{"code":"24626","sect":"El Salvador","sect_slug":"el-salvador","hits":"11481","link":"https:\/\/elfaro.net\/es\/202007\/el_salvador\/24626","link_edit":"","name":"30 a\u00f1os despu\u00e9s, un juez escucha la denuncia de Tojeira por la masacre de sus compa\u00f1eros","slug":"30-anos-despues-un-juez-escucha-la-denuncia-de-tojeira-por-la-masacre-de-sus-companeros","info":"El testimonio del padre Jos\u00e9 Mar\u00eda Tojeira en el juicio que se celebra en Espa\u00f1a redimensiona la importancia de una causa contra la impunidad que ya lleva m\u00e1s de 30 a\u00f1os. Tojeira rememor\u00f3 los pasos m\u00e1s importantes que dio para intentar esclarecer el caso, frente a un Estado salvadore\u00f1o que antes, y ahora, sigue apostando a favor de los victimarios.\u00a0","mtag":"Caso jesuitas","noun":{"html":"Gabriel Labrador Arag\u00f3n","data":{"gabriel-labrador-aragon":{"sort":"","slug":"gabriel-labrador-aragon","path":"gabriel_labrador_aragon","name":"Gabriel Labrador Arag\u00f3n","edge":"0","init":"0"}}},"view":"11481","pict":{"cms-image-000034061-jpg":{"feat":"1","sort":"34061","name":"cms-image-000034061.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000034061.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000034061.jpg","back":"","slug":"cms-image-000034061-jpg","text":"<p>El sacerdote Jos\u00e9 Mar\u00eda Tojeira Pelayo era el provincial de los jesuitas en Centroam\u00e9rica y Panam\u00e1 cuando, en noviembre de 1989, asesinaron a sus compa\u00f1eros en la UCA. Testific\u00f3 en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional de Madrid, casi 31 a\u00f1os despu\u00e9s del crimen, el jueves 9 de julio de 2020. Foto: El Faro\/Archivo\u00a0<\/p>","capt":"\u003Cp\u003EEl sacerdote Jos\u00e9 Mar\u00eda Tojeira Pelayo era el provincial de los jesuitas en Centroam\u00e9rica y Panam\u00e1 cuando, en noviembre de 1989, asesinaron a sus compa\u00f1eros en la UCA. Testific\u00f3 en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional de Madrid, casi 31 a\u00f1os despu\u00e9s del crimen, el jueves 9 de julio de 2020. Foto: El Faro\/Archivo\u00a0\u003C\/p\u003E"}},"pict_main__sort":34061,"date":{"live":"2020\/07\/11"},"data_post_dateLive_YY":"2020","data_post_dateLive_MM":"07","data_post_dateLive_DD":"11","text":"\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl padre Jos\u00e9 Mar\u00eda Tojeira, de entonces 42 a\u00f1os, viv\u00eda a unos 200 metros en l\u00ednea recta del lugar donde seis de sus compa\u00f1eros jesuitas fueron asesinados el lunes 16 de noviembre de 1989. Aquella madrugada, desde fuera del campus, Tojeira tambi\u00e9n escuch\u00f3 los disparos, \u201csecos\u201d, que acabaron con la vida de los sacerdotes y dos mujeres, pero tambi\u00e9n la balacera posterior que dur\u00f3 unos 20 minutos y con la que el Ej\u00e9rcito quer\u00eda simular que hab\u00eda existido un enfrentamiento con la guerrilla. Sin saberlo, aquella madrugada se convirti\u00f3 para \u00e9l en una carrera marat\u00f3nica contra la impunidad que ya lleva m\u00e1s de 30 a\u00f1os. Tojeira era entonces el provincial para los jesuitas de Centroam\u00e9rica y Panam\u00e1. El asesinato de sus hermanos de congregaci\u00f3n lo convirti\u00f3 desde entonces en la voz de la UCA. Perfilado desde siempre como un religioso sencillo, alguna vez declar\u00f3 \u003Ca href=\"http:\/\/archivo.elfaro.net\/secciones\/noticias\/20050110\/Platicas1_20050110.html\"\u003Eque su palabra pesaba poco en la realidad social y pol\u00edtica del pa\u00eds\u003C\/a\u003E. Este jueves 9 de julio de 2020, sin embargo, su testimonio pesa mucho para la memoria hist\u00f3rica de El Salvador, y para el juicio que se lleva a cabo en Madrid.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEste 2020 Tojeira ya no es m\u00e1s el rector de la UCA, pero sobre sus hombros pesa otro cargo importante, sobre todo para un pa\u00eds que involuciona en materia de derechos humanos: ahora dirige el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA), la oficina creada por uno de sus compa\u00f1eros asesinados, Segundo Montes. Sereno, por videoconferencia, el relato de Tojeira expuesto a sus interlocutores en la Audiencia Nacional en Madrid, Espa\u00f1a, fue una regresi\u00f3n, un testimonio que tuvo que haberse escuchado hace 30 a\u00f1os, pero al que la impunidad intent\u00f3 restarle importancia demasiado tiempo. Detallado, v\u00edvido, cronol\u00f3gico, Tojeira rememor\u00f3 algunos de sus principales pasos en la que quiz\u00e1 se ha convertido en su principal causa.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EDijo que apenas nueve horas despu\u00e9s de la masacre en la universidad inform\u00f3 al entonces presidente F\u00e9lix Alfredo Cristiani sobre los fuertes indicios que ten\u00eda de que el Ej\u00e9rcito hab\u00eda sido el responsable del crimen. Tambi\u00e9n relat\u00f3 sus posteriores reuniones con el jefe del Estado Mayor, Ren\u00e9 Emilio Ponce, y el viceministro de Defensa Juan Orlando Zepeda, y adem\u00e1s, cont\u00f3 la vez que se retir\u00f3 molesto de una reuni\u00f3n con miembros de la Comisi\u00f3n Investigadora de Hechos Delictivos (CIHD) que hab\u00edan intentado manipularlo, con apoyo de un emisario de los Estados UNidos. M\u00e1s de tres d\u00e9cadas despu\u00e9s de haber tocado todas esas puertas, Tojeira habl\u00f3 de esos encuentros para ilustrar la impunidad y el encubrimiento que el Estado salvadore\u00f1o garantiz\u00f3 desde el d\u00eda uno de la masacre.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEn su declaraci\u00f3n de este jueves 9 de julio, Tojeira detall\u00f3 los fuertes indicios que ten\u00eda sobre la participaci\u00f3n de miembros del Alto Mando en la planificaci\u00f3n de la masacre. Su testimonio redimensiona todas las alertas que recibi\u00f3 el Gobierno horas\u00a0 y d\u00edas despu\u00e9s del crimen; y que no fueron tomadas en cuenta en las pesquisas de investigaci\u00f3n que llevaron a la acusaci\u00f3n, \u00fanicamente, de un grupo de militares por su participaci\u00f3n material en un juicio revestido de impunidad y que no cont\u00f3 con las garant\u00edas del debido proceso, seg\u00fan la Audiencia Nacional.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EA las 11 de la ma\u00f1ana del 16 de noviembre de 1989, horas despu\u00e9s de la masacre, Tojeira se reuni\u00f3 con el presidente Cristiani en compa\u00f1\u00eda del arzobispo de San Salvador Arturo Rivera y el arzobispo auxiliar Gregorio Rosa Ch\u00e1vez. \u201cAh\u00ed le dijimos al presidente que el Ej\u00e9rcito hab\u00eda asesinado a los jesuitas\u201d, relat\u00f3 Tojeira, en el quinto d\u00eda de audiencias en la Audiencia Nacional de Madrid. La cita la consigui\u00f3 a trav\u00e9s de la Nunciatura Apost\u00f3lica. El expresidente Cristiani estaba acompa\u00f1ado de un coronel en situaci\u00f3n de retiro. \u201cEra un ministro de la Presidencia, y no le gust\u00f3 lo que yo dije y empez\u00f3 a discutir conmigo. El presidente nos dijo que nos calm\u00e1ramos, al coronel y a m\u00ed, y dijo que promet\u00eda a que iba a investigar el caso y que iba a enjuiciar a los culpables\u201d, relat\u00f3.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EAquella era, apenas, una de las primeras reuniones con las que Tojeira intentaba averiguar lo sucedido. Sin embargo, deber\u00eda esperar casi 31 a\u00f1os para poder rendir un testimonio ante un juez y contar todo lo que supo desde aquella ma\u00f1ana de noviembre y en los meses y a\u00f1os posteriores. Durante tres d\u00e9cadas, Tojeira se convirti\u00f3 pr\u00e1cticamente en el vocero oficial de la causa.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EAntes del juicio en Madrid, Tojeira ya hab\u00eda contado infidencias de aquella reuni\u00f3n con Cristiani a las 11 de la ma\u00f1ana del d\u00eda 16. Se las cont\u00f3 a Teresa Whitfield quien escribi\u00f3 un libro titulado Pagando el precio. Ah\u00ed se lee que Cristiani le dijo a Tojeira que \"el crimen lo pudo haber perpetrado una unidad del Ej\u00e9rcito que habr\u00eda actuado por cuenta propia, de la que no ten\u00edan ning\u00fan control\". Seg\u00fan el libro, Cristiani quit\u00f3 responsabilidad en el Estado Mayor dirigido por el coronel Ren\u00e9 Emilio Ponce en aquella reuni\u00f3n. \u201cLo que s\u00ed puedo asegurar es que el Estado Mayor es totalmente ajeno al asesinato\u201d, habr\u00eda dicho Cristiani.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELo cierto es que aquella ma\u00f1ana, a la prensa internacional, el primer presidente del partido de derechas, Arena, comprometi\u00f3 su administraci\u00f3n a investigar a fondo el crimen. \u201cSi resulta que las gentes involucradas pertenecieran a la Fuerza Armada, entonces el peso de la ley deber\u00e1 caer sobre ellas\u201d, qued\u00f3 consignado en \u003Ca href=\"https:\/\/www.latimes.com\/opinion\/editorials\/la-xpm-1989-11-17-la-fg-salvadorpriests89-story.html\"\u003Euna noticia de Los \u00c1ngeles Times \u003C\/a\u003Eque informaba sobre la masacre. Un cable de la Embajada de Estados Unidos desclasificado y citado por Whitfield en su libro, revela que Cristiani se reuni\u00f3 dos d\u00edas m\u00e1s tarde, el 18 de noviembre, con el embajador de Estados Unidos William Walker y le dijo que \"los asesinatos de la UCA son las \u00fanicas manchas negras importantes\" en el expediente de la Fuerza Armada salvadore\u00f1a.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EDos meses m\u00e1s tarde, Cristiani anunci\u00f3 en conferencia de prensa la detenci\u00f3n de miembros de la Fuerza Armada por su participaci\u00f3n como actores materiales del crimen. Sin embargo, la c\u00fapula del Ej\u00e9rcito dirigida por el Estado Mayor y el Alto Mando militar segu\u00eda defendiendo la teor\u00eda de que la guerrilla del FMLN hab\u00eda cometido el crimen, pese a que Tojeira tambi\u00e9n les hab\u00eda presentado fuertes indicios de que miembros del Estado Mayor estuvieron\u00a0 involucrados en la planificaci\u00f3n de la masacre.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EDe regreso a las primeras horas tras el crimen, y de regreso al testimonio en el juicio, Tojeira explic\u00f3 que pese al desconcierto de las primeras horas, no tard\u00f3 en obtener indicios de la responsabilidad del Ej\u00e9rcito. Seg\u00fan dijo, ya para la ma\u00f1ana del crimen se pod\u00eda concluir que el Ej\u00e9rcito hab\u00eda sido el responsable. Dio tres razones principales. La primera, que la UCA estaba a corta distancia de instalaciones estrat\u00e9gicas para la Fuerza Armada: el Estado Mayor (\"a 700 metros en l\u00ednea recta\", dijo), la Direcci\u00f3n Nacional de Inteligencia (\"a 400 metros en l\u00ednea recta) y la entonces llamada Torre Democracia (\"a 200 metros\") donde hab\u00eda soldados y francotiradores con visores nocturnos que vieron perfectamente lo ocurrido en la residencia de los jesuitas al interior del campus. \"La Universidad era un lugar muy cuidado, muy vigilado\", dijo Tojeira en el juicio.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\"Hace cinco o seis a\u00f1os \u2014continu\u00f3\u2014 vino a visitarme uno de los soldados que estaba en la Torre Democracia, francotirador, y me cont\u00f3 que vieron con visores nocturnos lo que estaba pasando con los padres, que informaron al Estado Mayor y que el Estado Mayor les dijo que no dijeran nada a nadie\".\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ECont\u00f3, adem\u00e1s, que frente a su residencia, en la parte posterior del campus, sobre la calle Del Mediterr\u00e1neo, a eso de las 11 de la noche del 15 de noviembre vio un pelot\u00f3n de soldados apostados en el edificio de enfrente. \u00c9l sab\u00eda que estaban ah\u00ed porque estaban custodiando que ninguna unidad guerrillera avanzara por los cafetales aleda\u00f1os, como hab\u00eda ocurrido en los primeros d\u00edas de la ofensiva.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EAquella noche, Tojeira escuch\u00f3 los tiros \"secos\" con los que asesinaron a sus compa\u00f1eros que trabajaban en la Universidad y luego una metralla que dur\u00f3 alrededor de 20 minutos, con armas de diverso calibre. \"Al lado del edificio de inteligencia del Ej\u00e9rcito, un tiroteo de 20 minutos, en una noche de toque de queda, y el Ej\u00e9rcito no llega a pesar de que 40 hombres entraron a la UCA. Evidentemente, fueron ellos, era la conclusi\u00f3n\", dijo. Dentro de los elementos de convicci\u00f3n, Tojeira tambi\u00e9n destac\u00f3 dos testimonios de empleados de la Universidad que vieron a los soldados entrar aquella noche del 15 de noviembre. Uno de los testimonios fue el de una se\u00f1ora que trabajaba haciendo limpieza en la rector\u00eda, Luc\u00eda Cerna de Barrera, que aquella noche descansaba a 25-30 metros del lugar de los asesinatos.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=2000&ImageHeight=1334&ImageId=34061 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"El sacerdote Jos\u00e9 Mar\u00eda Tojeira Pelayo era el provincial de los jesuitas en Centroam\u00e9rica y Panam\u00e1 cuando, en noviembre de 1989, asesinaron a sus compa\u00f1eros en la UCA. Testific\u00f3 en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional de Madrid, casi 31 a\u00f1os despu\u00e9s del crimen, el jueves 9 de julio de 2020. Foto: El Faro\/Archivo\u00a0\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E El sacerdote Jos\u00e9 Mar\u00eda Tojeira Pelayo era el provincial de los jesuitas en Centroam\u00e9rica y Panam\u00e1 cuando, en noviembre de 1989, asesinaron a sus compa\u00f1eros en la UCA. Testific\u00f3 en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional de Madrid, casi 31 a\u00f1os despu\u00e9s del crimen, el jueves 9 de julio de 2020. Foto: El Faro\/Archivo\u00a0 \u003Cdiv class=\"photographer text_italic rule--ss_l tint-text--idle\"\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\u003Cstrong\u003EEl Gobierno y el Ej\u00e9rcito encubrieron\u003C\/strong\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ETres d\u00edas antes de la masacre, el 13 de noviembre de 1989, Tojeira habl\u00f3 por tel\u00e9fono con Ignacio Ellacur\u00eda, quien despu\u00e9s de una peque\u00f1a gira en Europa regresaba a sus quehaceres en San Salvador. Ellacur\u00eda hab\u00eda dado un discurso en el Bundestag alem\u00e1n, el parlamento de ese pa\u00eds, y luego hab\u00eda viajado a Barcelona para recibir un premio de derechos humanos. A su regreso a Centroam\u00e9rica, ten\u00eda que hacer escala en Guatemala, pero por el toque de queda en suelo salvadore\u00f1o decidi\u00f3 que perder\u00eda el vuelo Guatemala-El Salvador, y completar\u00eda el viaje el 13 de noviembre. \"La situaci\u00f3n aqu\u00ed estaba muy dif\u00edcil. Le dije a Ellacur\u00eda que mejor se quedara unos d\u00edas en Guatemala, pero \u00e9l me dijo que precisamente en esos momentos donde se acrecentaba la guerra era m\u00e1s importante que \u00e9l estuviera para buscar elementos y hablar con personas en favor de la paz\", relat\u00f3 Tojeira. Ellacur\u00eda, de hecho, hab\u00eda sido invitado por Cristiani para que integrara una comisi\u00f3n que esclareciera el crimen ocurrido en una federaci\u00f3n de sindicatos unos d\u00edas antes. Ellacur\u00eda, fiel al esp\u00edritu colegiado de la comunidad jesuita, respondi\u00f3 al presidente que no pod\u00eda decidir sin antes haber hablado con sus compa\u00f1eros.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEllacur\u00eda lleg\u00f3 a El Salvador al borde del toque de queda del 13 de noviembre. A las 5 de la tarde, un teniente apostado en el port\u00f3n de la universidad detuvo el veh\u00edculo en el que viajaba y pidi\u00f3 que se identificara. Acto seguido, lo dej\u00f3 pasar y una hora y media m\u00e1s tarde, el Batall\u00f3n Atlacatl entr\u00f3 a la universidad para hacer un cateo en la casa de habitaci\u00f3n de los jesuitas. La unidad comandada por el teniente Jos\u00e9 Ricardo Espinoza Guerra les dijo a los sacerdotes que el cateo iba a ser en toda la universidad, de unas nueve o 10 hect\u00e1reas, pero hacerlo les habr\u00eda tomado horas, dijo Tojeira. Por eso ahora cree que el registro sirvi\u00f3 para identificar a las futuras v\u00edctimas. \"Esa conclusi\u00f3n la tuvimos despu\u00e9s de que los hubieran matado porque antes, como era una pr\u00e1ctica que ten\u00edan los militares con cierta frecuencia en las casas de los jesuitas, no le dimos mayor importancia. Pero despu\u00e9s dedujimos que no hab\u00eda sido un cateo para ver si hab\u00eda armas sino un proceso de identificaci\u00f3n buscando a ver qui\u00e9nes estaban ah\u00ed\".\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ETojeira relat\u00f3 en el juicio que habl\u00f3 con el vicerrector de la UCA y director del Idhuca de entonces, Ignacio Mart\u00edn-Bar\u00f3, a las 7:30 de la noche del 13 de noviembre. Tojeira viv\u00eda en otra casa de habitaci\u00f3n, fuera de la UCA, mientras que Ellacur\u00eda y el resto se hab\u00edan mudado recientemente a una casa al interior del campus. El padre \"Nachito\" le llam\u00f3 a Tojeira para contarle que los soldados hab\u00edan llegado a hacer un registro y que seguramente lo mismo llegar\u00edan a hacer a la otra casa. Mart\u00edn-Bar\u00f3 pens\u00f3 que deb\u00eda alertar a sus compa\u00f1eros.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl 15 de noviembre, a eso de las 11, Tojeira se fue a dormir y fue el tiroteo despu\u00e9s de medianoche que lo despert\u00f3, aunque no supo de los asesinatos sino hasta las 6:45 de la ma\u00f1ana del 16 de noviembre. Quien lleg\u00f3 con la noticia era el jesuita Miguel Francisco Estrada. Juntos fueron a ver los cuerpos. Ya entrada la ma\u00f1ana, la escena en el patio de la residencia de los jesuitas era un hervidero de periodistas, religiosos e incluso militares\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ESeg\u00fan cont\u00f3 Tojeira en su testimonio, un mes despu\u00e9s, en diciembre de 1989, tuvo una o dos reuniones con miembros del Alto Mando del Ej\u00e9rcito: el jefe del Estado Mayor Conjunto de la FAES, el coronel Ren\u00e9 Emilio Ponce; y el viceministro de Defensa, Orlando Zepeda, para denunciar que miembros del Ej\u00e9rcito hab\u00edan participado en el crimen. \u201cLe dije a Ponce que hab\u00eda gente del Estado Mayor que ha colaborado y trabajado en este asesinato, pero \u00e9l respondi\u00f3 que no\u201d, dijo Tojeira.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ETojeira tambi\u00e9n describi\u00f3 c\u00f3mo los militares intentaban desviar las investigaciones. Por ejemplo, mencion\u00f3 una reuni\u00f3n con coroneles destacados en la Comisi\u00f3n Investigadora de Hechos Delictivos (CIHD), que depend\u00eda del viceministro Inocente Orlando Montano, el 22 de diciembre del 89. Quien los recibi\u00f3 fue el jefe de la comisi\u00f3n, el teniente coronel Manuel Antonio Rivas Mej\u00eda. Tojeira iba acompa\u00f1ado de un viejo amigo, el padre Miguel Francisco Estrada (fallecido en 2009), y muy pronto la reuni\u00f3n se torn\u00f3 inc\u00f3moda. Como quien entra a la sala de estar de su propia casa, el asesor legal de la embajada de Estados Unidos Richard Chidester, abri\u00f3 la puerta de la oficina, sin llamar antes. \u201cLe dije a Rivas y a otros dos coroneles que yo delante de un funcionario gringo no ten\u00eda qu\u00e9 hablar. \u00c9l entr\u00f3 a la reuni\u00f3n sin llamar a la puerta, como que fuera el due\u00f1o de la comisi\u00f3n investigadora y bueno, los coroneles le pidieron que se fuera\u201d, relat\u00f3 Tojeira.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ESu molestia con Chidester era porque le hab\u00eda faltado a su confianza en noviembre. Chidester se hab\u00eda ofrecido, la semana siguiente a los asesinatos, a brindarle protecci\u00f3n en Estados Unidos a Luc\u00eda Barrera de Cerna, la mujer que hab\u00eda atestiguado la entrada de los soldados en la noche del crimen. Tojeira le tom\u00f3 la palabra a Chidester y permiti\u00f3 que Luc\u00eda y su esposo Jorge montaran un avi\u00f3n hacia Miami con Chidester, pero lo que no sab\u00eda es que \u00e9l entregar\u00eda a los esposos Cerna al FBI para que fueran interrogados y coaccionados durante una semana. Luego de aquellas jornadas, Luc\u00eda cambi\u00f3 el testimonio que ella hab\u00eda logrado rendir antes de salir de San Salvador, pero que fue revalidado en el juicio jesuitas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EAquel 22 de diciembre de 1989, Chidester termin\u00f3 expulsado de la reuni\u00f3n con Tojeira por petici\u00f3n de Rivas Mej\u00eda. \u201cLes dijimos a los coroneles que ten\u00edan que investigar al [Batall\u00f3n] Atlacatl que hab\u00edan hecho el cateo [del d\u00eda 13 en la UCA]\u201d, cont\u00f3 Tojeira, en el juicio. Pero los militares hicieron o\u00eddos sordos y, por el contrario, expon\u00edan teor\u00edas absurdas. \u201cLos coroneles lo que nos contaron es que las investigaciones las estaban haciendo con pol\u00edgrafos a la gente que denunciaba al FMLN como los asesinos, y contaban cosas como muy curiosas, como que un comandante del FMLN que era homosexual y que muri\u00f3 en aquella ofensiva, le hab\u00eda dicho a su amante que ellos hab\u00edan matado a los jesuitas\u201d, narr\u00f3 Tojeira. \"Cosas de ese estilo, pero todo era una farsa\".\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EDespu\u00e9s de esa reuni\u00f3n con la comisi\u00f3n, record\u00f3, sinti\u00f3 mucha frustraci\u00f3n. \"Nos fuimos muy molestos con el intento de manipularnos frente a lo que era objetivo, que el Ej\u00e9rcito era el que hab\u00eda quien hab\u00eda matado a los jesuitas.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl teniente coronel Rivas Mej\u00eda ten\u00eda mucho que ocultar. Tojeira no ten\u00eda manera de saber \u2014no en ese momento\u2014 que \u00e9l tambi\u00e9n hab\u00eda participado en el interrogatorio y hostigamiento en Estados Unidos a los esposos Cerna. Seg\u00fan el testimonio que brind\u00f3 Jorge Cerna en el juicio, el mi\u00e9rcoles 8, Rivas Mej\u00eda le dijo en Estados Unidos \u201cque si estuvieran en El Salvador ya le hubiera dado una gran pateada, por mentiroso\u201d. Rivas y oficiales del FBI coaccionaron a los esposos para que dijeran que no hab\u00edan visto nada la madrugada del 16 de noviembre.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EA la luz de las declaraciones de Tojeira, y las confesiones de los testigos clave ventiladas en el cuarto d\u00eda del juicio, se perfila a un Ej\u00e9rcito y a un Gobierno (con apoyo de Estados Unidos) que bregaron por ocultar las declaraciones de los actores materiales y los indicios que ten\u00eda la Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas, adem\u00e1s de obstaculizar las averiguaciones que intentaba hacer la Fiscal\u00eda General de la Rep\u00fablica.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas en El Salvador siempre abog\u00f3 por un juicio en suelo salvadore\u00f1o por el crimen de la UCA. Pero ante la numerosas trabas para la justicia, el caso tuvo que armarse en Madrid. En El Salvador, despu\u00e9s de la derogatoria de la amnist\u00eda en 2017, el IDHUCA pidi\u00f3 la reapertura del caso. Actualmente, est\u00e1 pendiente de avance en los tribunales de El Salvador.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\u003Cstrong\u003ELa confesi\u00f3n de Benavides\u003C\/strong\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl 20 de diciembre del 89, un secreto a voces comenz\u00f3 a correr en las filas del Ej\u00e9rcito, un secreto que a la postre termin\u00f3 causando un terremoto en todo el estamento militar y de Gobierno que provoc\u00f3 un amago para esclarecer el caso, siguiendo las alertas que ya hab\u00eda enviado el padre Tojeira. Ese d\u00eda, el coronel Carlos Armando Avil\u00e9s, director del conjunto 5 del la FAES (operaciones psicol\u00f3gicas), le cont\u00f3 al mayor Erick Buckland, un asesor estadounidense destacado en la Direcci\u00f3n Nacional de Inteligencia salvadore\u00f1a, que sab\u00eda que el director de la Escuela Militar (el coronel Benavides) hab\u00eda ordenado el asesinato de Ellacur\u00eda y el resto de jesuitas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EUn desesperado Benavides hab\u00eda buscado ayuda en los d\u00edas posteriores al crimen. Fue a ver a Rivas, el jefe de la CIHD, para confesarle que \u00e9l hab\u00eda transmitido al Atlacatl la orden del Alto Mando para ir a matar a Ellacur\u00eda y no dejar testigos, y le pregunt\u00f3 que qu\u00e9 pod\u00eda hacer por \u00e9l. A partir de ese momento, seg\u00fan explica la periodista Teresa Whitfield en su libro, Rivas ralentiz\u00f3 las investigaciones para que nadie de La Tandona saliera involucrado. El asistente de Rivas, el coronel Nelson Iv\u00e1n L\u00f3pez y L\u00f3pez, que hab\u00eda sido designado para investigar el crimen, cuestion\u00f3 a su jefe al percatarse de que las pericias se estancaban. Rivas termin\u00f3 cont\u00e1ndole lo que Benavides le hab\u00eda dicho. Lopez fue quien se lo termin\u00f3 contando a Avil\u00e9s, el director del C-5, y este fue quien el 20 de diciembre se lo termin\u00f3 contando a Buckland.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl 2 de enero del 90, Buckland rompi\u00f3 el silencio y le cont\u00f3 lo de Benavides a su superior, Milton Menj\u00edvar, jefe del MilGroup en El Salvador, seg\u00fan relat\u00f3 Buckland al Congreso de Estados Unidos, posteriormente. Menj\u00edvar llev\u00f3 a Janice Elmore, una funcionaria de la secci\u00f3n pol\u00edtica de la embajada que era el enlace con el ej\u00e9rcito salvadore\u00f1o, a ver al coronel Ponce. La suerte para Benavides ya estaba echada, seg\u00fan relata Whitfield en su libro.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl segundo al mando de la embajada estadounidense, William Dietrich, no tard\u00f3 en informar a Cristiani, seg\u00fan\u00a0 Whitfield. Dietrich tambi\u00e9n inform\u00f3 al resto del Alto Mando del Ej\u00e9rcito. Eso ocurri\u00f3 el 3 de enero. El asesor legal de la embajada, Chidester, habl\u00f3 con el jefe de la CIHD, y Rivas respondi\u00f3 que \u201csi el Atlacatl es culpable, entonces Benavides es culpable\u201d, narra el libro. Hasta ese momento, sin embargo, Benavides nunca hab\u00eda sido mencionado por las investigaciones que Cristiani dec\u00eda que se estaban llevando diligentemente.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl 7 de enero, Cristiani cambi\u00f3 de direcci\u00f3n y en una conferencia de prensa dijo que hab\u00edan determinado \u201calguna participaci\u00f3n\u201d del Ej\u00e9rcito en el asesinato de los jesuitas. Fue as\u00ed como Benavides y Yusshy Ren\u00e9 Mendoza quien, siendo oficial de la Escuela Militar, hab\u00eda sido comandado para acompa\u00f1ar al Atlacatl a la UCA la noche del 15 de noviembre, fueron detenidos. Tambi\u00e9n se detuvieron a varios miembros del Atlacatl pero Benavides era el chivo expiatorio: era el primer oficial de rango elevado detenido por violaciones a derechos humanos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ECristiani, en ese momento, tambi\u00e9n anunci\u00f3 la creaci\u00f3n de una Comisi\u00f3n de Honor al interior del Ej\u00e9rcito para determinar responsabilidades. A finales de enero, Tojeira \u2014seg\u00fan cont\u00f3 en el juicio\u2014 se quej\u00f3 del trabajo de la Comisi\u00f3n de Honor, que ten\u00eda como asesor jur\u00eddico al abogado Rodolfo Parker Soto, actual diputado de la Asamblea Legislativa. La comisi\u00f3n, dice Tojeira, solo estaba citando soldados, nada de oficiales. \u201cHab\u00eda una cosa curiosa. Los soldados que se ubicaban m\u00e1s cerca del lugar del crimen en esas fechas, dec\u00edan que no hab\u00edan escuchado nada, y los que estaban m\u00e1s lejos dec\u00edan que s\u00ed hab\u00edan escuchado tiroteos\u201d, dijo Tojeira en el juicio.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EParker Soto segu\u00eda muy de cerca las indagaciones de la Comisi\u00f3n de Honor. El mi\u00e9rcoles 8, en el juicio de Madrid, el teniente Mendoza lo acus\u00f3 de haber alterado la declaraci\u00f3n extrajudicial que este brind\u00f3 despu\u00e9s de ser detenido el 8 de enero. Este jueves, Tojeira dio m\u00e1s detalles sobre el involucramiento de Parker en el caso.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ETojeira cont\u00f3 que Parker lo lleg\u00f3 a buscar a su despacho en la rector\u00eda de la UCA, en aquellos d\u00edas en los que el jesuita comenzaba a acusarlo de encubridor. \u201cMe dijo que \u00e9l no hab\u00eda encubierto y me dio unas razones que me confirmaron que s\u00ed hab\u00eda encubierto\u201d, dijo. Y luego relat\u00f3 lo que Parker le cont\u00f3 en esa cita: que un teniente, al final de uno de los interrogatorios de la comisi\u00f3n, le hab\u00eda dicho en privado que Benavides hab\u00eda confesado una \u201cluz verde\u201d del Estado Mayor para comenter el crimen. Entonces Parker se asust\u00f3, no ten\u00eda acceso al presidente Cristiani y llam\u00f3 al cu\u00f1ado de este, Roberto Llach, quien tambi\u00e9n era el primer designado presidencial. Seg\u00fan el relato de Tojeira, Llach le dijo que el d\u00eda siguiente iba a desayunar con el presidente y que lo acompa\u00f1ara. En el desayuno, Cristiani le dijo a Parker que deb\u00eda cont\u00e1rselo todo a la Comisi\u00f3n de Honor. \u201cParker me dijo que se lo dijo a la comisi\u00f3n pero que esta hab\u00eda decidido no mencionar la frase y que por tanto \u00e9l no hab\u00eda encubierto, porque \u00e9l lo hab\u00eda dicho a la comisi\u00f3n. Le pregunt\u00e9 por qu\u00e9 no se lo dijo al juez, pero ah\u00ed ya no me contest\u00f3\u201d, dijo Tojeira.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl diputado Parker insiste en que \u00e9l no particip\u00f3 en ninguno de los hechos que se le se\u00f1alan.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEn la quinta jornada del juicio del caso jesuitas, tambi\u00e9n declararon Benjam\u00edn Cu\u00e9llar, exdirector del IDHUCA que impuls\u00f3 una querella contra los autores intelectuales del crimen en El Salvador; y Jorge Gal\u00e1n, escritor salvadore\u00f1o que entrevist\u00f3 a Cristiani y cuyas declaraciones incorpor\u00f3 a su novela \u201cNoviembre\u201d.\u003C\/p\u003E"}