El Salvador / Transparencia

En el comité de ética de la Asamblea cabe hasta Guillermo Gallegos

El principal líder de Gana, que en 2011 se inventó viajes fantasmas a España y Australia, y en 2014 y 2015 votó a favor de asignar $550 mil a una oenegé fantasma de su esposa, integrará el comité que vigilará las actuaciones éticas de los diputados. Lo acompañan Cristina Cornejo, Alejandrina Castro y el veterano Roberto Angulo.


Viernes, 11 de octubre de 2019
Roxana Lazo

El 9 de octubre, a las 6:19 p.m., 34 minutos antes de que culminara la plenaria, el diputado Mario Tenorio, subjefe de fracción de Gana, promovió a su amigo y colega Guillermo Gallegos como uno de los vigilantes de la ética parlamentaria. Minutos más tarde, y con 56 votos, la Asamblea Legislativa 2018-2021 se olvidó de las irregularidades en la carrera política de este diputado y aprobó la moción de Tenorio, que no pudo felicitar a Gallegos porque este ni se encontraba en el Salón Azul. 

La designación de Gallegos al Comité de Ética Parlamentaria, que se supone debe de velar por el buen comportamiento de los legisladores, sorprende precisamente por los actos que ha protagonizado este político en los últimos años. 

Gallegos es el segundo vicepresidente de Junta Directiva, pertenece a cinco comisiones y dentro del partido ocupa el cargo de director de organización y área legal. Inició en el 2000 como diputado propietario bajo la bandera tricolor de la Alianza Republicana; luego, a finales de 2009, fue protagonista en la ruptura de diputados areneros que terminaron como fundadores del partido Gana, el partido que llevó a la presidencia a Nayib Bukele. 

De atrás para adelante, las irregularidades cometidas por el diputado Gallegos aparecen en 2011, cuando cobró al menos $17 000 en viáticos por misiones al a España que nunca realizó. Dos años más tarde sí viajó a España gracias a una invitación firmada por su asesor legislativo;  y luego a Sidney, Australia, gracias a una invitación que no existió. Todo lo anterior, como su actual nominación, fue respaldado por la Asamblea.

En los años 2014 y 2015 participó en la elaboración de los presupuestos de los años 2015 y 2016, desde donde acompañó con su firma y sus votos para que Apdemes, una oenegé fantasma fundada por su esposa, sus amigos y asesores recibiera $550 mil dólares. En 2016, cuando El Faro cuestionó a Gallegos por este conflicto de interés,  el diputado respondió: “No sé. Desconozco de esa asociación. Primera vez que escucho de ella”.

Para el presupuesto de 2016 también favoreció con su firma y voto a otra oenegé fantasma administrada por Ana Dolly Valiente, otra de sus asesoras en la Asamblea Legislativa. 

Guillermo Gallegos ingresa al edificio de la Asamblea Legislativa en su primer día como presidente del órgano legislativo, en cumplimiento a un pacto firmado al inicio de la legislatura 2015-2018 con el FMLN, y en el que ambos partidos se repartieron medio término. Gallegos sustituyó en el cargo a Lorena Peña, y presidió hasta mayo de 2018. Foto: Fred Ramos
Guillermo Gallegos ingresa al edificio de la Asamblea Legislativa en su primer día como presidente del órgano legislativo, en cumplimiento a un pacto firmado al inicio de la legislatura 2015-2018 con el FMLN, y en el que ambos partidos se repartieron medio término. Gallegos sustituyó en el cargo a Lorena Peña, y presidió hasta mayo de 2018. Foto: Fred Ramos

Siempre cuestionado, nunca sancionado

Aunque las irregularidades cometidas por Gallegos en la Asamblea Legislativa constan en documentos oficiales y, en el caso de Apdemes, en dos leyes de la República, el diputado siempre ha salido bien librado de los señalamientos en su contra. En el caso de los viajes fantasmas, la Asamblea nunca sometió el caso a estudio. En el caso de Apdemes, un grupo de ciudadanos interpuso una denuncia al Tribunal de Ética Gubernamental (TEG) “por violación al principio de imparcialidad y beneficio indebido”. 

En un proceso que tardó casi dos años, este tribunal decidió absolver al diputado con un fallo controversial emitido después de que su presidente, Néstor Castaneda, fuera promovido por Gana y Gallegos como candidato a fiscal general de la República. Aunque la ley de ética gubernamental establece que todo funcionario que pueda tener conflicto de intereses debe de excusarse en intervenir; la resolución final concluyó que no le era exigible al diputado Gallegos excusarse de votar para favorecer a Apdemes, según se lee en el escrito de enero de 2019. 

Gallegos también estuvo en la mira de la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia por enriquecimiento ilícito. Sin embargo, Carlos Pineda, jefe de la Sección de Probidad, absolvió a Gallegos y propuso a los magistrados concluir que no había indicios de enriquecimiento ilícito por no justificar $3.2 millones. En el mismo año, para la elección de magistrados a la Sala de lo Constitucional (2018-2027), Gallegos mostró apoyo incondicional en la candidatura de Pineda para que ocupara un puesto en la Sala; sin embargo, Pineda no logró el apoyo del resto de partidos. El caso de Gallegos todavía no ha sido sancionado por la Corte Plena de la CSJ. 

Una Asamblea con amnesia

La nominación de Gallegos ocurre 17 meses después de que el diputado arenero Norman Quijano asumiera la presidencia de la Asamblea, que hasta mayo de 2018 estuvo controlada por Gallegos. El miércoles 9 por la noche, Quijano convocó a la Comisión Política para que se aprobara por dispensa de trámite la creación del Comité de Ética. Lo que no recordó Quijano ni nadie en la Asamblea es que tras su llegada a la presidencial de este órgano, Quijano denunció la existencia de plazas fantasmas con salarios exorbitantes aprobadas por el presidente anterior: Gallegos. Como con los otros casos, la Asamblea ya no ha dicho nada sobre estos señalamientos. 

En la Asamblea, los colegas del diputado padecen de amnesia o evaden responder por este nombramiento. Consultado al respecto, Guadalupe Vásquez, jefe de fracción de Gana, se limita a responder que propusieron a Gallegos “porque tiene menos trabajo que el resto de diputados”, dice Vásquez. 

Nidia Díaz, jefa de fracción del FMLN, aseguró que “no propondría a alguien como Guillermo Gallegos”.  La diputada efemelenista dice que Gallegos no tiene la líneas para pertenecer a una instancia garante del comportamiento de sus compañeros, pero se olvida que fue bajo la conducción de la Asamblea a manos del FMLN que Apdemes obtuvo más de medio millón de fondos públicos y que Gallegos logró presidir la Asamblea entre noviembre de 2016 y mayo de 2018. “Buscamos a alguien que sea destacado su transparencia y por su lucha contra la corrupción, y él ha sido cuestionado”, dice la ahora jefa de fracción del Frente. 

Xenia Hernández, especialista en temas de ética pública y lucha contra la corrupción, asegura que, pese a la demora que tuvo la Asamblea Legislativa, el Comité no cumple con lo que se espera para una instancia que debe de vigilar el comportamiento de los diputados. Además, considera que el haber nombrado a un diputado con el historial de Gallegos es una muestra de “falta de profesionalismo”. Hernández agrega que “los jefes de fracción son cómplices al proponer a un diputado que ha sido cuestionado”. 

Un comité sin dientes

El comité de ética que ahora tendrá la Asamblea Legislativa no es una instancia nueva. Registros de su existencia se remontan hasta el año 2000, cuando aquella Asamblea decidió crear una instancia luego de que el diputado pecenista Francisco Merino baleara, en estado de ebriedad, a una agente de la Policía Nacional Civil.

El trabajo de esta instancia, sin embargo, siempre ha pasado desapercibido.  Según Julio Fabián, subjefe de fracción de Arena, el Comité de Ética hasta la fecha, nunca ha abierto un expediente a un diputado por incumplimiento a la ley. Este año, además,  llega 17 meses tarde. Este diputado dice que se tuvo que haber conformado al inicio de la legislatura, según manda el reglamento. “Es una figura de requisito que lo demanda el reglamento; sin embargo nunca ha emitido sanciones”, dijo Fabián. 

Según el artículo 28 de reglamento interior, al inicio de cada legislatura se debe crear el Comité junto con el protocolo de entendimientos. En teoría, según la ley, los diputados que conformen el comité tienen la tarea de promover el respeto, la observancia y la aplicación  de las normas éticas. 

Los comités de ética anteriores al de la legislatura 2018-2021 también han tenido integrantes con señalamientos de faltas éticas. En 2015, al comité llegó Rodolfo Parker, secretario general del PDC y un político señalado en el informe de la Comisión de la Verdad por el encubrimiento en la investigación del asesinato, en 1989,  de los sacerdotes jesuitas de la Universidad Centroamericana, una de sus colaboradoras y la hija de esta. 

En la versión del comité 2012-2015 también estuvo la exdiputada arenera y ahora alcaldesa por Santa Ana, Carmen Elena de Escalón. De Escalón legisló dos veces para eximir de impuestos a una de sus maquilas, Exmodica. La segunda vez que legisló para favorecer a su empresa, en febrero de 2013, la diputada ya pertenecía al Comité de Ética. 

En la legislatura 2015-2018, al comité también llegó Reynaldo Cardoza, diputado de PCN por Chalatenango. Este diputado ha sido señalado por informes de la Policía en las cercanías del Cártel de Texis. En  2015 hizo su campaña para ganar votos viajando en un helicóptero con su nombre y fue el primer diputado investigado por enriquecimiento ilícito en la Sección de Probidad por no haber justificado el origen de 1.3 millones de dólares. Sin embargo, una cámara lo absolvió argumentando que había podido justificar un ingreso cuestionado por la Fiscalía de 1.5 millones. Aunque la Cámara señaló que Cardoza se benefició con más de $750 mil dólares extras en la Asamblea, concluyó en 2017 que no había ilícitos que perseguir. 

Además de Gallegos, en el nuevo comité estarán las diputadas Alejandrina Castro (ARENA), Cristina Cornejo (FMLN) y el pecenista Roberto Ángulo (PCN), diputado por San Vicente, Angulo fue presidente de la Asamblea Legislativa entre 1991 y 2001. En 1993, días después de que la Comisión de la Verdad revelara un informe con los casos más emblemáticos de violaciones a los derechos humanos cometidas en la guerra, Angulo fue uno de los impulsores de la ley de amnistía. Por ese pasado otro de sus cargos en la Asamblea es cuestionado por las víctimas de la guerra: actualmente es el presidente de la comisión que debe de presentar una ley reconciliación que garantice justicia, verdad, resarcimiento y no repetición.

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