La tormenta tropical Michael fue una inesperada protagonista del inicio oficial de la campaña presidencial 2019. Los tres principales contendientes: Carlos Calleja, de Arena, Nayib Bukele, de Gana, y, Hugo Martínez, del FMLN, movilizaron a sus estructuras para llevar víveres a las personas afectadas por un temporal que duró entre la noche del viernes 5 y el domingo 7 de octubre. Protección Civil emitió alerta amarilla para 34 municipios, la mayoría de la zona costera, después de lluvias que dejaron hasta 300 milímetros en 72 horas, en el centro de monitoreo del volcán de Conchagua (La Unión).
Calleja y Martínez visitaron lugares afectados por las lluvias y publicaron fotos con capas impermeables y debajo de los aguaceros. Bukele visitó La Unión, el departamento más al oriente de El Salvador, y fue su candidato a vicepresidente, Félix Ulloa, quién entregó algunos de los víveres recolectados. Las tres fórmulas tomaron ventaja de la situación de uno de los países más vulnerables del mundo, un país en el que el 88.7 % del territorio se considera zona de riesgo y hay cuatro millones de personas que viven en lugares con alta susceptibilidad de deslizamientos de tierra, según datos del ministerio de Ambiente.
Calleja, el segundo en las encuestas hasta octubre, fue el primero que movió ficha. A las 5:38 de la tarde del sábado 6 de octubre, comunicó en sus redes sociales que cancelaba su convocatoria para el día siguiente. “He tomado la decisión de suspender el evento de mañana en Izalco para dedicarnos a atender a los salvadoreños afectados por las lluvias”, escribió en su cuenta de Twitter. Cuando Calleja escribió eso, un grupo de trabajadores ya llevaba cuatro horas, frente a la iglesia Dolores en el centro de Izalco, instalando las tarimas para el escenario y el sonido que Arena iba a ocupar al día siguiente. Una hora después, a las 6:30, los trabajadores ya habían empezado a desarmar las estructuras.
La lluvia le permitió a Calleja eludir, de momento, los cuestionamientos por una tradición polémica de su partido: iniciar la campaña en Izalco, lugar de la masacre indígena de 1932. Desde 1982, Arena empezó 18 campañas electorales en Izalco, como símbolo de la “lucha anticomunista”.
Calleja no se había mostrado decidido a continuar con esta tradición. “Lanzaremos la campaña este fin de semana”, dijo Calleja el domingo 30 de septiembre. “El viernes con Democracia Salvadoreña. El sábado con el PDC, y el domingo con Arena en San Salvador. Será algo histórico”, dijo el candidato, nombrando a tres de los cuatro partidos que integran su alianza electoral. En lugar de Izalco, Calleja terminó en el cantón El Brazo (San Miguel), donde repartió víveres junto con su equipo. Algunas de las bolsas de ayuda tenían frases proselitistas para que quedara claro quién era el donante: “Carlos Calleja presidente 2019”.
“Nosotros no vamos a suspender nuestra campaña; vamos a transformar nuestra campaña en una forma de ayudar a nuestros hermanos salvadoreños”, dijo Nayib Bukele, el candidato que inicia la campaña como favorito en las encuestas. Por primera vez desde la firma de los Acuerdos de Paz, un candidato ajeno al FMLN y a ARENA aventaja las encuestas a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales. Aunque Bukele comenzó su carrera política bajo la bandera del FMLN, actualmente compite como candidato de un partido de derecha -GANA- formada por disidentes areneros, cercanos al expresidente Antonio Saca: el primer exmandatario salvadoreño condenado a cárcel por delitos de corrupción.
Tras el anuncio de Calleja, Bukele reconfirmó su evento y no desaprovechó la situación para lanzar un dardo al candidato arenero: “No necesito que me enseñen un mapa para saber donde está La Unión: mi mamá nació en La Unión”, dijo Bukele, ironizando con una foto que publicó Arena en la que Calleja y el presidente de Arena, Mauricio Interiano, examinan un mapa de El Salvador.
Pese al ataque verbal, en esencia, los equipos de Calleja y Bukele tuvieron la misma estrategia: usar a sus estructuras partidarias para entregar víveres a gente necesitada... asegurándose de ser fotografiados haciéndolo. Bukele asistió, según sus propias cuentas, a 2,500 familias. Pero además de la campaña con víveres, se dio un baño de masas. El exalcalde de San Miguel, Wilfredo Salgado, que apenas en julio perdió contra Bukele las elecciones internas de Gana, dio unas palabras de apoyo al candidato ante la concurrencia. Apenas unos meses atrás, Salgado acusó a Bukele de haber hecho trampa en las elecciones internas en las que se consagró como candidato presidencial.
Félix Ulloa, compañero de fórmula de Bukele, dice que reunieron a 30 mil personas en La Unión. Aunque la convocatoria fue masiva, esa cifra parece exagerada. El Faro comprobó cómo el evento llenó al menos cuatro cuadras de la primera calle poniente del municipio de La Unión y convocó a personas que fueron trasladadas desde distintos puntos del país.
El FMLN, partido de gobierno pero tercero en las encuestas, fue el último en adaptar su estrategia de campaña a la emergencia nacional. El Frente no hizo una convocatoria masiva para su inicio de campaña, todavía con el recuerdo fresco de haber hecho una muestra de fuerza abarrotando estadio Cuscatlán hace un mes. Hugo Martínez estuvo en pequeños mítines en Sonsonate, Ahuachapán y San Salvador durante el sábado 6 de octubre. Su agenda para el domingo incluía otros mítines en Sonsonate, pero la lluvia también le hizo modificar los planes.
“Me he comunicado con el ministro de gobernación y me ha reportado que ya están activados los mecanismos de emergencia de protección civil”, escribió Martínez en su cuenta de Twitter, cerca de las 10 de la mañana del 7 de octubre. En la noche del domingo, Martínez publicó un video donde se lo ve saludando a pobladores y a su militancia repartiendo comida en las comunidades de Barra Salada y El Cocal (Sonsonate). Karina Sosa, compañera de fórmula de Martínez, criticó el uso político de la emergencia durante una entrevista con los otros cuatro candidatos a vicepresidente, en Canal 12. “Salir a repartir con colores partidarios no se debe de hacer. No por ser candidato voy a ir y voy a salir apoyando a la gente en este momento”, dijo Sosa, quien sin advertirlo criticó también a su propio candidato.
Repartir víveres o ayuda durante una campaña no es nada nuevo. Sucedió también, por ejemplo, en la campaña presidencial de 2014, que coincidió con la erupción del volcán Chaparrastique, también en la zona oriental. Es irónico: hace solo un par de meses, estos mismos departamentos que ahora se llenan de agua sufrían una larga sequía que causó pérdidas millonarias.
De momento, solo Vamos, el partido más pequeño en la contienda, se quedó sin utilizar la situación climática como forma de proselitismo. Los candidatos Josué Alvarado, un empresario que corrió como candidato a diputado del Partido Demócrata Cristiano (PDC) en 2015, y Roberto Rivera, quien aspiró a una candidatura como diputado independiente este año, inauguraron una casa del partido en Lourdes, Colón. Vamos trata de usar su debilidad -ser un partido desconocido, con candidatos muy poco populares- como fortaleza, ante el desgaste de los partidos tradicionales. En su discurso intenta apropiarse de la lucha anticorrupción y ha prometido informes sobre su financiamiento durante la campaña.
*con reportes de Arysbell Arismendi y Víctor Peña.