduardo Soteras/ RuidoPhoto/El Faro.

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