La mirada de Otto Meza sobre los abusos y las violaciones que cometieron, por lo menos, 300 sacerdotes católicos en Pensilvania (EE. UU.) contra un millar de vícitmas, durante un período estimado en 70 años. Los crímenes ocurrieron al amparo de otros religiosos de alta jerarquía, que se dedicaron a esconder los crímenes y proteger a los pedófilos. Los casos los publicó la Corte Suprema de Pensilvania en un extenso informe y el fiscal general del estado, Josh Shapiro, denunció que algunos casos eran tan antiguos que ya no había manera de convertirlos en una causa penal. También calculan que la lista de víctimas puede ser mucho más amplia.