{"code":"24309","sect":"El Salvador","sect_slug":"el-salvador","hits":"4957","link":"https:\/\/elfaro.net\/es\/202004\/el_salvador\/24309","link_edit":"","name":"Diario de cuarentena 9: Desde el encierro feliz","slug":"diario-de-cuarentena-9-desde-el-encierro-feliz","info":"El d\u00eda 32 de confinamiento, las \u00faltimas personas que guardaban cuarentena en el hotel La Palma fueron trasladadas al fin. Deber\u00e1n guardar 15 d\u00edas de encierro en sus casas. Desde la suya, la periodista de El Faro que estuvo ah\u00ed hace reflexiones sobre lo vivido y un recuento de las \u00faltimas y tensas horas en aquellos cuartos, donde algunos llegaron a gritar: "\u00a1Muerte a la periodista!". Con este diario se cierra esta serie de relatos desde la cuarentena.","mtag":"Coronavirus","noun":{"html":"\u003Cspan class='tint-text--dark' data_href='\/user\/profile\/mnochez'\u003E Mar\u00eda Luz N\u00f3chez\u003C\/span\u003E","data":{"maria-luz-nochez":{"sort":"mnochez","slug":"maria-luz-nochez","path":"maria_luz_nochez","name":"Mar\u00eda Luz N\u00f3chez","edge":"0","init":"0"}}},"view":"4957","pict":{"cms-image-000033487-jpg":{"feat":"1","sort":"33487","name":"cms-image-000033487.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000033487.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000033487.jpg","back":"","slug":"cms-image-000033487-jpg","text":"<p>La vista desde mi ventana carece de monta\u00f1as o jardines de fondo, pero es mi definici\u00f3n de casa. Fue esta, durante 32 d\u00edas, la vista a\u00f1orada desde el encierro en La Palma, Chalatenango. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez<\/p>","capt":"\u003Cp\u003ELa vista desde mi ventana carece de monta\u00f1as o jardines de fondo, pero es mi definici\u00f3n de casa. Fue esta, durante 32 d\u00edas, la vista a\u00f1orada desde el encierro en La Palma, Chalatenango. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez\u003C\/p\u003E"},"cms-image-000033486-jpg":{"feat":"0","sort":"33486","name":"cms-image-000033486.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000033486.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000033486.jpg","back":"","slug":"cms-image-000033486-jpg","text":"<p>Salir del hotel La Palma constaba de cuatro pasos: firmar el alta, vacunaci\u00f3n contra la influenza, autorizar seguimiento de cuarentena por parte de la PNC y esterilizaci\u00f3n de nuestras pertenencias. 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Empiezo a escribir p\u00e1rrafos que luego muevo de lugar porque me parece que no es el mejor momento para que aparezcan en la estructura. Adem\u00e1s, ahora que no tengo que cuidar el consumo de internet, parece que la prisa hubiera desaparecido. Tampoco se trata esta de una entrada motivada por la ansiedad, la incertidumbre, el miedo o el enojo. Estoy feliz de estar en casa y eso me puso de inmediato en modo suspensi\u00f3n. Adem\u00e1s, por supuesto, de todo lo que implica estar en casa: hacer limpieza, cocinar, lavar ropa y, sobre todo, dormir.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EHace d\u00edas no duermo una noche completa. Despertaba durante la madrugada y el sue\u00f1o hab\u00eda desaparecido. No hab\u00eda lista de reproducci\u00f3n que ayudara lo suficiente a relajarme como para mantener el sue\u00f1o por m\u00e1s de unas horas. Una vez que se empezaron a acumular los d\u00edas despu\u00e9s de haber cumplido con la fecha de salida acordada -el 15 de abril-, la mente empezaba a jugarnos en contra. Y aunque intent\u00e1bamos calmar las ansias, nuestros sentidos estaban en estado de alerta. Tanto que cada vez que escuch\u00e1bamos el ruido de un bus -o lo que cre\u00edamos que pod\u00eda ser uno- corr\u00edamos hacia el final del pasillo a vigilar lo poco que pod\u00edamos observar de los alrededores del hotel La Palma.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELo digo a\u00fan en pasado, porque este 17 de abril -mi primera noche en casa- despert\u00e9 a las 4:30 de la madrugada. Tengo el sue\u00f1o muy liviano y el trino de los p\u00e1jaros en la ventana fue mi despertador. Sal\u00ed a la sala a escucharlos, los grab\u00e9 con el celular y me volv\u00ed a dormir. El olor a ropa de cama limpia sirvi\u00f3 como uno de esos aromatizantes relajantes que una vierte sobre la almohada para ayudar a conciliar el sue\u00f1o.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EHoy alguien me pregunt\u00f3 qu\u00e9 sent\u00ed al llegar a casa. He escuchado de parte de mis vecinos de confinamiento que algunos lloraron al reencontrarse con sus familias. Yo sent\u00ed much\u00edsima emoci\u00f3n y ternura cuando por fin vi a mi gata, que estaba triste despu\u00e9s de tantos d\u00edas de abandono, pero las l\u00e1grimas las dej\u00e9 en el camino.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl jueves, cuando por fin estaba en el bus con direcci\u00f3n a mi casa, tuve un momento de descompresi\u00f3n. \u201cHola, mami\u201d, dije mientras intentaba grabar una nota de voz para avisarle a mi mam\u00e1 que iba de regreso a San Salvador. No logr\u00e9 terminarla. Se me cort\u00f3 la voz y empec\u00e9 a llorar. Las emociones se acumularon, me presionaron el pecho y empec\u00e9 a sentir problemas para respirar. Como ahora el virus ya circula en la ciudad, la indicaci\u00f3n fue que us\u00e1ramos mascarilla desde que sali\u00e9ramos del albergue. Resolv\u00ed arranc\u00e1rmela de la pura desesperaci\u00f3n. No se puede llorar a gusto con una mascarilla cubri\u00e9ndote el rostro.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=2000&ImageHeight=1333&ImageId=33487 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"La vista desde mi ventana carece de monta\u00f1as o jardines de fondo, pero es mi definici\u00f3n de casa. Fue esta, durante 32 d\u00edas, la vista a\u00f1orada desde el encierro en La Palma, Chalatenango. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E La vista desde mi ventana carece de monta\u00f1as o jardines de fondo, pero es mi definici\u00f3n de casa. Fue esta, durante 32 d\u00edas, la vista a\u00f1orada desde el encierro en La Palma, Chalatenango. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp style=\"text-align: center;\" dir=\"ltr\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa noche del mi\u00e9rcoles 15 de abril, cuando cumplimos 31 d\u00edas de confinamiento, tuvimos una quinta \u00faltima cena. Qu\u00e9 bueno que esa s\u00ed fue la \u00faltima. Ten\u00edamos razones de peso para estar convencidos de que as\u00ed ser\u00eda, aunque mientras los buses no estuvieran afuera del albergue, no exist\u00eda garant\u00eda. Despu\u00e9s de que los m\u00e9dicos nos aseguraran el lunes 14 de abril que \u003Ca href=\"\/es\/202004\/el_salvador\/24282\/Diario-de-cuarentena-8-%E2%80%9CNo-tengo-raz%C3%B3n-m%C3%A9dica-para-detenerlos%E2%80%9D.htm\"\u003Eno hab\u00eda ninguna justificaci\u00f3n m\u00e9dica para que nos tuvieran retenidos\u003C\/a\u003E, entre los 65 que qued\u00e1bamos la \u00fanica certeza era que o hac\u00edamos la bulla o a saber cu\u00e1ntos d\u00edas m\u00e1s se iban a sumar a la cuenta. Algo de raz\u00f3n ten\u00edamos. Al d\u00eda de hoy, hay personas cumpliendo hasta 40 d\u00edas de cuarentena y nadie les da raz\u00f3n del porqu\u00e9. El presidente asegura en su cuenta de Twitter que son posibles focos de contagio y con eso deslegitima su petici\u00f3n de volver a casa. Veo los videos y las fotos, y me da una mezcla de angustia y escalofr\u00edos que me hormiguea todo el cuerpo. Me descompensa siquiera imaginar qu\u00e9 estar\u00eda sintiendo si me hubiera tocado amanecer otro d\u00eda m\u00e1s en el albergue. \u003Ca href=\"\/es\/202004\/ef_foto\/24305\/Me-estoy-volviendo-loca.htm\"\u003EYo tambi\u00e9n me estaba volviendo loca.\u003C\/a\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EHay gente que cree que quienes a\u00fan est\u00e1n en albergues y reclaman su libertad exageran las cosas. Creen que les rebalsa el gusto porque est\u00e1n en un hotel con aire acondicionado y tres tiempos de comida. Dejan de lado que para ellos no es permitido existir m\u00e1s all\u00e1 del cuarto que habitan y que uno de sus limitados contactos con el mundo exterior es esa ventana desde la cual protestan. Pasan por alto, tambi\u00e9n, que el miedo a contagiarse que sienten los que est\u00e1n afuera se magnifica estando adentro, porque la informaci\u00f3n es herm\u00e9tica y cuando la hay es confusa. Hay ansiedad y con ella un estado de alerta que te priva del sue\u00f1o, el hambre, el optimismo o la fe, seg\u00fan le quieran llamar. Sus voces clamando ser liberados desde sus ventanas es el acto m\u00e1s libre que han podido hacer en casi ocho semanas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ECuando empezamos a hacer p\u00fablico que nos hab\u00edan prometido sacarnos desde el s\u00e1bado 11 de abril, otras personas cumpliendo cuarentena en otros centros de contenci\u00f3n en el resto del pa\u00eds hicieron eco de nuestros mensajes se\u00f1alando que llevaban, incluso, m\u00e1s d\u00edas que nosotros. Algunos 32, otros 35. Nos pusimos manos a la obra. El abogado de la familia de alguien prepar\u00f3 un habeas corpus para presentar a la Sala de lo Constitucional en representaci\u00f3n de todos. Otros buscaron un contacto en medios de comunicaci\u00f3n para que nuestra petici\u00f3n se convirtiera en noticia y varios m\u00e1s empezaron a llamar al delegado de Chalatenango de la Procuradur\u00eda para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH). Hasta los m\u00e9dicos, dijo el funcionario, les hab\u00edan pedido apoyo para que se permitiera el alta del albergue.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEn la tarde del d\u00eda 31 de nuestro confinamiento, previo a la cena, un grupo de personas que estaba en el m\u00f3dulo de arriba baj\u00f3 a la zona prohibida para nosotros los encuarentenados, para hablar con el m\u00e9dico encargado del albergue. A su regreso tra\u00edan la buena nueva. El m\u00e9dico les hab\u00eda ense\u00f1ado un mensaje de Whatsapp donde se confirmaba que ese d\u00eda hab\u00edan aprobado nuestra alta y que al siguiente ser\u00edamos trasladados a nuestras casas. Esa misma ma\u00f1ana yo hab\u00eda contactado al Procurador Apolonio Tobar por mensaje de texto; por la noche me confirm\u00f3 que nuestra salida era un hecho. El privilegio de pedir comida desde fuera segu\u00eda activo. Celebramos con pupusas y brindamos con la soda que nos hab\u00eda sobrado de la cena de una de las noches anteriores.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EDespu\u00e9s de que las primeras 43 personas dejaron el centro de contenci\u00f3n el pasado 10 de abril, los que quedamos en mi pasillo decidimos apoderarnos de \u00e9l. Ya no quer\u00edamos seguir comiendo en las camas, as\u00ed que sacamos dos mesas de dos de los cuartos vac\u00edos y las convertimos en nuestro comedor. Esa noche, una vez que terminamos de comer, hicimos una ronda para dar gracias, principalmente, por habernos conocido y compartido los \u00faltimos momentos. A pesar de que fue una experiencia que para nada nos gustar\u00eda repetir, hubo incluso razones para justificar el porqu\u00e9 de nuestro paso por ah\u00ed. A m\u00ed, por ejemplo, tan acostumbrada a mi independencia, me ahorr\u00f3 un mes que bien pudo haber sido de aislamiento total. Se forj\u00f3 ah\u00ed, pues, en medio de la incertidumbre, una peque\u00f1a familia por la que estar\u00e9 siempre agradecida. Algunas personas, como Aura y Mar\u00eda Magdalena, me dejaron compartir parte de la intimidad de la habitaci\u00f3n 13 fuera del anonimato. Otros se mantuvieron an\u00f3nimos, pero fueron parte activa de mucho de lo que en estos diarios se relat\u00f3.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ENo a todos en el albergue la presencia de una periodista y las constantes publicaciones les pareci\u00f3 una buena idea. Mientras el grupo que baj\u00f3 a hablar con el m\u00e9dico sub\u00eda de regreso a su m\u00f3dulo, alguien grit\u00f3: \u201c\u00a1Muerte a la periodista!\u201d Despu\u00e9s de ocho a\u00f1os trabajando en El Faro, que alguien nos tire odio por nuestro trabajo ha dejado de ser novedad. Pero el grito estuvo tan fuera de lugar que no pude evitar preguntarle qu\u00e9 ten\u00eda en contra de la periodista. El tipo sigui\u00f3 su camino entre risas, como si mi molestia fuera para \u00e9l una medalla. El vocero del grupo respondi\u00f3 por \u00e9l y me pidi\u00f3 que no le hiciera caso.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E-\u00bfAlgo de lo que he publicado le ha parecido exagerado? -pregunt\u00e9.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E-No, de hecho le agradezco por poner en el anterior lo de mi hijo enfermo. Mi esposa, gracias a Dios, logr\u00f3 conseguir algo de dinero para comprar la medicina. Pero usted ya sabe que los doctores se pueden molestar y ellos han sido buena gente con nosotros.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E-\u00bfAlguna vez puse que los m\u00e9dicos nos han maltratado?\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E-No, no estoy diciendo eso. Pero quiz\u00e1 es mejor que no publique nada ahora.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEntre l\u00edneas, me estaba pidiendo no agitar las aguas. Como si alguien les hubiera dado a entender que el retraso en sacarnos de ah\u00ed era una lecci\u00f3n que deb\u00eda aprender como consecuencia de mis publicaciones. Le dije que, si ese fuera el caso, y aunque ser\u00eda un abuso absoluto, las consecuencias recaer\u00edan sobre m\u00ed. Al fin y al cabo, yo estaba relatando lo que nos pasaba a todos, pero en espec\u00edfico dentro de mi habitaci\u00f3n y mi pasillo.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EMientras esto ocurr\u00eda en el espacio com\u00fan del pasillo que conecta todos los m\u00f3dulos del hotel, frente a nuestra ventana, desde arriba, otras personas llegaron a corear \u201c\u00a1Muerte a la periodista!\u201d. As\u00ed me lo cont\u00f3 Aura con un gesto de extra\u00f1eza y disgusto en el rostro mientras me preguntaba \u201c\u00bfQu\u00e9 les pasa?\u201d\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ESupongo que les habr\u00e1 parecido gracioso y seguro ignoran que se trata de un delito. En todo caso, es solo producto de la narrativa instalada desde el Gobierno -no solo este, pero especialmente este- de que la culpa la tiene el mensajero, no quien se equivoca en la toma de decisiones.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp style=\"text-align: center;\" dir=\"ltr\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=2000&ImageHeight=1333&ImageId=33486 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"Salir del hotel La Palma constaba de cuatro pasos: firmar el alta, vacunaci\u00f3n contra la influenza, autorizar seguimiento de cuarentena por parte de la PNC y esterilizaci\u00f3n de nuestras pertenencias. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E Salir del hotel La Palma constaba de cuatro pasos: firmar el alta, vacunaci\u00f3n contra la influenza, autorizar seguimiento de cuarentena por parte de la PNC y esterilizaci\u00f3n de nuestras pertenencias. Foto de El Faro: Mar\u00eda Luz N\u00f3chez \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa noticia de que era hora de dejar el Hotel La Palma, si bien era la m\u00e1s esperada, nos tom\u00f3 por sorpresa. Est\u00e1bamos decidiendo con Aura si era buena idea tomar una siesta posdesayuno, ya que no hab\u00edamos logrado dormir la noche anterior. Decidimos que lo mejor era la ducha y despu\u00e9s la cama. Escogiendo la ropa que nos \u00edbamos a poner est\u00e1bamos cuando, desde el final del pasillo, un polic\u00eda grit\u00f3: \u201cLlegaron los buses. Los de oriente, saquen sus cosas y empiecen a bajar\u201d. Con el anuncio empezamos a correr de un lado a otro sin saber qu\u00e9 hacer: \u00bfnos ba\u00f1amos o terminamos de armar las maletas? \u00bfNos va a alcanzar el tiempo? A la carrera, pero logramos las dos cosas. Hicimos fila alrededor de una hora para llegar hasta unas mesas donde firmar\u00edamos el alta y el acuerdo de una nueva cuarentena por 15 d\u00edas m\u00e1s en nuestras casas, pese a que en la hoja se lee que estamos sanos y no representamos un peligro para la sociedad. Tambi\u00e9n firmamos una hoja donde autorizamos a la PNC llegar a nuestras casas y confirmar que la estamos cumpliendo; caso contrario, se advierte, seremos internados de nuevo a un centro de confinamiento.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EComo parte del protocolo, adem\u00e1s de esterilizar nuestras maletas con una mezcla de agua y lej\u00eda, tambi\u00e9n nos ponen la vacuna contra la influenza. Estando ah\u00ed, una pregunta nos sac\u00f3 una carcajada ir\u00f3nica. \u201c\u00bfUsted es al\u00e9rgico al huevo?\u201d, preguntaba a cada uno la enfermera. Un poco tarde, pens\u00e9, para un grupo de personas que por 31 d\u00edas recibi\u00f3 al menos una comida - a veces dos- en donde el huevo era protagonista. Podr\u00eda escribir un tratado sobre el privilegio que en estos d\u00edas representa comer huevos. Pero estoy tan harta de ellos como del encierro que me hizo aborrecerlos. Y no quiero ni planeo repetir ninguno en lo que me resta de vida.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EMi encierro total continuar\u00e1 por 15 d\u00edas m\u00e1s, pero ser\u00e1 uno muy diferente. Estoy ahora en mi espacio y controlo mis circunstancias. No hay soldados que vigilen los pasillos y mi movilidad va m\u00e1s all\u00e1 de 12 pasos. El encierro generalizado, que a estas alturas a muchos les provoca ansiedad, a m\u00ed me da paz.\u003C\/p\u003E"}