El Salvador / Política

López Davidson: “Yo no estoy para quedar bien solo con los de Arena”

Gustavo López Davidson dice que de ganar la presidencia de Arena no impondrá una oposición obcecada y ofrece puentes al gobierno de Nayib Bukele. En esta entrevista, el exprecandidato a la presidencia también manda un mensaje a los grandes empresarios detrás del partido y a los diputados cuestionados por apoyar las iniciativas del presidente Bukele. 'Hay personas ahí que no son rescatables', dice. 


Lunes, 5 de agosto de 2019
Gabriel Labrador

Gustavo López Davidson (San Salvador, 1961) es empresario de medicinas y armas y está vinculado a Arena desde su fundación en 1982, pues es una de las mil personas que estampó su firma para respaldar la inscripción del partido. De perfil bajo, y sin excentricidades, es una mezcla extraña entre arenero conservador y de pura cepa y un político que se presenta como un revulsivo que quiere cambiar al partido a costa de poner frenos a las viejas relaciones con los grandes empresarios o a los dogmas de la guerra. “No estoy para quedar bien solo con los de Arena, porque solo con ellos jamás vamos a poder gobernar nuevamente”, dice.

Tras la derrota en las internas de 2018 en las que buscó la candidatura presidencial (López era el tercero para la foto en una contienda protagonizada por Carlos Calleja y Javier Simán), regresa con la intención de dirigir al principal partido de oposición del país. En el equipo que le acompaña destacan políticos vinculados al alcalde capitalino Ernesto Muyshondt: la concejal Mishelle Linares; el director departamental de San Salvador, Erick Contreras, y Marcela Villatoro, diputada por San Salvador que fue parte del equipo de Muyshondt cuando este fue diputado entre 2015 y 2018. En la nómina también lleva a nombres vinculados al diputado Rodrigo Ávila, su amigo y padrino de una de sus hijas. Están Celina de Ávila, la esposa del diputado y exvicepresidenta de Ideología y Mauricio Cuéllar, uno de los asistentes de Ávila en la Asamblea. Consultado por esos acercamientos, López defiende su independencia: “No soy cuota de nadie, y nadie me va a mangonear”, dice.

Gustavo López Davidson, en su oficina, en el pasaje Carolina, de San Salvador, el 25 de julio de 2019. Busca la presidencia del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), una de las instancias de dirección más importantes de Alianza Republicana Nacionalista (Arena). Foto de El Faro/Carlos Barrera.
Gustavo López Davidson, en su oficina, en el pasaje Carolina, de San Salvador, el 25 de julio de 2019. Busca la presidencia del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), una de las instancias de dirección más importantes de Alianza Republicana Nacionalista (Arena). Foto de El Faro/Carlos Barrera.

Esta no es la primera vez que se acerca a un cargo directivo en Arena. En 2003, luego de intentar ganar sin éxito la comuna de Soyapango, el municipio en el que radica uno de sus laboratorios, terminó convertido en director de afiliación y estadística tras la renuncia de la dirigencia de aquel momento, compuesta por grandes empresarios y señalada como “Coena S.A. de C.V.”.

López es un fiel defensor de la empresa privada y de los “principios” de Arena, en los que no cabe la despenalización del aborto, por ejemplo o las traiciones internas. “Hay personas ahí que no son rescatables”, dice, en alusión a los cuatro diputados de la actual legislatura cuestionados por sus posturas a favor del presidente Nayib Bukele.

Despacha en las oficinas de una de sus empresas, ubicadas cerca de la 75 Av. norte y de un redondel donde, en 2009, el entonces alcalde capitalino Norman Quijano erigió un monumento en honor a su madre, Thelma Davidson de López , fundadora de Laboratorios López. Desde hace más de tres décadas ha estado al frente de sus empresas: Laboratorios López S.A. de C.V., López Davidson S.A. de C.V. y Centrum S.A. de C.V. Esta última fue, entre 2006 y 2015, la segunda empresa salvadoreña que más armas de fuego importó al país, según una investigación de El Faro.

Antes de comenzar, se coloca el chaleco tricolor. La camisa que lleva debajo es de un color parecido al cian, emblema del partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele. Cuando en broma se le hace ver la coincidencia, se pone serio: “No, no. No es ese color”. A lo largo de la entrevista, sin embargo, queda claro que López quiere tender muchos puentes con el gobierno central. Dice que no quiere ser una oposición obcecada sino constructiva.

¿Por qué perdió la elección Arena en 2019?
Sencillamente no nos pudimos quitar lo de 'devuelvan lo robado'.

¿Esa frase tiene razón de ser?
Vamos a ver: como Arena, no; como personas individuales, algunos que han sido de Arena, sí. Un ejemplo es el presidente Saca. Él fue expulsado antes de que comenzara cualquier juicio. Lo otro que nos golpeó es un tema de 'los mismos de siempre', los asesores del presidente Bukele lo manejaron adecuadamente.

¿Por qué los dañó?
La mayor parte de nuestros afiliados y voto duro tiene más de 50 años. Nos tenemos que olvidar de la guerra. Deberíamos estar pensando en cómo mejorar la calidad de vida de la gente porque, de verdad, no sé cómo hace la gente para salir adelante con las condiciones actuales.

¿Y no cree que la derrota también se explica porque el partido ignoró las lecciones que dejó la derrota de Norman Quijano en 2014? Hasta hicieron un congreso en el que la militancia dibujó la ruta que el partido debía seguir : cero dedazos, más democracia…
Sin duda, si no hubiésemos ganado. Uno de los principales retos será la actualización real y lograr que cada militante pueda elegir a sus autoridades partidarias libremente, y no porque un director departamental lo diga. Tiene que haber madurez política. Pero en realidad con Norman Quijano nos robaron la elección, el fiscal general de entonces está jalado, y se sabe que estaba en la planilla del gobierno de Mauricio Funes. No quisieron abrir las urnas, estoy seguro que ganamos.

¿Qué hará el partido para enfrentar los cuestionamientos de las personas que recibieron sobresueldos y que nunca lo transparentaron ni lo han admitido?
¿Estamos hablando de que el Ejecutivo daba sobresueldos? Pero Arena dio sobresueldos hace 10 años.

Eso no fue transparente, nunca fue oficial que existieran esos pagos. En Arena hay personas que señalan que los que recibieron sobresueldo deberían apartarse.
El problema principal que ha existido, que no se cómo lo va a manejar este gobierno, es de que los salarios que paga son muy bajos, pero el talento tiene un costo.

¿Hay que transparentarlo?
El problema es que no se pagó impuestos sobre ese dinero. Eso no está bien.

¿Con que los paguen estaría bien?
No sé cómo está ese tema, pero lo que veo es que no se declaró, y todo ingreso debe ser declarado. Pero claro, si era la cuenta secreta, firmaban pero no lo declaraban... e igual pasó con el FMLN. Eso tiene que cambiar.

El partido no ha sido transparente en casos de corrupción, no es cuestión de personas, es cuestión de institucionalidad. En el caso Taiwán: la justicia dice que se les puede exonerar penalmente, pero civilmente tienen que pagar. Entre los responsables se señala también a Arena como institución.
En caso de que yo gane, como representante legal a mí me va a tocar también a la Fiscalía, y si vamos a tener que sudar calentura ajena, porque no tuvimos nada que ver en eso, ni modo, hay que afrontar como institución lo que la justicia de El Salvador determine. Así de fácil. Tuvimos un gran error. El presidente Saca tenía una gran popularidad, y fue presidente de la República y de Arena. No es bueno que alguien tenga tanto poder, eso es antidemocrático, y el partido cometió ese gran error.

Gustavo López Davidson, durante una entrevista a El Faro en las oficinas de Centrum S.A de C.V, empresa farmacéutica de su familia.
Gustavo López Davidson, durante una entrevista a El Faro en las oficinas de Centrum S.A de C.V, empresa farmacéutica de su familia. 'La palabra oposición, créame, no va a estar en nuestra dialéctica ni en nuestra manera de hacer las cosas. Queremos ser un partido contralor, vigilante de la institucionalidad y que haga respetar la República', dice López, a propósito del estilo de oposición que buscará dirigir. Foto de El Faro/Carlos Barrera

Regresemos a su nueva apuesta. ¿Es consciente que este no es el mejor momento para dirigir a Arena? Aparte de una deuda bancaria enorme…
...Ese es sin duda uno de los retos, vamos a tener que cumplir los compromisos adquiridos. Ya tenemos una estrategia de recolección de fondos en El Salvador y otra fuera del país.

¿Buscando a los grandes donantes? ¿Qué tan independiente puede ser Arena si se van por ese camino? Es el gran cuestionamiento de fondo para el partido: su compromiso con los grupos de poder.
Muchos nos critican como si fuéramos el partido de los ricos y la verdad, lo único que puedo decir, es que ojalá, a propósito de los 800 mil votantes que Arena tiene, hubiera 800 mil ricos. Este sería un país muy diferente, pero no es así. Obviamente, existen grandes donantes pero también muchísima gente de a dólar, o voluntarios. Hay empresas salvadoreñas que ya vendieron sus acciones a extranjeros, como los bancos. Es decir, hay un reacomodo.

Los grandes donantes tradicionalmente mandan en Arena. ¿Cuál es la relación usted tendría con ellos? Mauricio Interiano, cuando asumió como presidente en 2016, dijo que el partido debía ser independiente de pequeños grupos económicos y eso como que no se logró. Mire el fracaso del partido.
Si no hay dinero es como no tener energía. Hay diferentes donantes, han sido de tremenda ayuda y se agradece enormemente. ¿Pero por qué ayudan? Para defender la democracia, la libre empresa, la libertad individual, religiosa. Es cierto que van detrás de ciertos intereses pero bueno, son muy pocos ya los quieren ser como Venezuela. Como partido somos esa defensa contra el populismo.

¿Reconoce como error que el partido haga poco para desprenderse de ese mote de que son el partido que defiende intereses corporativos? Mario Valiente, exalcalde de San Salvador y exdiputado, ya fallecido, contó que el propio presidente Armando Calderón Sol le bloqueó proyectos : una gasificadora, un metro elevado, que son proyectos que tocan intereses de grandes empresas.
Sí, ha sido por falta de visión. Y de lo que se trata es de ser un buen nacionalista, un buen salvadoreño. Cuando busqué la candidatura presidencial (2018) propuse el metro elevado y ahora tenemos una gran ventaja, y es que tenemos un Órgano Ejecutivo joven, y hay bastante gente, por lo menos en Arena y en otros partidos, que también es joven. Ellos ven las cosas de otra forma y ese es el punto, actualizarnos.

Okay, pero ¿cree que los grandes empresarios han caído en cuenta de que la voracidad corporativa puede depredar un país? Que los empresarios usen un partido exclusivamente para sus fines corporativos no los hace ser “buenos nacionalistas” porque al final el país entra en crisis: hay transporte público malo, inseguridad. ¿El gran empresariado está consciente de que la voracidad corporativista es cuestionable?
Arena cree firmemente en la libertad empresarial, la libertad individual, y eso es lo que ha prevalecido a nivel mundial. La centralización de una economía en el cual no hay propiedad privada, perdonen, es cosa del pasado y el partido que representa eso vimos cómo perdió más de un millón de votos. Hay que actualizarse o se va a tender a desaparecer. Hay temas como el transporte público donde hay alternativas importantes y hay que tomar al toro por los cuernos. Yo no estoy para quedar bien solo con los de Arena porque solo con ellos jamás vamos a poder gobernar nuevamente el Ejecutivo. Jamás nunca vamos a poder tener la cantidad de diputados que tenemos (37) si insistimos en querer quedar bien internamente, o con algún grupo empresarial.

En el lanzamiento de su candidatura, ¿por qué dijo que no los iban a mangonear?
No me va a mangonear ni el presidente ni donantes, nadie. Si el presidente tiene razón y el equipo también, y si concordamos, démosle viaje. Si, por decir un ejemplo, los grandes donantes tienen algo que es importante y vale la pena porque desarrollará empleo y desarrollo y demás, adelante. El gran donante de nosotros es chiquito comparado con lo que podrá ser donantes no para un partido sino que para una inversión de nuestro país.

¿Fue acuerdo de grandes donantes buscar una planilla unificada?
Desconozco eso. Lo que sí sé es que no he hablado con ninguno de ellos ni los conozco, ni me han llamado, porque no considero que ese es el camino para cambiar la manera en que Arena se ve. A todos los grandes donantes los admiro por lo que a través del tiempo han aportado a nuestro país. Admiro lo altruista que muchos de ellos son, y ojalá fueran 10 veces más grandes para poder generar más empleo y desarrollo.

Pero usted iba a ser el representante de la planilla única.
Se habló de eso pero nunca se ejecutó.

¿Cómo se habló de eso?
Yo porque lo escuché. Lo dijo (el diputado Julio) Fabián en la Asamblea Legislativa. Es más, pasé un tuit donde decía que mejor me retiraba para poder ver y ser institucional, y si el partido buscaba aglutinar todas las tendencias y demás, pues, perfecto. Cuando después vi como que eso no caminaba, dije: 'bueno, me meto'. Reconsidere y comencé a buscar. Con ninguna de estas personas que ahora forman parte del equipo he tenido un desayuno o un almuerzo, tampoco conozco sus casas ni ellos conocen la mía.

¿Por qué no cuajó la posibilidad de la planilla única?
Al partido no le convenía a estar en nada de eso porque entonces ¿para qué elecciones? Queremos demostrar que somos democráticos y una planilla única es como cuando el FMLN decía que quería ser democrático pero la cúpula decía que Gerson Martínez debía ser el candidato a la presidencial.

La planilla que usted maneja tiene vasos comunicantes con el alcalde Ernesto Muyshondt. Están Marcela Villatoro, Erick Contreras, Mishelle Linares... ¿Qué responde a los que creen que usted representa una planilla continuista de Interiano y Muyshondt?
Jamás. No soy cuota de absolutamente nadie. Es primera vez quizás que eso pasa en Arena, pero no soy cuota de nadie que me haya dicho 'mirá, esto y lo otro'. Lo que sí le puedo decir es que estoy muy satisfecho en nuestro equipo. Segundo, le consulté a varias personas para que me recomendaran jóvenes, abogados también jóvenes, preferencia mujeres. De ahí consulté también a Javier Simán y nunca me recomendó a nadie. Le pregunté a Neto Muyshondt y él solo me dijo: 'evaluá por favor y entrevistate con esta cipota que es joven, que es Mishelle Linares'. La verdad del caso es que ella hasta ha hecho funciones de alcalde. Conozco más a Javier Simán que a Neto Muyshondt, y con todos me llevo bien. Personalmente, que alguien crea que se me va a salir del huacal y va a tener una agenda propia seré el primero en decirle, muchísimas gracias, pero hasta aquí. Yo soy al toro por los cuernos, nosotros queremos un partido donde se genere un nuevo futuro para los que creemos en los partidos y valores.

¿Cómo los reclutó?
Al chilazo, basado en sus capacidades. Averigüé aquí y averigüé allá, y entonces armé el equipo, exceptuando una persona, que es un gran amigo mío, que es Rodrigo Ávila. Su esposa Celina tiene una gran experiencia y madurez que vendrá a ayudar.

¿Usted es socio de Rodrigo Ávila?
No, somos cheros. Él es compadre mío, porque es padrino de una de mis hijas desde hace ya bastante años, pero socio jamás.

También hay un empleado de él en la fracción, Mauricio Cuéllar.
Le voy a decir, viera que lo que más nos costó es conseguir mujeres preparadas que cumplieran. No son personas de relleno. Yo he querido tener, dentro de lo posible, una representatividad territorial y de todos los grupos. Que no le vamos a caer bien a todos, no importa, porque eso es así.

Háblenos de su apuesta: ¿Qué Arena se imagina frente a Bukele?
Para comenzar, la palabra oposición, créame, no va a estar en nuestra dialéctica ni en nuestra manera de hacer las cosas. Queremos ser un partido contralor, vigilante de la institucionalidad y que haga respetar la República. El FMLN no pudo romper y violentar los candados que protegen la institucionalidad. El salvadoreño es inteligente y sabe que debe existir un balance entre el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa. De eso estaremos muy pendientes. Pero vamos a trabajar de cerca con el Ejecutivo. Como dicen, platicando la gente se entiende. Quiero un plan de nación donde llamo a los partidos y al Ejecutivo para anunciar obras y su calendario de ejecución. Lo importante es que se sepa el camino para no andar improvisando, porque eso es lo que nos golpea muchísimo.

Por esto que dice, es fácil ubicarlo en la corriente de areneros que creen que hay estar cerca del Gobierno, al contrario de los que dicen que hay que ceder muy poco o nada.
En Arena hay diferentes formas de pensar, pero todos tenemos los mismos principios y valores en común. De eso se trata: si somos defensores de la democracia, de la libertad de expresión, pues habrá unos que piensan que este debe ser el camino y otros que piensan que el camino debe ser otro. Como dirigencia no vamos a escuchar solo a nuestras estructuras para escuchar lo que queremos oír. La democracia es lo que la mayoría quiere.

Pero si la mayoría pide, por ejemplo, el exterminio de la gente en las cárceles. ¿Habrá que hacerlo porque eso es democracia?
¿El exterminio? Tenemos una Constitución que lo prohíbe, aunque estoy seguro que a un montón de gente le gustaría. Ahí entramos ya a un tema de populismo. El populismo ocupa a tontos útiles en un período corto, y después que ya tienen el control del poder, estas personas no tienen la tan preciada libertad. Nosotros estaremos vigilantes; no seremos oposición de oponernos, no es así, sino construir propuestas entre todos, un acuerdo de país.

¿Y cómo piensa convencer al partido de que su postura es la acertada? Al expresidente Interiano se le amotinaron varias veces en la Asamblea. En la bancada 2015-2018, seis diputados siempre mencionaban que era necesario ser más duros como oposición. Desde 2009, Arena no ha logrado consolidarse.
Hay apertura para cualquier tipo de observación. Arena es el vehículo para aspirar a cargos de elección popular, y una vez en el cargo debe haber un respeto para el partido que los llevó. Una de mis cualidades es tener humildad y tener criterio definido, porque no soy sumiso, y sí me gusta tener ese balance. Yo me llevo bien con los que votaron por Javier Simán y con los que votaron por Carlos Calleja. Lo que sucede es que la dirigencia debe estar cerca de los diputados y alcaldes. El respeto lo vamos a ganar por lo que hacemos y no por lo que digamos. Ahora, siempre cuestioné, para ser honesto, que Juan Valiente y Johnny Wright estuvieran en el partido.

Con ellos, ¿los filtros del partido fallaron?
Juan Valiente, ¿qué le puedo decir? Viene de una familia en la cual predominaba una izquierda muy fuerte. Al hermano de él, Mincho Valiente, lo mataron en la guerra, fue profesor mío cuando estudié por un tiempo en el Externado de San José. Igual, de la misma familia no puedo generalizar, pero existe… Se le agradece la franqueza para determinar que no está cómodo en el partido, y que se haya salido. No hay ningún problema, las puertas en Arena están abiertas para la entrada y para la salida.

¿Wright y Valiente nunca casaron con la filosofía del partido?
Exactamente, y por consiguiente, no se sintieron cómodos. No tengo duda de que hay aspectos que tenemos que arreglar y por eso vamos a reunirnos con los diputados y alcaldes que quieran reelegirse para [estudiar] aquellas cosas que se van a ir requiriendo. Tenemos que estar claros de que los tiempos cambian y que tenemos que adaptarnos, pero deben ser cambios en lo que nos sintamos cómodos. A la gente le gusta, normalmente, estar en su área de confort. A mí no me gusta tanto eso porque no hay progreso. Tenemos que salir de lo tradicional en muchos aspectos para progresar.

¿Arena ha manejado bien sus diferencias con los diputados Arturo Magaña, Felissa Cristales, Gustavo Escalante y Milena Mayorga?
El partido, por falta de planificación y por no hacer las cosas a tiempo, cometió errores. Hay diputados que no cumplían los requisitos de militancia que tenían que tener. Y así, ¿cómo va a conectar, pues? La idea de exigir la militancia es para garantizar que sean personas con actividad en el partido y que sepan los principios, y sean conocidos. Entonces buscamos caras bonitas, pero con un efecto feo.

¿Se debe expulsar a estos cuatro diputados después del proceso disciplinario?
El partido tiene estatutos, reglamentos y ahora ellos tienen un debido proceso. Será el tribunal de primera instancia el que determinará el resultado. En el partido debe haber comando, control y disciplina, debemos buscar la madurez para que a pesar de las diferencias sobre algunos temas, si hay algo que esté acorde con nuestros objetivos y principios del partido, y que sea de un bienestar general, entonces, dentro de lo posible, que todos voten igual. Pero si algunos no lo van a hacer, bueno, ¿qué le puedo decir? De mi lado, no es que me voy a molestar. Es mejor entenderlos, no solo criticarlos.

¿La dirigencia se demoró demasiado en presentar su demanda por las presuntas faltas cometidas por estos cuatro diputados?
Sin duda, sin duda, y eso no puede ser. Tenemos que cuidar a la mayoría de los que representamos a Arena. Si hay gente que no se siente cómoda que hagan lo que hicieron Wright y Valiente, no hay ningún inconveniente. Obviamente, creo que hay personas a las que les gusta figurar y llamar la atención, eso demuestra un poco de inseguridad.

¿Estos diputados están respondiendo más al presidente Bukele que a Arena? Bukele está concentrando poder en la Asamblea.
Como Bukele ganó la presidencial de una manera importante, algunos piensan: 'híjole, me podré quedar sin chamba'. Yo solo espero que entre diputados y el gobierno podamos arreglar muchas cosas. Ojalá que el Ejecutivo cuente con nuestro apoyo para poder maximizar los gastos que tiene el Estado.

Noto una contradicción. Por un lado dice que hay que estar abierto a la relación con los partidos políticos, y ayudar al gobierno central; pero también señala que entre los cuatro diputados disidentes hay unos que mejor deberían salirse, cuando lo que ellos plantean es precisamente ese grado de apoyo que deben dar al Ejecutivo.
Hay personas ahí que creo que no son rescatables. Dime con quién andas y te diré quién eres. Las cosas se saben y las sabemos, y siempre de alguna forma ha pasado y no es así, ya hemos tenido casos a nivel histórico con los tránsfugas. Pero ahora no, estos diputados prefieren estar adentro aplicando el principio de la guerra de Sun Tzu: destruir al enemigo desde adentro.

'Muchos nos critican como si fuéramos el partido de los ricos y la verdad, lo único que puedo decir, es que ojalá, a propósito de los 800 mil votantes que Arena tiene, hubiera 800 mil ricos', dice Gustavo López Davidson, empresario y candidato a la presidencia del Coena. Foto tomada el 25 de julio de 2019. Foto de El Faro/Carlos Barrera

Veamos: usted dice que Arena debe actualizarse pero a la vez ya pone límites: los principios que el partido tiene desde hace 38 años.
Vencimos el tema de la izquierda revolucionaria a través del tiempo, ahora ya no existe esa amenaza. Ahora los jóvenes ya no encuentran sentido en la frase de “patria sí, comunismo no”, no les dice nada, no conecta. Mi legado, en caso de ser presidente de Arena, es ser ese comienzo de la transición de las generaciones de la guerra a las generaciones de la posguerra.

Eso pasa por replantear varias posturas tradicionales del partido: en religión, finanzas, temas morales, el rol del Estado. ¿Está pensando en refundar posturas históricas?
No importa quien gane la interna, vamos a sacar un partido fortalecido en el que el tema de la guerra sea cosa del pasado. La guerra no le interesa a la gran mayoría, es un tema que ya no conecta. Arena nace contra la agresión comunista y muchas personas de cierta edad siguen clavadas en esto, pero nuestro partido no es para servir hacia adentro y eso ha sido parte del problema. Nuestro partido es para servirle a la población y para eso tenemos que actualizarnos, no solo en el uso de la tecnología sino en nuestra formación política, para que sea una forma moderna de ejercerla: ya estamos buscando acercamientos con todos los partidos políticos. Mire, yo tengo buenas relaciones con todos: de extrema izquierda y del resto del espectro. Sin ningún problema. Ellos saben cómo pienso, hay cosas que tenemos en común. Siempre he dicho que vamos a apoyar al gobierno del presidente Bukele, quien ganó por una diferencia importante. Ese mensaje lo entendemos y tenemos que apoyarlo en lo positivo para el país, y que sea económicamente factible, pero hay prioridades. Por ejemplo, antes que un aeropuerto, mejor un hospital de niños para el oriente o el occidente del país.

Si no reformulan ciertos postulados, ¿no teme que partidos como Nuestro Tiempo le resten votos a Arena?
No le tengo miedo a Nuestro Tiempo ni a ningún otro partido.

¿Se van a acercar a ellos?
A todos tenemos que acercarnos, es una obligación, es una misión. Por eso le comento que ya estamos buscando reuniones.

Por mencionar apenas un tema: el derecho de la población LGBTI a contraer matrimonio civil. ¿Arena quiere acercarse a reformar sus propias posturas?
No, realmente, nosotros tenemos nuestros principios y valores bien definidos. Eso no quiere decir también que en Arena hay gente que tal vez le gusta gente del mismo sexo y están en algún... Sí, está bien, siempre y cuando sean respetuosos al tema de nuestros principios y demás. Es decir, ya están adentro del partido, no es que estoy diciendo que se abren las puertas. Ha habido a nivel histórico personas trascendentales en el partido, pero una cosa es su vida privada, que eso no nos incumbe, y otra la vida partidista. En algunos temas vamos a estar de acuerdo incluso con el FMLN. Solicité ya una reunión con Óscar Ortiz.

¿No se ha comunicado con el presidente Bukele?
Solamente una vez: una persona cercana a él que la conozco me llamó, que estaba con él, y me lo pasó y solo nos saludamos.

¿Y esa llamada para qué fue?
De un chero mío que estaba con él. En ese momento me dijo: 'Mirá, te voy a pasar al presidente'. Lo que hice fue felicitarlo por el gane, porque fue un par de días después de que ganó. Le dije que le deseaba lo mejor, y en ese momento ni pensaba en estas en las que estoy. Una vez él vino aquí a mi oficina, siendo alcalde de San Salvador, para buscar una colaboración a la alcaldía de Nuevo Cuscatlán. Me acuerdo que le dije que no había problema, pero también le dije que necesitaba una nota para poder darle formalismo a la colaboración. No me acuerdo si eran medicamentos...

¿Fue dinero?
No, no. No damos dinero. Solo a nivel personal al partido. Pero él (Bukele) nunca mandó la nota, por consiguiente, no se le dio la ayuda que pedía. Pero acá, le digo, ha venido Nidia Díaz y se le ha ayudado. Aquí ha venido gente del PCN y de todos lados...

¿No tendrá un conflicto de interés con el gobierno de Bukele cuando participe en licitaciones de venta de medicinas o armas?
Por el contrario, ahora creo que me pueden bloquear para las licitaciones. Todo va a tener un debido proceso, todo tiene que ser con transparencia.

¿Pero si Bukele le pide votos del partido y una de sus empresas compite por una licitación?
Ya nos ha pasado, nos ha pasado con gobiernos anteriores con el tema de los brazaletes y así por el estilo. La verdad del caso, perdone, es que no nos van a mangonear. Es más, si se diera una coyuntura de esas, nunca iría solo a una reunión. Iría a todas las reuniones con la directora de asuntos políticos, Marcela Villatoro, y el vicepresidente de ideología que es Erick Salguero. Ir solo a una reunión de ese tipo no sería cambiar la forma de hacer política.

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