Columnas / Política

Los desafíos del Infod: ¿cuánto hemos avanzado en un año?

Más allá de una columna, replantear la formación inicial docente es un reto que debemos tomarnos muy en serio, significa construir los docentes que una educación de calidad demanda y que el desarrollo nacional requiere.

Lunes, 25 de marzo de 2019
Carlos Rodríguez Rivas

Recientemente, en una columna publicada en este mismo espacio, el investigador Oscar Picardo Joao se preguntaba por los resultados, las proyecciones, la naturaleza y el modelo de formación docente del Infod, por lo que agradecemos la oportunidad de informar a la población sobre el estado de la institución.

No quisiera dejar de mencionar que el análisis y cuestionamientos del doctor Picardo sobre el Infod se sustentan fundamentalmente en una lectura del presupuesto de 2018, sin considerar la opinión de los docentes, los especialistas y académicos del Plan Nacional de Formación Docente o los resultados que en varias ocasiones hemos presentado en diferentes espacios públicos, con la participación de docentes universitarios, sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, funcionarios públicos, docentes de centros escolares e incluso estudiantes. Una lectura desatenta deja entredicho nuestra probidad y austeridad; no obstante, como puede constatarse al releer el documento presupuestario con más cuidado, los recursos cuestionados no responden a salarios mensuales sino a montos globales de consultorías, como la de 4 mil dólares para 7 meses de un corrector de estilo.

El presupuesto de 2018 fue ejecutado vía implementadora, para agilizar los procesos administrativos y contar con recursos antes de los desembolsos que realiza el Ministerio de Hacienda (que normalmente se dan bien entrado el año). Esto tiene un costo que varía según implementadora, que podríamos ahorrarnos si tuviéramos una estructura gubernamental moderna y eficiente. No obstante, son mecanismos legales, las instituciones que implementan recursos son aprobadas por la Asamblea Legislativa, son debidamente auditadas, y en muchos casos son IES (Instituciones de Educación Superior) como la Universidad Francisco Gavidia, la Universidad José Matías Delgado o la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.

El presupuesto inicial no da cuenta totalmente de cómo se usaron finalmente todos los recursos. Para tener una imagen completa, deben solicitarse vía OIR, los montos ejecutados, las economías, entre otros documentos que están disponibles de forma transparente y que estamos dispuestos a compartir públicamente. Todo esto debería saberlo muy bien alguien que ha sido consultor para el Ministerio de Educación en repetidas ocasiones, incluso desde los años en que muchas de estas prácticas se instalaron con los gobiernos de Arena.

Al revisar el destino de los fondos se puede constatar que no ejecutamos todo lo destinado al sitio Web, el cual será lanzado públicamente. Lo mismo sucede con la investigación sobre el escalafón docente, para lo cual no logró integrarse un equipo lo suficientemente robusto que generara un resultado superior a los planteados con anterioridad. Asimismo, en infraestructura no solo invertimos en la adecuación del espacio físico que alquilamos para funcionar temporalmente, y donde aún seguimos instalados, sino que además invertimos en los Centros de Formación Docente (CDF) de Santa Tecla, Santa Ana y San Miguel, para contar con espacios dignos de atención a los docentes y para desarrollar actividades formativas en los territorios.

Sin duda, el Infod no puede contentarse con una infraestructura mínima y, peor aún, alquilada. En este sentido, somos conscientes de que el Estado debe destinar más recursos para ampliar los CDF o construir una edificación propia que dignifique al magisterio, pero esto no puede hacerse solo con 1,5 millones de dólares al año. Este presupuesto solo permite contratar un equipo de trabajo y financiar los diferentes proyectos. En materia de infraestructura para la formación docente, sigue estando latente el uso que se dio a Ciudad Normal Alberto Masferrer después de su cierre, y que es un espacio físico que no fue reintegrado tras la firma de la paz.

El Infod no nació prematuro, si con eso quiere decirse que vino al mundo antes de tiempo o de forma apresurada. Dadas las dinámicas de producción de docentes en el país desde 1980, altamente concentradas en unas áreas y sin oferta en otras, es importante que el Estado asumiera por fin su rol de planificador de la formación inicial para evitar los desatinos de un modelo que no responde a las necesidades reales del sistema educativo y que ha sobreproducido más de 35 mil docente que hoy no tienen espacios para ejercer y contar con un trabajo digno. En este sentido nació tarde, porque hemos soportado por más de 30 años un sistema de formación docente que no ha podido resolver los retos y exigencias del desarrollo nacional.

El Infod en tanto instancia planificadora y reguladora de la formación docente se presentó por primera vez a mediados de 2016 al Consejo Nacional de Educación, a través del documento Bases para la Reformulación de la Formación Inicial Docente. Posteriormente, tras las discusiones generadas por los diferentes sectores y ajustes a la propuesta inicial, el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén anunció el 22 de junio de 2017 la creación del Instituto, que fue concebido como una instancia de dinamización del sistema de formación docente, mediante la creación de conocimiento, la evaluación, el desarrollo de procesos formativos de alto nivel y el diálogo permanente con todas las instituciones formadoras.

Simultáneamente, al interior de la Asamblea Legislativa se discutió un proyecto de Instituto, que en efecto enfatizaba al Infod como una IES formadora, y que finalmente se plasmó en un decreto aprobado el 22 de febrero de 2018, donde se limitan las competencias en materia de evaluación, certificación y acreditación y se priorizan las áreas formativas. Sin embargo, nunca hemos abandonado la vocación de discutir públicamente con los diferentes sectores nuestras propuestas. Por ello presentamos al CONED (Consejo Nacional de Educación), a una comisión especial de la UES y al resto de instituciones formadoras un plan de trabajo que establecía una mediación entre los dos modelos, y que planteamos como fase preparatoria para la instalación del Instituto, pues siempre estuvo claro que el Infod no podría sumarse sin más a la lógica del actual sistema. Para impulsar este Plan, se creó la unidad Infod, adscrita al despacho ministerial, y que ejecuta los procesos y todas las acciones preparatorias mientras se instala el Consejo Superior Directivo.

En el Plan de trabajo 2018 se propuso seis líneas estratégicas: la creación de un sistema de formación y certificación de formadores, impulsar el desarrollo curricular para completar una oferta de formación integral, desarrollar procesos de formación para el desarrollo de capacidades nacionales, iniciar una plataforma de investigación educativa, generar espacio de diálogo permanente con los sectores y establecer alianzas estratégicas con instituciones nacionales e internacionales.

En cuanto al Sistema de Formación y Certificación de Formadores nos propusimos atender a un sector del magisterio históricamente desatendido, arrancando con aquellas áreas tradicionalmente deficitarias, como matemática, primera infancia y educación artística, diseñando en primer lugar un proceso de formación de formadores que va por su quinto módulo y que ha atendido a cerca de 190 docentes de todas las instituciones formadoras de docentes. Con esto ensayamos un Infod que acompaña a las IES formadoras, e impactamos en la formación de quienes están atendiendo a los futuros docentes, además de construir planta de formadores en áreas para las que contamos con muy pocos. Este proceso está articulado con la certificación de sus competencias, que es un proceso de evaluación de sus desempeños en base a estándares construidos por expertos y sancionados públicamente. Este sistema busca poner un sello de calidad. En el presente año extenderemos la formación a educación física, ciencias naturales e inglés.

En investigación educativa nos propusimos estudiar a profundidad las dinámicas del sistema e iniciar procesos de formación de capacidades institucionales para la investigación, precisamente para depender cada vez menos de consultores independientes. Arrancamos haciendo un balance de la investigación educativa; estudiamos los perfiles de los formadores de docentes; la lógica de oferta, demanda y capacidad de las IES formadoras; la flexibilización laboral del campo docente y sus salarios, así como un mapeo nacional de artistas con miras a generar procesos de certificación de sus competencias pedagógicas para que puedan convertirse en docentes de educación artística. Este es un legado importante para el Consejo Superior de Directores, que será integrado por el nuevo Gobierno, pues es conocimiento actualizado para la toma de decisiones.

En innovación curricular nos hemos propuesto desarrollar procesos de ciclo completo, como el que estamos realizando en estudios sociales y cívica, que significa armonizar el replanteamiento curricular de los primeros niveles con los programas de formación inicial. Revisamos los fundamentos curriculares, estamos trabajando en matemática, educación básica y primera infancia y definimos el enfoque socioformativo como el modelo que podía sustentar la formación docente. Todo esto con la participación de docentes de todos los territorios, docentes universitarios y sectores de la sociedad civil.

Para estas tareas nos hemos apoyado en académicos y expertos de la educación de las instituciones hermanas de América Latina y del mundo. Con el programa de movilidad académica del Infod invitamos en el 2018 a más de 60 expertos internacionales, los cuales fueron a los territorios y desarrollaron más de 95 acciones formativas con las IES formadoras y nos permitieron atender, con una oferta variada de temas necesarios para refrescar la discusión educativas, a más de 4 mil personas. Asimismo, abrimos relaciones institucionales con universidades e instancias de prestigio como la Universidad de Chile, la Universidad Nacional Autónoma o la Academia de Ciencias de México, por lo cual hemos avanzado en la preparación de al menos siete convenios de cooperación académica y científica.

Estamos claros que la ley de creación del Infod tiene muchas limitaciones, que hemos madurado con los diferentes sectores y que, como planteó FUSADES en 2018, debemos presentar una reforma de ley que ya estamos preparando. El país necesita una instancia que armonice las necesidades del sistema educativo con la oferta de formación inicial docente, y que además gestione procesos de mejora permanente.

Sabemos que hay mucho por hacer y que las reformas legales son necesarias. Vamos a dejar planteada la reglamentación para la elección del Consejo Superior Directivo y simultáneamente presentaremos un pliego de reformas a la Asamblea Legislativa, todo esto con la participación de los sectores y el acompañamiento del Coned. Más allá de una columna, replantear la formación inicial docente es un reto que debemos tomarnos muy en serio, significa construir los docentes que una educación de calidad demanda y que el desarrollo nacional requiere.

 

Carlos Rodríguez Rivas es el coordinador del Instituto Nacional de Formación Docente. Es licenciado en Filosofía con estudios de maestría en Filosofía Iberoamericana. Es coordinador del Centro Nacional de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades (CENICSH). Ha sido formador del Plan Nacional de Formación de Docentes en Servicio del Sector Público (PNFD), y actualmente es coordinador del área de ciencias sociales del PNFD. 
Carlos Rodríguez Rivas es el coordinador del Instituto Nacional de Formación Docente. Es licenciado en Filosofía con estudios de maestría en Filosofía Iberoamericana. Es coordinador del Centro Nacional de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades (CENICSH). Ha sido formador del Plan Nacional de Formación de Docentes en Servicio del Sector Público (PNFD), y actualmente es coordinador del área de ciencias sociales del PNFD. 

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