{"code":"24254","sect":"El Salvador","sect_slug":"el-salvador","hits":"4452","link":"https:\/\/elfaro.net\/es\/202004\/el_salvador\/24254","link_edit":"","name":"Diario de cuarentena 6: no me dejen sola","slug":"diario-de-cuarentena-6-no-me-dejen-sola","info":"Tras m\u00e1s de 20 d\u00edas de encierro, los encargados de la cuarentena en el hotel La Palma anunciaron que mover\u00edan a dos de las tres mujeres del cuarto 13. Las mover\u00edan, dijeron, al hotel Crowne Plaza en San Salvador, por ser pacientes con enfermedades cr\u00f3nicas graves. La soledad es una cosa cuando es elegida. Otra muy diferente cuando es impuesta. As\u00ed vivi\u00f3 la reportera de El Faro las horas posteriores al anuncio de que Mar\u00eda Magdalena y Aura se ir\u00edan.\u00a0","mtag":"Coronavirus","noun":{"html":"\u003Cspan class='tint-text--dark' data_href='\/user\/profile\/mnochez'\u003E Mar\u00eda Luz N\u00f3chez\u003C\/span\u003E","data":{"maria-luz-nochez":{"sort":"mnochez","slug":"maria-luz-nochez","path":"maria_luz_nochez","name":"Mar\u00eda Luz N\u00f3chez","edge":"0","init":"0"}}},"view":"4452","pict":{"cms-image-000033357-jpg":{"feat":"0","sort":"33357","name":"cms-image-000033357.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000033357.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000033357.jpg","back":"","slug":"cms-image-000033357-jpg","text":"<p>Imagen del interior del cuarto 13 del hotel La Palma, donde Aura, Mar\u00eda Magdalena y Mar\u00eda Luz llevan 23 d\u00edas de cuarentena. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez.<\/p>","capt":"\u003Cp\u003EImagen del interior del cuarto 13 del hotel La Palma, donde Aura, Mar\u00eda Magdalena y Mar\u00eda Luz llevan 23 d\u00edas de cuarentena. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez.\u003C\/p\u003E"},"cms-image-000033358-jpg":{"feat":"1","sort":"33358","name":"cms-image-000033358.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000033358.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000033358.jpg","back":"","slug":"cms-image-000033358-jpg","text":"<p>Los dulces que Aura tra\u00eda para su sobrina se convirtieron en alivio para el antojo de las tres mujeres del cuarto 13 del hotel La Palma. El zinc que Mar\u00eda Magdalena llevaba para fortalecer sus defensas fue repartido. Y consiguieron que una manzana llegara hasta el cuarto desde la tienda de enfrente del hotel. Las mujeres del cuarto 13 muestran sus tesoros de cuarentena. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez.<\/p>","capt":"\u003Cp\u003ELos dulces que Aura tra\u00eda para su sobrina se convirtieron en alivio para el antojo de las tres mujeres del cuarto 13 del hotel La Palma. El zinc que Mar\u00eda Magdalena llevaba para fortalecer sus defensas fue repartido. Y consiguieron que una manzana llegara hasta el cuarto desde la tienda de enfrente del hotel. Las mujeres del cuarto 13 muestran sus tesoros de cuarentena. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez.\u003C\/p\u003E"}},"pict_main__sort":33358,"date":{"live":"2020\/04\/07"},"data_post_dateLive_YY":"2020","data_post_dateLive_MM":"04","data_post_dateLive_DD":"07","text":"\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EDesde que regres\u00e9 al pa\u00eds y entr\u00e9 a la cuarentena el pasado 16 de marzo, mi mayor temor ha sido que por x o y circunstancias se me obligue a cumplirla sola. Esto podr\u00eda suponer una contradicci\u00f3n, tomando en cuenta que lo ideal hubiera sido que me dejaran hacerla en mi casa donde, salvo mi gata, no tengo otra compa\u00f1\u00eda. Y eso no es algo que me agobie, as\u00ed sea uno de esos clich\u00e9s andantes que seg\u00fan algunos definen a una mujer soltera a los 30.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa diferencia radica, claro, en que esta vez no soy due\u00f1a de mis circunstancias, no he elegido libremente estar aqu\u00ed. A\u00fan as\u00ed, pese a que en este cuarto hay una sola ventana y un ba\u00f1o para tres, no me imagino en este mismo espacio yo sola. Sin nadie con quien re\u00edr, nadie con qui\u00e9n intercambiar an\u00e9cdotas de vida, familia, trabajo y viajes, incluso sin nadie que rece en voz alta esas oraciones que por no repetir apenas y me acuerdo. Cumplir 30 d\u00edas en soledad hubiera hecho de los libros, Twitter, el trabajo, Netflix, herramientas insuficientes para lidiar con un internet intermitente, la comida a veces ins\u00edpida, las cadenas presidenciales, la falta de informaci\u00f3n\u2026 A estas alturas, los p\u00e1jaros pintados en la pared bien podr\u00edan ser mis Wilson y escuchar imp\u00e1vidos mis desvar\u00edos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl viernes 3 de abril por la madrugada, ese miedo se verbaliz\u00f3, alguien le puso una fecha. Eran las 6:30 a.m. y yo estaba intentando recuperar el equilibrio para salir a la puerta a que me tomaran la temperatura, el chequeo habitual. A Aura y Mar\u00eda Magdalena, mis compa\u00f1eras de cuarto desde que llegu\u00e9, ya les hab\u00edan hecho todo el chequeo y conversaban con la m\u00e9dica y la enfermera de turno. Adormitada todav\u00eda, les pregunt\u00e9 de qu\u00e9 hablaban. La respuesta se llev\u00f3 cualquier rezago de sue\u00f1o: \u201cEllas van a ser trasladadas hoy al hotel Crowne Plaza por ser pacientes con enfermedades cr\u00f3nicas graves\u201d. Siempre pens\u00e9 que el aislamiento devendr\u00eda de sacarme a m\u00ed del cuarto, no de llevarse a las personas con quienes lo comparto.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEllas intentaron abogar a mi favor explicando mi rinitis cr\u00f3nica, mi alergia descontrolada en los d\u00edas pasados e incluso que ten\u00eda programada para mediados de abril una cirug\u00eda que qued\u00f3 pospuesta hasta nuevo aviso. La enfermera nos vio con esa expresi\u00f3n que refleja que la decisi\u00f3n no est\u00e1 en sus manos. Pregunt\u00f3 si somos familia, dijo que solo as\u00ed podr\u00edamos irnos las tres juntas. Respond\u00ed que no, pero hacia mis adentros pens\u00e9 que aunque no compartamos ning\u00fan v\u00ednculo sangu\u00edneo, me siento m\u00e1s unida a ellas en este momento que con algunos de mis familiares.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=2000&ImageHeight=1333&ImageId=33358 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"Los dulces que Aura tra\u00eda para su sobrina se convirtieron en alivio para el antojo de las tres mujeres del cuarto 13 del hotel La Palma. El zinc que Mar\u00eda Magdalena llevaba para fortalecer sus defensas fue repartido. Y consiguieron que una manzana llegara hasta el cuarto desde la tienda de enfrente del hotel. Las mujeres del cuarto 13 muestran sus tesoros de cuarentena. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez.\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E Los dulces que Aura tra\u00eda para su sobrina se convirtieron en alivio para el antojo de las tres mujeres del cuarto 13 del hotel La Palma. El zinc que Mar\u00eda Magdalena llevaba para fortalecer sus defensas fue repartido. Y consiguieron que una manzana llegara hasta el cuarto desde la tienda de enfrente del hotel. Las mujeres del cuarto 13 muestran sus tesoros de cuarentena. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez. \u003Cdiv class=\"photographer text_italic rule--ss_l tint-text--idle\"\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp style=\"text-align: center;\" dir=\"ltr\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EUna vez nos acomodamos en la habitaci\u00f3n 13, no nos tom\u00f3 mucho tiempo contarnos la vida. Esa misma noche ya nos sab\u00edamos el \u00e1rbol geneal\u00f3gico inmediato de cada una, el detalle -y las fotos- del viaje del que regres\u00e1bamos; es m\u00e1s, esa misma madrugada tambi\u00e9n asustamos a una rata que no volvi\u00f3 a asomarse por nuestro cuarto. Supongo que a sabiendas de que \u00edbamos a escucharnos todo en el pr\u00f3ximo mes, ten\u00eda m\u00e1s sentido ponernos en contexto. Aqu\u00ed dentro todo ha sido trabajo en equipo, y lo que a una le ha hecho falta la otra se lo comparte: dulces, vitaminas, snacks para la media ma\u00f1ana o la media tarde.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EHemos compartido carcajadas, l\u00e1grimas y aflicciones viendo pel\u00edculas de casi cualquier g\u00e9nero, y ya tenemos armados al menos unos tres reencuentros para cuando la situaci\u00f3n se normalice y podamos transitar libremente. En muy poco tiempo nos agarramos cari\u00f1o, y eso no quita el dulce encanto de que esta experiencia tenga fecha de caducidad.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ECon 63 a\u00f1os, Mar\u00eda Magdalena nos habla desde la voz de la experiencia sobre el amor, las vueltas de la vida y el trabajo; tambi\u00e9n se asegura de que nos llenemos con algo el est\u00f3mago, as\u00ed la comida que tenemos enfrente no se nos antoje ni un poco. Aura, como buena administradora, es la mente ordenada que m\u00e1s se ha apegado a una rutina desde que llegamos y la que siempre busca una soluci\u00f3n para todo.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EYo las escucho y las observo, y trato de ser lo menos c\u00ednica que el oficio y el encierro me permiten, y lo m\u00e1s chistosa e ingeniosa que el buen humor -que ellas mismas alimentan- me permite. Un arma que, seg\u00fan yo, permite que me acepten con todo y mi desorden.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp style=\"text-align: center;\" dir=\"ltr\"\u003E\u00a0***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EInmediatamente se acab\u00f3 la ronda de chequeo de signos, nos sirvieron el desayuno. Cerramos la puerta y Mar\u00eda Magdalena dirigi\u00f3 la oraci\u00f3n de la ma\u00f1ana. Pidi\u00f3 que me incluyeran en el grupo, pero tambi\u00e9n que mi alergia se calmara y que en los pr\u00f3ximos d\u00edas me realizaran la prueba del COVID-19.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ENo era primera vez en la semana que las hab\u00edan escogido solo a ellas. Apenas dos d\u00edas atr\u00e1s, el mi\u00e9rcoles 1, fueron las seleccionadas de la habitaci\u00f3n para tomarles la muestra junto a unas 18 personas m\u00e1s del resto del albergue.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEllas dispusieron a arreglar maletas y a alistarse en espera de que llegara el transporte que las llevar\u00eda a San Salvador. Yo me tir\u00e9 de nuevo a la cama con una mezcla de envidia y tristeza. Me invadi\u00f3 un alegr\u00eda agridulce por que ellas fueran trasladadas a mejores condiciones que las actuales y a un lugar m\u00e1s accesible para que sus familiares les lleven medicamentos que aqu\u00ed no han podido conseguir los m\u00e9dicos. Pero eso tambi\u00e9n significaba que ya no tendr\u00eda con qui\u00e9n hablar de todo y de nada. Tambi\u00e9n sent\u00ed celos porque ellas iban a estar m\u00e1s cerca de mi casa.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEmpezaron a correr las horas y lleg\u00f3 el almuerzo, pero no el aviso de que pod\u00edan empezar a bajar sus maletas. Hasta los m\u00e9dicos y el chequeo vespertino llegaron tarde, por estar haciendo el papeleo para el traslado, seg\u00fan dijeron, pero no les dieron una hora de partida. Lo justificaron diciendo que se las iban a llevar entrada la noche para evitar que los medios de comunicaci\u00f3n cazaran el transporte al llegar a su destino.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EYo, en todo caso, tratando de hacerme la fuerte -como bien s\u00e9 hacerlo-, les dije que mientras tanto lo mejor que pod\u00edamos hacer era mantener la rutina y ver la pel\u00edcula diaria que el internet m\u00f3vil nos permite. Lleg\u00f3 la cena y posterior a ella tambi\u00e9n los bostezos. Las dos se hab\u00edan arreglado como nunca en los d\u00edas anteriores, porque aunque el traslado supon\u00eda cambiar centro de encierro, al menos podr\u00edan echarle un vistazo al rezago de vida real que acontece fuera de nuestras cuatro paredes y el corredor. Se desmaquillaron, se despojaron de sus accesorios y vistieron su pijama otra vez. A los pacientes que una semana atr\u00e1s los hab\u00edan trasladado de la Villa Centroamericana al hotel Beverly Hills, por ejemplo, los movieron a las 2:30 de la madrugada, as\u00ed que nos acostamos con el pendiente de que pod\u00edan venir a tocarnos la puerta en medio de la noche.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELas not\u00e9 un poco molestas por la prisa que les hab\u00edan metido sin motivo durante la ma\u00f1ana y por no tener ninguna certeza de cu\u00e1ndo llegar\u00eda el transporte. Yo sent\u00ed una presi\u00f3n en el pecho que se me hizo familiar, una de esas que me llegan cuando siento ansiedad por cosas que no puedo controlar. No quer\u00eda que se fueran. Ellas son mi nueva normalidad. Las que han hecho del encierro algo cada d\u00eda m\u00e1s tolerable. Incluso me sent\u00ed culpable porque reci\u00e9n el lunes 30 hab\u00eda empezado a resentir no poder tener mi propio espacio, a sentir el agobio de no poder estar sola m\u00e1s que cuando entro al ba\u00f1o. A\u00fan as\u00ed, una vez escuch\u00e9 la noticia, no quer\u00eda siquiera imaginar c\u00f3mo ser\u00eda el encierro sin ellas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa tarde del s\u00e1bado pas\u00f3 una enfermera a actualizarlas. Tra\u00eda consigo una hoja con sus datos para que ellas dieran su consentimiento para ser trasladas. \u201cNos dejaron como novias de pueblo\u201d,\u00a0dijo Aura, \u201cvestidas y alborotadas\u201d. Han pasado cuatro d\u00edas desde que el fantasma de quedarme sola en la habitaci\u00f3n de 4x4 toc\u00f3 nuestra puerta. Para mi suerte, ellas siguen aqu\u00ed; incluso volvieron a colocar su ropa en el gavetero. Ya nadie habla de traslados anticipados. Solo fue el susto.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=2000&ImageHeight=1333&ImageId=33357 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"Imagen del interior del cuarto 13 del hotel La Palma, donde Aura, Mar\u00eda Magdalena y Mar\u00eda Luz llevan 23 d\u00edas de cuarentena. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez.\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E Imagen del interior del cuarto 13 del hotel La Palma, donde Aura, Mar\u00eda Magdalena y Mar\u00eda Luz llevan 23 d\u00edas de cuarentena. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez. \u003Cdiv class=\"photographer text_italic rule--ss_l tint-text--idle\"\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp style=\"text-align: center;\" dir=\"ltr\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EHoy, martes 7 de abril, cumplimos 23 d\u00edas en cuarentena. El regreso a casa se acerca cada vez m\u00e1s, pero dado el precedente nos ha atacado la incertidumbre de si el 15 podremos por fin dormir en nuestras casas. Poco ayuda, adem\u00e1s, que el mismo presidente y el ministro de Salud hayan anunciado que \u201cliberaron\u201d el pasado 4 de abril a quienes guardaban albergue en el hotel Sevilla en Usulut\u00e1n y que al cabo de dos d\u00edas los reclamos en Twitter dieran cuenta de que segu\u00edan ah\u00ed. Adem\u00e1s, la mayor\u00eda de los albergados aqu\u00ed seguimos esperando ser elegidos para que se nos haga la prueba, que por ahora va a ritmo de 20 por d\u00eda, y quienes las toman aparecen -m\u00e1s o menos- cada tres d\u00edas. Las \u00faltimas fueron tomadas el domingo, y se supone que ma\u00f1ana mi\u00e9rcoles har\u00e1n las que hacen falta. La carta, creemos, surti\u00f3 alg\u00fan efecto. Aunque nunca logramos recolectar las firmas porque no hubo manera de llegar m\u00e1s all\u00e1 de los pasillos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ETodo parece indicar que cumpliremos los 30 d\u00edas de cuarentena juntas en el mismo cuarto. Con suerte, ma\u00f1ana por fin me hacen la prueba y, si mi resultado tambi\u00e9n es negativo,\u00a0el plan de irnos juntas en el veh\u00edculo de alguno de sus familiares a\u00fan es posible.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa cuarentena te transforma y, adem\u00e1s de ense\u00f1arte nuevos miedos, trae consigo algunos viejos que no hace mucho hab\u00eda desechado.\u003C\/p\u003E"}