{"code":"26590","sect":"Columnas","sect_slug":"columnas","hits":"808","link":"https:\/\/elfaro.net\/es\/202212\/columnas\/26590","link_edit":"","name":"Mi Argentina, la del coraz\u00f3n en la boca","slug":"mi-argentina-la-del-corazon-en-la-boca","info":"La selecci\u00f3n de f\u00fatbol argentina es lo m\u00e1s parecido a la Argentina, quiz\u00e1s el \u00fanico espacio social y emotivo que atraviesa esa maldita grieta ideol\u00f3gica y econ\u00f3mica que amarga al pa\u00eds desde hace d\u00e9cadas.","mtag":"Cultura","noun":{"html":"Ernesto Rivera","data":{"ernesto-rivera":{"sort":"","slug":"ernesto-rivera","path":"ernesto_rivera","name":"Ernesto Rivera","edge":"0","init":"0"}}},"view":"808","pict":{"cms-image-000038412-jpg":{"feat":"1","sort":"38412","name":"cms-image-000038412.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000038412.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000038412.jpg","back":"","slug":"cms-image-000038412-jpg","text":"<p>Ernesto Rivera, columnista de El Faro para el Munidal de Qatar 2022.\u00a0<\/p>","capt":"\u003Cp\u003EErnesto Rivera, columnista de El Faro para el Munidal de Qatar 2022.\u00a0\u003C\/p\u003E"}},"pict_main__sort":38412,"date":{"live":"2022\/12\/10"},"data_post_dateLive_YY":"2022","data_post_dateLive_MM":"12","data_post_dateLive_DD":"10","text":"\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa selecci\u00f3n argentina de f\u00fatbol es lo m\u00e1s parecido a la Argentina. La selecci\u00f3n, como el pa\u00eds, nos ha hecho vivir, siempre, con el coraz\u00f3n en la boca.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ESiempre a punto del colapso, siempre a punto de la gloria. Una met\u00e1fora del pa\u00eds, una galaxia de emociones extremas, un fen\u00f3meno de la naturaleza que se materializa en forma de jugadores que, algunos d\u00edas, acarician la pelota como nadie en el planeta.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EY sobre todo, es un sentimiento que te hermana sin m\u00e1s a cualquiera que lleve una camiseta celeste y blanca.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa albiceleste es, quiz\u00e1s, el \u00fanico espacio social y emotivo que atraviesa esa maldita grieta ideol\u00f3gica y econ\u00f3mica que divide y amarga al pa\u00eds desde hace d\u00e9cadas. En una\u00a0 patria tan despareja, inequitativa y extensa geogr\u00e1ficamente, si hay algo en com\u00fan entre personas que viven en lugares tan diferentes y lejanos como Buenos Aires, Jujuy o Ushuaia, es ese sentimiento profundo por la camiseta asociado al sonido de la palabra 'gol'.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ECuando Messi tiene puesta la 10 y arranca en una de esas jugadas que uno reconoce como \u201cla magia\u201d, el coraz\u00f3n de todo el pa\u00eds late de una manera diferente, aunque uno est\u00e9, como yo, a 5.600 kil\u00f3metros de Argentina.\u00a0 \u00a0\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa selecci\u00f3n argentina es una droga dura. Un viaje capaz de instalarte en el VIP del Olimpo o en el s\u00f3tano m\u00e1s depresivo de los infiernos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ESal\u00ed de Argentina en el 96, justo cuando Maradona le entregaba a Boca sus \u00faltimos cartuchos como profesional, cuando Messi era un pibito que jugaba en Newell\u2019s y dejaba a todos con la boca abierta porque corr\u00eda como un demonio y hac\u00eda unas gambetas cortitas en las que parec\u00eda tener la pelota atada a los botines.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EPara mi generaci\u00f3n, la relaci\u00f3n con la Selecci\u00f3n comenz\u00f3 en el Mundial del 78\u2019, yo ten\u00eda 15 a\u00f1os cuando todo el pa\u00eds estall\u00f3 de alegr\u00eda con el primer gol de Mario Alberto Kempes a los 38 minutos. Pero, como tenemos alma de tango, despu\u00e9s lleg\u00f3 el martirio, y los naranjas nos empataron con un\u00a0 gol de Nanninga y de ah\u00ed, a la agon\u00eda del alargue y medio pa\u00eds rez\u00e1ndole a la virgencita de Luj\u00e1n, a la difunta Correa y al Gauchito Gil. Hasta que Bertoni, en el minuto 116, nos devolvi\u00f3 la respiraci\u00f3n y el pulso.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E\u00a1Argentina Campe\u00f3n, carajo! Ese fue mi bautismo de fuego.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EY esa noche fue inolvidable, todo el pa\u00eds sali\u00f3 a la calle y todos cantamos envueltos en la bandera y nos besamos entre desconocidos y gritamos los goles mil veces y saltamos hasta pulverizarnos los meniscos y bebimos hasta que se hizo de d\u00eda.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEra la primera vez que las calles se llenaban de gente libre desde el 24 de marzo del 76, cuando Videla dio un golpe militar, clausur\u00f3 el Congreso, prohibi\u00f3 la actividad pol\u00edtica y comenz\u00f3 una de las carnicer\u00edas m\u00e1s salvajes de toda la historia argentina.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EDigo que la selecci\u00f3n argentina es lo m\u00e1s parecido a la Argentina porque, el deslucido papel que luego tuvimos en Espa\u00f1a 82, tuvo como tel\u00f3n de fondo la Guerra de Malvinas y la foto de un mont\u00f3n de chicos muriendo de fr\u00edo y desamparo, traicionados por sus propios oficiales, mientras en la televisi\u00f3n oficial los presentadores de noticias juraban que le \u00edbamos ganando a los ingleses.\u00a0 \u00a0\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEn el 83 volvi\u00f3 la libertad y explot\u00f3 el rock en espa\u00f1ol con Le\u00f3n y su S\u00f3lo le pido a Dios, con Charly demoliendo hoteles, los Soda conquistando Am\u00e9rica y los Redondos inventando un planeta de poes\u00eda sonora. Y Raul Alfonsin y asegurando que: \u201ccon la democracia se curaba, se com\u00eda y se educaba\u201d, pero qu\u00e9 va, la cosa era m\u00e1s complicada.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELa alegr\u00eda albiceleste regres\u00f3 en el 86\u2019, con ese Diego imparable, con su cabeza, con su mano de Dios, con esos pies rodeados de nubes, esos enganches, esa picard\u00eda de potrero,\u00a0 ese coraz\u00f3n y esos quiebres de cadera que mandaron al psic\u00f3logo a la defensa inglesa y le provocaron un trauma profundo al arquero Peter Shilton.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EY ah\u00ed s\u00ed, otra vez la gloria y los abrazos y otra vez los colores asociados al disfrute y esa sensaci\u00f3n de pertenecer a un pa\u00eds.\u00a0 \u00a0 \u00a0 \u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ELuego vino Italia 90 y aquella final de v\u00e9rtigo con Alemania y el gol artero de Andreas Brehme en el minuto 85 y\u00a0 aunque quedamos subcampeones, volvimos a tener en el pecho esa sensaci\u00f3n horrible de sentirnos derrotados. Siempre un pa\u00eds del todo o nada.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EY despu\u00e9s llegaron otras muchas olas: la efedrina de Maradona en Estados Unidos 94\u2019, la llegada de Menem y el desguace del Estado, los corralitos financieros y cientos de miles de personas perdiendo sus ahorros y ese sube y baja pol\u00edtico tan criollo y desgastante.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EUn par de a\u00f1os despu\u00e9s vino la crisis del 2001, cuando De la R\u00faa escap\u00f3 de la Casa Rosada en helic\u00f3ptero, la polic\u00eda reprimi\u00f3 como en las viejas \u00e9pocas y tuvimos cuatro presidentes en diez d\u00edas.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEn esa \u00e9poca, la obra social de Acindar, la acer\u00eda donde laburaba Jorge, el pap\u00e1 de Messi, dej\u00f3 de pagarle la medicaci\u00f3n para la hormona del crecimiento que la pulga necesitaba para estirarse.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EEl Barcelona se lo llev\u00f3 justo a tiempo, en febrero del 2001. El primer contrato de Leo lo firm\u00f3 Jorge en la servilleta de papel de un restaurante. El pa\u00eds estall\u00f3 en diciembre y, sin aquella servilleta de papel, el destino de Leo quiz\u00e1s hubiera sido diferente.\u00a0 \u00a0 \u00a0\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EY a m\u00ed, en aquel torbellino, una oleada de muertes cercanas, sue\u00f1os, reencuentros familiares y el af\u00e1n por la aventura me trajo de regreso a Costa RIca despu\u00e9s de 35 a\u00f1os de vivir en Argentina. Y entonces, la emoci\u00f3n por aquella camiseta se vivi\u00f3 -durante un tiempo- con un poco de sordina, de amortiguamiento, de distancia.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EAhora, otra vez contra los Naranjas como en aquella final del 78. Vi a Messi driblando a dos holandeses por fuera del \u00e1rea, Messi que avanza atrayendo con su jugada a seis defensores naranjas, Messi que se zafa del asedio y le mete esa genialidad de pase filtrado que se abre camino a trav\u00e9s de un bosque de piernas rivales para que lo reciba Nahuel Molina y empuje la pelota con la puntita sedosa del bot\u00edn y la coloque en el fondo de la red del arquero Andries Noppert.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EY ese duelo Messi-Noppert, antes del primer penal y el gigante que se acerca a la pulga y le dice algo al o\u00eddo y Messi, que primero se hace el salame y lo ignora, luego se para a un metro de la pelota con cara de a ver qu\u00e9 sale y al final le despacha un implacable tiro cruzado que deja a Noppert como un c\u00edclope. Messi que nos pon\u00eda as\u00ed en un dos a cero y un dedo apoyado ya, entre los cuatro mejores del mundo.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EPero lo nuestro es sufrir y llega el gol de Pa\u00edses Bajos con un cabezazo feroz que le pica adelante de la cara al Dibu Mart\u00ednez y nos provoca un ataque de p\u00e1nico a todos.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EArgentina dos, Pa\u00edses Bajos uno. Me muero.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EY ya, en el \u00faltimo suspiro del partido, faltando un minuto para agotar el tiempo de descuento y para pasar a la semifinal, un empuj\u00f3n innecesario, boludo, infantil de la defensa regala un tiro libre que el delantero Weghorst ejecuta marcialmente desde sus casi dos metros de altura y, en una jugada de pizarr\u00f3n, nos manda el cuchillazo del dos a dos y nos empuja al alargue y a sufrir otros 30 minutos. Tango y rock and roll.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003ECon las piernas exhaustas llegamos a los penales y a las dos atajadas del Dibu Martinez que le congelaron la sangre a los rivales y a ese penal errado del pibe Enzo Fern\u00e1ndez que nos instala, otra vez,\u00a0 la taquicardia en el pecho. Hasta que Lautaro Mart\u00ednez, en el \u00faltimo penal, da un paso al frente con cara de p\u00e1nico y les perfora la red y nos catapulta otra vez en el cielo. Como dijo Leo al final del partido: \u201csufrimos mucho\u201d.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003EArgentina llega a semifinales y yo sigo con el coraz\u00f3n en la boca, como debe ser.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Chr \/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp dir=\"ltr\"\u003E* Ernesto Rivera es periodista argentino y costarricense\u003C\/p\u003E"}