{"code":"26591","sect":"El Salvador","sect_slug":"el-salvador","hits":"557","link":"https:\/\/elfaro.net\/es\/202212\/el_salvador\/26591","link_edit":"","name":"\u00a1Boca!","slug":"-iexcl-boca-","info":"Seis personajes miran el partido entre Argentina y Pa\u00edses Bajos en un barcito del barrio de la Boca y entre todos escenifican la argentinidad recitada en un coro de insultos criollos. Aqu\u00ed el f\u00fatbol es total en la tarde en que la albiceleste logra pasar a semifinales de Qatar 2022.","mtag":"Cultura","noun":{"html":"\u003Cspan class='tint-text--dark' data_href='\/user\/profile\/cmartinez'\u003E Carlos Mart\u00ednez\u003C\/span\u003E","data":{"carlos-martinez":{"sort":"cmartinez","slug":"carlos-martinez","path":"carlos_martinez","name":"Carlos Mart\u00ednez","edge":"0","init":"0"}}},"view":"557","pict":{"cms-image-000038414-jpg":{"feat":"1","sort":"38414","name":"cms-image-000038414.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000038414.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000038414.jpg","back":"","slug":"cms-image-000038414-jpg","text":"<p>Barrio de La Boca, Buenos Aires, Argentina. Foto de El Faro: Carlos Mart\u00ednez.<\/p>","capt":"\u003Cp\u003EBarrio de La Boca, Buenos Aires, Argentina. 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Ah\u00ed Diego se convirti\u00f3 en El Diego, una criatura con una pata en lo humano y otras tantas en lo divino, al punto que si en cualquier momento a una nave llena de extraterrestres le diera por aterrizar en La Boca, sus tripulantes no podr\u00edan sino concluir que ese lugar tiene por \u00fanica deidad al amado se\u00f1or de rizos negros, perpetuamente encalzonetado y presente en todo.\u00a0 La polic\u00eda considera aquel sitio como un barrio bravo, con sus casas ruinosas de madera y chapa, con sus pibes chorros, golilleros y ruidosos. Ah\u00ed, una camiseta del River es una provocaci\u00f3n insoportable, adem\u00e1s de un cheque al portador de, al menos, una paliza, o varias. El f\u00fatbol es total y el barrio y su estadio y su equipo son uno. El Gordo, por ejemplo, usa Boca como sin\u00f3nimo de muchas cosas. Como cuando me pidi\u00f3 un cigarro:\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E- \u00bf\u003Cem\u003EMe das un pucho de esos?\u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cem\u003E- Claro, mano, agarre, son de todos. \u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cem\u003E- Boca. \u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EY me choc\u00f3 el pu\u00f1o.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEncontr\u00e9 a aquel grupo de pura casualidad: recorr\u00eda el barrio en busca de una pantalla gigante o de multitudes reunidas, pero el barrio, y Buenos Aires entera, era, sin exagerar, un pueblo fantasma. Puertas adentro, se escuchaba un aparato prendido en cada casa, pero la calle estaba desolada. Me asom\u00e9 por una casita de paredes de lat\u00f3n, a ver si al hacerme el turista alguien se compadec\u00eda y me invitaba a ver el partido en familia, pero una polic\u00eda que pasaba se detuvo para prevenirme: \u003Cem\u003Ese\u00f1or, si usted entra ah\u00ed, va a salir sin nada. \u003C\/em\u003EAs\u00ed que segu\u00ed mi camino y fui a parar al primer changarrito que me encontr\u00e9 con la puerta abierta: un barcito de barrio, con seis tipos cancheros que sudaban frente a un televisor que fue moderno cuando el control remoto era la vanguardia. Casi ninguno ten\u00eda la dentadura completa y sudaban profusamente mientras insultaban sin parar: el Gordo ten\u00eda un vozarr\u00f3n raspado, aguardientoso y potente, un rugido capaz de abrirse paso en medio de la Bombonera; el Flaco, que llevaba una camiseta argentina con el n\u00famero 12, s\u00edmbolo de la hinchada tremenda del Boca Jr y que andaba unos metros despu\u00e9s de la l\u00ednea que marca la frontera entre la sobriedad y la embriaguez; un tipo calvo, al que llamaban Pelado, al que la marihuana ten\u00eda ya en la fase de mutismo sonriente; un se\u00f1or negro muy delgado que jam\u00e1s pronunci\u00f3 un solo sonido; el hermano del Gordo, el m\u00e1s mesurado de todos, que cada tanto le ped\u00eda al Flaco que bajara revoluciones; un se\u00f1or con gorrito de hincha futbolero, que fumaba sin parar y quien fuera el primero en bienvenirme cuando dije que era salvadore\u00f1o: \u003Cem\u003E\u00a1M\u00e1gico Gonz\u00e1lez!, \u003C\/em\u003Edijo de inmediato y el Gordo remat\u00f3: \u003Cem\u003Eel \u00eddolo del Diego. \u003C\/em\u003EEntonces me supe incluido, aunque mientras apuraba mi primera cerveza fr\u00eda, el Flaco me impuso visa de entrada: \u003Cem\u003E\u00bfSos de Boca? Porque aqu\u00ed si no sos de Boca no sal\u00eds. \u003C\/em\u003EY para probar mi fervor \u2013y para salir\u2013 me di a m\u00ed mismo tres sonoras pechadas mientras ment\u00eda: \u003Cem\u003E\u00a1De coraz\u00f3n! \u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cem\u003EBoca, \u003C\/em\u003Ecelebr\u00f3 el Gordo, y me choc\u00f3 el pu\u00f1o por primera vez. Lo que vino a continuaci\u00f3n, y cuya ejecuci\u00f3n intentar\u00e9 replicar de la manera m\u00e1s fiel, fue la m\u00e1s exquisita, la m\u00e1s deliciosa serenata de improperios, pronunciada de una forma org\u00e1nica, sin pausas para pensar, honesta y sabrosa.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cem\u003E\u00a1Con Messi, no, la reconcha de tu madre, no me importa si te met\u00e9s con mi hermana, pero con Messi no, hijo de puta! \u003C\/em\u003EDijo el Flaco cuando un adversario meti\u00f3 la primera zancadilla al astro argentino.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cem\u003ELa concha de tu hermana, pelado de mierda, con Escaloni no te met\u00e1s, hijo de mil putas\u2026 \u003C\/em\u003ERugi\u00f3 el Gordo, cuando el \u00e1rbitro reprendi\u00f3 al t\u00e9cnico argentino, y luego, cuando uno de los europeos cay\u00f3 al suelo, producto de una patada argentina: \u003Cem\u003ECag\u00f3n de mierda, jug\u00e1 f\u00fatbol, esto es f\u00fatbol, la puta que te pari\u00f3, \u003C\/em\u003Ey volv\u00eda a darle duro a la tancada de fernet con hielo y Coca Cola que se rellenaba cada tanto.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEl Flaco le daba instrucciones a Messi: \u003Cem\u003EVamos Leo, record\u00e1 que sos el t\u00e9cnico dentro de la cancha. \u003C\/em\u003EY a todos los dem\u00e1s: \u003Cem\u003EPasala a Messi, boludo, lo que ten\u00e9s que hacer es d\u00e1rsela a Messi, concha de tu madre; \u00a1Encaralo, cag\u00f3n, presion\u00e1 por el lado!; Si vos sos del Independiente, la concha de tu hermana, te quedaste parado. \u003C\/em\u003ETodo esto dicho de pie, a unos cent\u00edmetros del televisor y, justo cuando parec\u00eda que era inevitable que le metiera una trompada, el hermano del gordo interven\u00eda: \u003Cem\u003Ebajale, boludo, bajale, \u003C\/em\u003Ey el Flaco le respond\u00eda siempre con un insulto y se sentaba farfullando.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=3000&ImageHeight=2000&ImageId=38413 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"Barrio de La Boca, Buenos Aires, Argentina. Foto de El Faro: Carlos Mart\u00ednez.\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E Barrio de La Boca, Buenos Aires, Argentina. Foto de El Faro: Carlos Mart\u00ednez. \u003Cdiv class=\"photographer text_italic rule--ss_l tint-text--idle\"\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEntonces encendieron otro porro y el ambiente se llen\u00f3 de su olor. Y lleg\u00f3 el primer gol argentino, luego de una genialidad de Lionel Messi,\u00a0 y brindaron todos, incluy\u00e9ndome a m\u00ed, que andaba ya rondando la tercera cerveza del primer tiempo: \u00a1\u003Cem\u003ESalud!\u003C\/em\u003E, salvo el Gordo que lo hizo a su manera: \u00a1\u003Cem\u003EBoca! \u003C\/em\u003EY el Flaco casi que se atribu\u00eda el logro: \u003Cem\u003E\u201cEso era todo, boludo, eso era todo, te dije: d\u00e1sela a Messi\u201d. \u003C\/em\u003EEntonces se lanzaron a sus cantos, agitando el brazo derecho con la palma de la mano abierta y pronunciando las O, con la boca puesta como para pronunciar la U: \u003Cem\u003EArgentina va a salir campe\u00f3n, Argentina va a salir campe\u00f3n, se lo dedicamos a todos y a la reputa madre que te repari\u00f3 (bis). \u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEn el Gordo el fernet comenzaba ya a hacer lo suyo: \u003Cem\u003EPa\u00edses Bajos\u2026 no sab\u00e9s de d\u00f3nde sos, boludo, sos Holanda, la concha puta de tu hermana. \u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EY lleg\u00f3 el segundo gol y La Boca fue una fiesta: gritos, pitoretas, petardos, alegr\u00edas todas y se comentaba lo extraordinario, lo sublime, lo fuera de serie que es el 10 y se jactaban de que todo aquello hab\u00eda sido sin la participaci\u00f3n del Fideo, que segu\u00eda calentando la banca. A partir de este punto las idas al ba\u00f1o del Flaco se volvieron m\u00e1s frecuentes, y sus nervios, un tanto m\u00e1s hura\u00f1os.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Ciframe src=\"https:\/\/www.youtube.com\/embed\/4gr1-T1KHlo\" width=\"560\" height=\"315\" frameborder=\"0\" allowfullscreen=\"\"\u003E\u003C\/iframe\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEn una parrillita puesta en la acera, el Gordo cocinaba chorizos y chinchulines y las cervezas corr\u00edan libres y sin due\u00f1o, y todos \u00e9ramos amigos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEntonces comenz\u00f3 el segundo tiempo, y el Gordo animaba a su selecci\u00f3n: \u00a1\u003Cem\u003EVamos, Boca!\u003C\/em\u003E Un silencio, como una sombra, recorri\u00f3 el barrio con el primer gol contrario. Pero todav\u00eda estaba ese segundo gol redentor, como una red protectora, que los manten\u00eda a salvo. Cuando se anunci\u00f3 que se agregar\u00edan 10 minutos extra, el Flaco estaba ya fuera de s\u00ed y por la boca del Gordo hablaba ya el Fernet que lo hab\u00eda pose\u00eddo: \u003Cem\u003EPelado hijo de puta, \u00bfc\u00f3mo ponen un \u00e1rbitro europeo en un partido entre Europa y Argentina?, ten\u00edan que poner a un asi\u00e1tico, \u00bfVos sos el abuelo de todos esos, gallego hijo de puta? la puta que te pari\u00f3, la reconcha puta de tu hermana, boludo, \u00bfc\u00f3mo vas a dar diez minutos? \u003C\/em\u003EY entonces s\u00ed pens\u00e9 que entre el Gordo y el Flaco despedazar\u00edan aquel televisor cul\u00f3n.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EDe una casa vecina sal\u00edan aullidos similares, hasta que el gol del empate silenci\u00f3 el barrio. Se hizo un silencio rey, las manos en la cabeza, la cabeza entre las rodillas. El dolor. El p\u00e1nico.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EApenas recuerdo el tiempo complementario. En mi cabeza bailaban tambi\u00e9n algunas cervezas y aquellos 30 minutos fueron, eso s\u00ed, el marem\u00e1gnum de insultos, a los que se sumaron todos los otros personajes \u2013salvo el se\u00f1or negro que nunca habl\u00f3\u2013, al punto que pens\u00e9 que si el Flaco no arremet\u00eda a patadas contra el televisor, lo derretir\u00edan a punta de puteadas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EY llegaron los penales.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cem\u003EEst\u00e1s cagado, hijo de puta, est\u00e1s cagado, tirala\u00a0 fuera, boludo, morite, la reconcha de tu madre\u2026 \u003C\/em\u003EAquella era la escenificaci\u00f3n de un infarto, en la que se conjugaban porros, fernet, cervezas, una pasi\u00f3n desbordante y lo que sea que el Flaco haya estado jugando en el ba\u00f1o.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EPero pas\u00f3 lo que pas\u00f3. La argentina es la \u00fanica selecci\u00f3n latinoamericana viva en el mundial, luego de que los croatas dejaran llorando a Brasil. No s\u00e9 qu\u00e9 m\u00e1s decir, salvo que La Boca era una fiesta, era una fiesta, era una fiesta. Y el cielo, que nos hab\u00eda tenido metidos en una olla de presi\u00f3n, se derram\u00f3 de pronto sobre Buenos Aires, primero a pringas y luego a gotas largas y fr\u00edas. A modo de despedida, abrac\u00e9 al Gordo y ensay\u00e9 la \u00fanica f\u00f3rmula posible:\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E-\u00a1\u003Cem\u003EChao, Carlitos!\u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cem\u003E- Boca, Gordo. \u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EY le choqu\u00e9 el pu\u00f1o.\u003C\/p\u003E"}