Columnas / Política

Los desaciertos de los partidos en campaña

Los partidos, a un mes de campaña, siguen con campañas vacías o sucias, sin propuestas realistas, sin fuentes de financiamiento claras. No hay propuestas de soluciones basadas en costo-beneficio...

Miércoles, 7 de noviembre de 2018
Óscar Picardo Joao

Desde el privilegiado escenario académico observamos el escenario político electoral, y nos preguntamos: ¿Qué posibles errores están cometiendo los partidos políticos? A la luz de las encuestas, también nos cuestionamos: ¿qué demanda la ciudadanía? A continuación, apuntamos para la reflexión sobre las actuaciones –pecados u omisiones- de los partidos y candidatos en contienda.

Los de Arena

Falta de observación geopolítica electoral: Desde la caída de AD y Copey en Venezuela, hasta el ascenso de Macron en Francia (derrocando a Socialistas, conservadores y ultraderechistas) o de Trump en Estados Unidos (voto contra el establishment de Washington), proyecta una realidad innegable: Los partidos políticos viven su peor crisis en la historia contemporánea, la cual ha sido mediada por las tecnologías de la información y las comunicaciones a través de las redes sociales. Los errores de los partidos políticos –su historia, corrupción, personajes, desgaste, etcétera- se redimensionan exponencialmente en las redes sociales.

No acomodar el equipaje ideológico: Mientras canonizan a san Óscar Romero, el presidente de Arena manifiesta sentirse orgulloso del pasado político del partido… En función del primer punto, Arena pudo haber hecho un ejercicio de reacomodo ideológico con sus símbolos, con su historia, con su lastre de errores y corrupción; pudo pedir disculpas y volver a comenzar. Pero no, es más importante su himno anticomunista y la evasión de los errores, que asumir un mea culpa real para recuperar la credibilidad en el marco de un relevo generacional. Si no me creen pregunten a Johnny Wright o a Juan Valiente…

Sobre los candidatos: Carlos Calleja es un joven empresario con buenas credenciales y con un gran potencial que se debió cultivar; pero en este momento no conecta muy bien –hablamos de lo teatral-; no tiene el “garbo demagógico o popular” –en términos romanos- que demandan las campañas tradicionales. Le falta la imagen y la voz, la fuerza de los discursos, ese “algo” que convence. Javier Simán pudo haber sido mejor pieza, o Mauricio Interiano también. Hacer un candidato en pocos meses es una tarea complicada.

Del otro lado, su compañera de fórmula, Carmen Aída Lazo, es una mujer joven con credenciales impecables, para estar… “en el lugar que estaba”, en la academia. Llevarla a la arena política, y a en la forma en la que se le llevó, fue un error. Su candidatura padece además de los mismos síntomas del candidato presidencial: no logra buena conexión.

Asesores peligrosos: En el país hay agencias de harta calidad; traer a los gurús de la sospecha y el rumor para crear una campaña contra los que van arriba en las encuestas es un error. Sea JJ Rendón o Antonio Sola. Esto sin contar el costo de cientos de miles de dólares… creo que hay capacidad local y con mejor contexto.

Los del FMLN

La mejor fórmula en los peores tiempos: Posiblemente esta fórmula, de Hugo y Karina, haya sido la mejor en el desarrollo electoral del FMLN, pero lamentablemente aparece en el peor momento, con el mayor desgaste político en la historia democrática del Frente. Esta circunstancia mantiene al partido con las peores estadísticas electorales de su historia, al filo del 10 %, lo que implica hasta un desconocimiento del voto duro.

Conexiones erróneas: Más allá del típico desgaste electoral de dos periodos de gobierno con limitados aciertos, el FMLN no quiere cortar el cordón umbilical con personajes que le hacen muchísimo daño. Mauricio Funes, por ejemplo. El connotado periodista que con su candidatura llevó a la izquierda al Ejecutivo por primera vez, pero que terminó su mandato señalado por irregularidades, está asilado en Nicaragua mientras en El Salvador se le acusa de corrupción (persecución política, lo llama él). Los 351 millones que se desviaron en su gestión, según la Fiscalía, pesan. Los nuevos ricos aún más.

El cambio que no fue: En 10 años se mantuvieron los principales indicadores socio-económicos estáticos; desde la PAES hasta las tasa de crecimiento económico o la limitada inversión extranjera. SOlo se logró disminuir los homicidios y encarcelar gente. El Salvador es el mismo de 2009; sigue la pobreza, los migrantes, la misma tasa de matrícula de educación media. Todo está intacto. Las grandes obras públicas –bien hechas y con transparencia- solo movieron los problemas de tráfico unos 100 o 200 metros. Se esperaba más del gobierno de izquierda, mucho más.

Lejos de USA, cerca de China: Las decisiones del gobierno en materia de política exterior no han sido las más felices; perdimos el TPS y hasta nos ganamos un embajador de la CIA… Así nos alejamos del histriónico Trump y nos acercamos a la incertidumbre cultural de Xi Jinping. Nadie entiende por qué ni para qué, las asimetrías son más dramáticas. Lo cierto es que hay más conexión migratoria con USA que con China.

Los de Gana y Nuevas Ideas

Entre el acorralamiento y las peores opciones: Nayib Bukele, el mejor de los candidatos en las encuestas serias (por un fenómeno un tanto misterioso), comenzó a ser acorralado y perseguido por la “institucionalidad”. De Nuevas ideas saltó al CD y del CD a GANA; no tuvo paciencia para esperar o no quiso por rebeldía. Las dudas latentes son: ¿Qué gabinete y qué compromisos se puedan desarrollar desde GANA?; ¿qué tan hackeada pueda quedar su independencia y sus Nuevas Ideas con GANA de por medio?; ¿cómo sostener la ética de su candidato a vicepresidente en un escenario tan perplejo?

Viejos partidos, nuevas ideas: Resulta perplejo entender como sobrevive el discurso de Nuevas Ideas (sin ideología), en un partido de viejas ideas y multi-ideológico. Al fin de cuentas, Gana -siendo un partido de “derecha”- siempre ha votado en la Asamblea Legislativa con el FMLN. También resulta complicado armar el rompecabezas de liderazgos internos con figuras de Gana que tienen en su equipaje político un pasado tan histriónico o de derecha.

Nuevas Ideas sin ideología: Al parecer, Nayib Bukele se distancia del concepto de ideología; no sabemos si está cerca o lejos del mercado o del Estado, y tampoco sabemos con quién comulga mejor, si con la izquierda o con la derecha, pues comenzó con el FMLN y terminó en GANA. ¿Está de acuerdo o no con el Imperio Yankee o con la Ruta de la Seda? Tampoco sabemos cómo va a convivir con las iglesias salvadoreñas, que suelen intentar ser correctivos éticos o morales de nuestra sociedad.

¿Cuáles son las Nuevas Ideas? Esta es una pregunta recurrente que no tiene respuesta. Ya intentamos explicar un hipotético escenario de su misión y visión sobre la base de su distanciamiento de los partidos políticos tradicionales. Podríamos interpretar de forma muy débil que las Nuevas Ideas son: no ser como ARENA y como el FMLN, pero nos quedamos muy cortos con esta tesis. También suena a un tema de relevo generacional: los jóvenes de este tiempo no vivieron la Guerra Fría, ni les interesa tanto esto de derechas e izquierdas; están más vinculados emocionalmente a la moda rebelde de Nayib y a su discurso.

Los de VAMOS

Buen slogan, pero… El slogan y las intenciones son de lo mejor: “Un partido sin pasado para el futuro”; la campaña “FRENAR la corrupción” es genial; todo muy conectado con la diáspora, dos outsiders… Sin embargo, el partido es estructuralmente débil en ideas y propuestas. Al momento de escribir este artículo la web (vamos.org.sv) está en construcción en plena campaña, no pude leer casi nada. En el debate de ENADE, Josué Alvarado sugirió hacer bilingüe el sistema educativo sin cifras (y sin maestros). Es posible que tenga futuro… en el futuro.

En todos los partidos hay más de lo mismo

En un mes de campaña electoral, siguen con campañas vacías, sin propuestas realistas, sin fuentes de financiamiento claras; siguen con slogans, con ideas de marketing político y con campañas sucias; siguen sin proponer soluciones basadas en costo-beneficio ni en tasa de retorno a los problemas reales; siguen con cifras maquilladas o inventadas.

Finalmente, les planteo 12 preguntas cuyas respuestas quiere oír la gente:

1. ¿Qué van a hacer para tratar con seriedad el problema de violencia y el de pandillas?

2. ¿Tienen alguna idea concreta con números para mejorar la Policía, la investigación del delito y la situación de las cárceles?

3. ¿Qué piensan diseñar –en materia de oportunidades- para detener la migración y darle más oportunidades a los jóvenes?

4. ¿Con qué política, programa o propuesta van a atraer inversión extranjera?

5. ¿Cómo piensan mejorar la calidad educativa y los resultados de la PAES?

6. ¿Cómo van a dignificar a los docentes salvadoreños?

7. ¿Cómo van a detener la caída de matrícula en tercer ciclo y bachillerato?

8. ¿Cuánto van a invertir en la UES, en qué y de dónde van a salir los fondos?

9. ¿Con qué estrategia mejorarán la proveeduría de medicinas en los hospitales públicos?

10. ¿Tienen alguna idea concreta plausible y viable para comenzar a solucionar el problema de tráfico y del transporte público?

11. ¿Tienen alguna propuesta para mejorar la situación económica del salvadoreño promedio?

12. Sobre reformas fiscales ¿cuáles y cómo?

*Óscar Picardo Joao ( opicardo@asu.edu ) es investigador y especialista en política educativa. Licenciado en Filosofía, con maestrías en Teología y Educación y Doctorado en Didáctica y Organización Escolar. Dirige el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia. Foto El Faro: Víctor Peña
*Óscar Picardo Joao ( [email protected] ) es investigador y especialista en política educativa. Licenciado en Filosofía, con maestrías en Teología y Educación y Doctorado en Didáctica y Organización Escolar. Dirige el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia. Foto El Faro: Víctor Peña

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