El Salvador / Política

Muyshondt ofreció a Xavi Zablah boicotear las elecciones de 2021

El exasesor de seguridad de la Presidencia, Alejandro Muyshondt, se reunió con el presidente del partido Nuevas Ideas, Xavier Zablah Bukele, y con Ibrajim, hermano del presidente Nayib Bukele, y les aseguró a ambos que se había “robado” el código fuente del sistema interno de conteo de votos del TSE. También expuso a Zablah una serie de estrategias ilegales para boicotear las elecciones si los resultados preliminares no eran los que esperaban. 


Miércoles, 2 de octubre de 2024
Carlos Martínez, Gabriel Labrador, Sergio Arauz y Nelson Rauda

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En dos conversaciones distintas, el exasesor presidencial de seguridad, Alejandro Muyshondt, aseguró a Ibrajim Bukele, hermano del presidente Nayib Bukele, y al presidente del partido Nuevas Ideas y primo del presidente, Xavier Zablah Bukele, que él y sus colaboradores habían tramado distintas estrategias delictivas para boicotear el sistema informático del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en el marco de las elecciones legislativas del 28 de febrero de 2021. Con Zablah conversó en febrero, antes de la elección, y con el hermano del presidente en mayo y en junio, posterior a las votaciones, en las que el oficialismo se hizo con el control absoluto de la Asamblea.

Todo esto quedó registrado en grabaciones hechas en secreto por Muyshondt. Aunque en esos audios él asegura que tiene listas estrategias para “botar” el sistema informático del TSE; “quemar” computadoras; “lavar dinero” a través de bitcoin para comprar “paquetes” que saturarían el sistema hasta hacerlo colapsar y que había “robado” el código fuente del Tribunal, ni el hermano del presidente ni el líder del partido oficial le hacen ver que lo planteado implica una conspiración ilegal. Zablah es el único que pone un reparo: le da miedo que los descubran y que luego queden como “los malos”. 

Xavi Zablah, presidente de Nuevas Ideas, saluda a los diputados de la bancada oficialista, durante la toma de posesión, el 1 de mayo de 2024, en el Salón Azul de la Asamblea Legislativa. Foto de El Faro: Víctor Peña. 
Xavi Zablah, presidente de Nuevas Ideas, saluda a los diputados de la bancada oficialista, durante la toma de posesión, el 1 de mayo de 2024, en el Salón Azul de la Asamblea Legislativa. Foto de El Faro: Víctor Peña. 

Como ha quedado evidenciado por investigaciones periodísticas recientes, Muyshondt solía grabar en secreto a sus interlocutores, incluso en conversaciones dentro de la Presidencia. El Faro ha obtenido algunas de esas grabaciones, cuyo origen es el mismo que las que fueron publicadas por el periodista Héctor Silva en el medio guatemalteco Prensa Comunitaria.

El Faro estaba al tanto de la existencia de estas grabaciones, porque el mismo Muyshondt se lo reveló a uno de nuestros periodistas, poco antes de su detención en agosto de 2023. Esas grabaciones, dijo, eran su “seguro de vida”. Muyshondt fue arrestado luego de denunciar públicamente casos de corrupción y de narcotráfico al interior de las filas oficialistas. Murió bajo la tutela del Estado en febrero de 2024. Sus familiares han denunciado que su cadáver presentaba graves signos de tortura.

Este miércoles 2 de octubre, El Faro pidió comentarios y solicitó entrevistas con la Secretaria de Comunicaciones de la Presidencia, Sofía Medina, y también envió solicitudes de entrevista al presidente del partido Nuevas Ideas, Xavier Zablah. Desde el inicio de la primera gestión presidencial de Bukele, en 2019, este periódico ha solicitado respuestas y realizado múltiples peticiones de entrevistas a funcionarios partidarios y del Gobierno, pero nunca han accedido a dar declaraciones previas a una publicación.

“Esa mierda la sobresaturamos y, olvídate, aquí no hay conteo”

La conversación entre Muyshondt y Zablah ha sido fechada por El Faro el 9 de febrero de 2021, un año después de que el presidente Bukele se tomara el congreso con soldados para exigir la aprobación de un préstamo. En esa conversación los acompaña el hermano de Xavier, David. En algún momento de la conversación, Muyshondt menciona los apellidos de sus interlocutores: “Ustedes son Zablah Bukele”.

Tras conversar sobre cómo Bukele cambió el 26 de enero de 2021 su foto de perfil de X (entonces Twitter) por la del personaje de ficción General Aladeen, que protagoniza la comedia El Dictador, Muyshondt entra en materia y cuenta por qué cree que en las elecciones de febrero de 2021 el TSE preparaba un fraude. “Yo el 14 de diciembre identifiqué el fraude”, dice y Zablah le contesta: “Sí, sí, pudiste hacerlo”. Muyshondt dice: “Tiempo ha habido para subsanar esos errores. Que el TSE se niegue, y que vos te reunás… te reuniste con el peenecé (en relación a alguien de la Policía Nacional Civil), y uno de mi equipo estuvo ahí, que es el ingeniero Raúl Torres, y ahí les demostré a esos hijos de puta que esa mierda estaba totalmente viciada”, dijo.

Luego Muyshondt le revela a Zablah de dónde vienen sus conclusiones: “Bueno, yendo a que el 14 de diciembre yo me huevié el código fuente de esa mierda (…) completo, y yo le dije a vos y a N (“ene”) y a (inaudible)…”.

El código fuente es el conjunto de líneas de texto con las instrucciones que una computadora debe seguir para echar a andar una aplicación o un programa.

Muyshondt se está refiriendo a que sustrajo ilegalmente el código con el que el TSE había estado trabajando el software que se iba a ocupar en las computadoras el día 28 de febrero de 2021. El 28 de febrero se usó por primera vez tecnología en cada Junta Receptora de Votos (JRV). Es decir que la gente trabajando en cada JRV pudo contar manualmente los votos pero, por primera vez, tuvo ayuda de una computadora para procesar y ordenar los datos, y así permitir que el escrutinio preliminar (resultados preliminares) se conociera rápidamente la misma noche de la votación.

Sin embargo, el 14 de diciembre el TSE no había terminado de diseñar el código fuente, que estuvo listo hasta finales de enero, según dijo a El Faro un técnico del TSE que trabajó en el equipo informático y que pidió no revelar su identidad por temor a represalias. La fuente explicó que lo que en diciembre existía era un prototipo. Muyshondt expone a Zablah y a David el verdadero problema que atisba: si los resultados de la elección no eran los que el oficialismo esperaba, sus propias bases, a las que se refiere como “esa turba de cerotes”, montarían un caos.

“Como seguridad nacional, si hacen fraude, el país se va a la mierda, porque no habrá manera de cómo putas detener a esa turba de cerotes a que le den fuego al TSE”, dice a Zablah.

“Ese es mi punto, perdón que te interrumpa. Yo se lo dije directamente: es que no creo que nosotros vamos a decir en Twitter o en Facebook: “vayan y hagan desvergue”. No. Es que ahora no es Nayib, es cada uno… ellos mismos van a mandar a la mierda todo”, replica el presidente de Nuevas Ideas.

Muyshondt insiste en que ese escenario podría ser peligroso para la imagen de Bukele: “Y con algo así ponemos en riesgo la seguridad nacional del país ¿Qué implica eso? Puta, que… internacionalmente… a mi lo que me interesa es proteger al presidente porque si hay turbas, el Ejecutivo va a tener que utilizar a la policía, y entonces Nayib ya no va a quedar de San Nayib, sino que “puta, nos echaron a la policía y no sé qué, solo queremos ayudar…” ¿Me entendés? No tanto la parte de seguridad nacional sino la parte que lo puede afectar a él. Bueno. Según informes sabemos que el TSE se rehúsa a auditorías”, insiste.

Las preocupaciones del entonces asesor presidencial son coherentes con el clima de desconfianza frente al TSE promovido laboriosamente por el bukelismo. Desde finales de 2020, en comerciales y entrevistas, hubo un bombardeo mediático por parte de distintos actores: el presidente Bukele, sus diputados aliados de Gana, dirigentes y candidatos de Nuevas Ideas, los medios oficiales de propaganda Diario El Salvador y Noticiero El Salvador, medios en poder del CONAB como Diario La Página y Órbita, así como muchos youtubers y páginas de sedes departamentales y municipales del partido Nuevas Ideas, según un rastreo de publicaciones hecho por El Faro.

Xavi Zablah (centro), presidente de Nuevas Ideas, junto a diputados de la nueva Asamblea Legislativa que tomó posesión el 1 de mayo de 2024. Foto de El Faro: Víctor Peña. 
Xavi Zablah (centro), presidente de Nuevas Ideas, junto a diputados de la nueva Asamblea Legislativa que tomó posesión el 1 de mayo de 2024. Foto de El Faro: Víctor Peña. 

Muyshondt vuelve a insistir sobre el peligroso escenario que intuye, hasta que llega el momento de plantear posibles soluciones al problema. Comienza comparando el escenario electoral con la Guerra Fría: “Entonces lo que yo te mandé es como Rusia y Estados Unidos: tenían arsenal nuclear y se mantenía la paz porque uno podía destruir al otro, solo que en este caso no tiene el costo de un arsenal nuclear, sino que solamente es una línea de defensa que si el TSE nos hace fraude, les botamos todo el puto sistema, pero lo que se necesita es (tener el) poder porque le estaríamos tirando más de 300 gigabytes por segundo a esa mierda, o sea la topamos… ahí no hay manera de que los datos se transfieran con esa velocidad porque aquí no hay nadie, nadie… Porque vaya, le estaríamos inyectando al sistema, con los 5 contratos, sería, 1.5 terabytes, no hay esa velocidad aquí, tal vez Tigo lo tenga para darle a todos los clientes… pero no, esa mierda la sobresaturamos y olvidate, aquí no hay conteo. Esa es la primera línea, lo que les puse. Hicimos el cálculo (…) conmigo, Raúl (se refiere a Raúl Torres, uno de sus colaboradores) me dijo: 'mirá, puta, entre más mejor: si podés 6'. Y yo le digo: 'no, mucho pisto', le dije, 'quedémonos con 5'. Que eran los 600 por 5, veá. ”.

No hay más elementos que permitan precisar de qué “contratos” se trata. Muyshondt tiene incluso un plan para suscribir estos “contratos” dejando el menor rastro posible: “Yo eso… tengo que lavar el pisto, lo tengo que transferir en Bitcoin (en este momento, Zablah y David estallan en carcajadas)… O sea, yo voy a comprar Bitcoin desde otra cuenta, voy a pagar con Bitcoin, y ahí no queda rastro alguno. O sea, lo que menos quiero es desvergue penal”.

El entonces asesor de seguridad cuenta entonces su plan B: “Lo otro, la otra línea de defensa que tenemos y que he trabajado más de manera artesanal, va, te voy a mostrar. … un USB cualquiera te lo tiene”. Zablah lo interrumpe: “De hecho, para hackear el sistema…”, pero Muyshondt no lo deja terminar: “Esto no es hackeo. Si tenés una computadora podemos probar, una que te valga verga, disco duro y todo, mother board… una USB, puta… yo, como soy un poquito más loco, ando la llave para entrar a los servidores, puta, la ando aquí…”. David se muestra sorprendido: “¡Qué paloma está esa mierda!”.

Se escucha que manipulan aparatos, posiblemente una computadora. Muyshondt les está mostrando algo: “Tenés que dejarla cargando 3 segundos… (Se escucha como cuando se dispara un arma que no tiene balas: un gatillazo) ahí ya quemaste la computadora. Entonces, andar con esto, puta, te lo van a ver feo, además que tenés que andar con esto para darle carga”. “Sí”, replica Zablah. Y Muyshondt plantea una respuesta a ese aparente problema: “Entonces la otra solución es dejarlo directo y andar así quemando las computadoras, lo cual, puta, nosotros quitamos capacitadores y toda mierda y con esto ya quemamos la computadora. Pero si mandamos a pedir de esto, no lo detectan, no saben”.

Es entonces cuando el presidente del partido oficial y primo de Bukele plantea su primer reparo: “A mí lo que me preocupa de esto es, uno, de verdad, y te lo juro por dios, no quisiera hacerlo, simplemente. Dos… suponete que sea necesario para defender algo que ellos están haciendo mal, no es por nosotros. Dos, el problema es que no tenemos gente suficiente capaz para poder (…) van a haber demasiados ojos, va a haber demasiada mara, no tenemos mesas (…) la mayoría (…), entonces siento yo que”. Muyshondt interrumpe: “¿Que te digan algo?”. Zablah retoma: “Eh, no es necesario, sino que: complicadísimo. Claro, de eso a esto hay un gran cambio y está bien cagado de la risa y está vergón, (risas), pero es paja, no (…) ¿Sabés cuál es mi miedo? Que van a agarrar a alguien de nosotros con eso, nosotros deteniendo algo malo que ellos estén haciendo y esa va a ser la narrativa, van a decir que nosotros estamos haciendo algo malo cuando no es así. Eso es (…) No les dejemos la mínima opción de que digan: 'ya vieron, ellos… encontramos esto' (…) No es así pero eso es lo que van a pensar, de hecho, cualquiera lo pensaría”.

El presidente del partido más poderoso del país, después de decir que no querría llegar a boicotear los resultados electorales, expresa sus temores, pero nunca pide directamente a Muyshondt que descarte la idea.

Muyshondt da por zanjada esa opción: “Ok. Esto queda descartado entonces. Lo otro es indetectable, porque los ataques no vinieran de acá, vinieran de Ucrania, de Bulgaria, puta, de diferentes lugares, ni siquiera saben de dónde putas…”

Como ejemplo del buen funcionamiento de este método, cita otros actos de boicot que asegura haber realizado con éxito en contra de medios de comunicación: “Con un contrato de estos, cuando estuvieron hablando mierdas de Nayib los de Factum, les dejamos Factum un mes fuera (Zablah y David vuelven a reírse)… los cerotes tuvieron que invertir como 50 mil vergas para lo que tienen ahorita de servidor (vuelven a reír)… les salió caro, tuvieron que perder como un mes de anuncios, más los 50 mil vergas que tuvieron que invertir… GatoEncerrado es otro que pasó un mes fuera… y los de El Faro, en una fortaleza lo tienen…”.

Factum y GatoEncerrado sufrieron ataques como los que describe Muyshondt en la conversación, pero el exasesor exageró los efectos de su maniobra. Ezequiel Barrera, fundador de GatoEncerrado, confirma que entre el 21 y el 28 de julio de 2020 su medio sufrió un boicot que provocó que su revista estuviera fuera de la web por 48 horas, luego de publicar una investigación en la que se reveló que el ministro de Salud, Francisco Alabí, favoreció a su familia con contratos durante la pandemia. Factum, a través de su director, César Castro Fagoaga, también confirma que su medio fue atacado en octubre de 2019, provocando que la revista estuviera fuera de línea durante 7 días.

Ambos periodistas confirman que el tipo de ataque se llama “ataque de denegación de servicio”, también conocido como ataque DOS (por sus siglas en inglés: denial of service). Ocurre cuando una red de computadoras logra saturar un sitio web con el fin de hacerlo inaccesible a los usuarios legítimos. Como se verá a lo largo de este artículo, Muyshondt solía exagerar o simplemente mentir sobre la efectividad de sus métodos, con el propósito de ganar puntos con las figuras políticas más cercanas al presidente Bukele.

Muyshondt se mostraba dispuesto a accionar una operación en el momento que recibiera las órdenes precisas: “En caso que Vladimir o el cero-uno diga, o lo que vos me digas, digan: 'mirá, hijuelagran puta, démosle a esos hijos de la gran puta…'”.

Como lo evidencian otras grabaciones publicadas en otros reportajes, el asesor también menciona a Zablah y a David que tiene un protocolo de seguridad en caso de que la Fiscalía General de la República, que en ese momento aún no estaba controlada por Bukele, haga un operativo. “Si nosotros en la oficina (…) tenemos un protocolo Hiroshima. Nosotros sabemos que la Fiscalía nos lleva hambre… Entonces, en lo que se entretiene el hijuelagranputa en la entrada. ¡Pa, pa, pa, pa, pa! (Hace un sonido como cosas estallando. Todos ríen)”.

David se muestra sorprendido una vez más. “Este hijueputa… ja, ja, ja. Esa mierda solo la había visto en películas.” Muyshondt explica: “A mí lo que me da miedo, puta, que me hallen y otra vez el show, mirá…( ) en 2019”.

El asesor se refiere a una detención que le hizo la Policía en septiembre de 2019, a tres meses de iniciado el gobierno de Bukele, por expresiones de violencia contra la mujer.

“Botamos el sistema para que se hiciera el conteo manual”

El Faro tuvo acceso a otras dos conversaciones entre el entonces asesor de seguridad y el hermano menor del presidente Bukele, Ibrajim Bukele, parte del círculo más íntimo del mandatario e involucrado -pese a no tener ningún nombramiento oficial- en la construcción del plan para convertir el Bitcoin en moneda de curso legal en El Salvador. Ambas conversaciones ocurrieron después de las elecciones del 28 de febrero de 2021.

La primera de esas conversaciones ha sido ubicada por este periódico entre mayo y junio de ese año: aunque abordan de forma breve el tema electoral, gran parte de la conversación se centra en la creación de una criptomoneda local. Aquel año, El Faro publicó videos de tres reuniones en las que se discuten temas muy similares y en las que participan tres personas que aparecen en este audio: Muyshondt, su colaborador Raúl Torres e Ibrajim Bukele. Estas conversaciones ocurrieron el 27 de mayo y el 4 y 7 de junio de 2021. La Ley Bitcoin se aprobó el 9 de junio y no incluyó la creación de una nueva criptomoneda.

Los hermanos, Karim, Ibrajim y Yusef Bukele, durante el discurso de rendición de cuentas del tercer año de gobierno de Nayib Bukele. Realizado en el Salón Azul de la Asamblea Legislativa, el 1 de junio de 2022. Foto de El Faro: Víctor Peña. 
Los hermanos, Karim, Ibrajim y Yusef Bukele, durante el discurso de rendición de cuentas del tercer año de gobierno de Nayib Bukele. Realizado en el Salón Azul de la Asamblea Legislativa, el 1 de junio de 2022. Foto de El Faro: Víctor Peña. 

En esta conversación -en la que Muyshondt está acompañado por su colaborador Raúl Torres y una mujer no identificada- el asesor de seguridad se queja con con Ibrajim de que la Secretaría de Innovación no los atiende nunca: “Siempre que Vladimir y Fabrizio topan en algo, recurren a nosotros”. Vladimir Hándal y Fabrizio Mena fueron nombrados como secretario y subsecretario de Innovación en junio de 2019. Estuvieron en esos cargos hasta enero de 2023.

Es entonces cuando Muyshondt, para probar que su equipo de informáticos estaba mejor capacitado que el personal de la Secretaría de Innovación, repite a Ibrajim la revelación que ha hecho meses atrás a Xavier Zablah: “Te voy a contar algo: nos robamos el código fuente del TSE en diciembre y descubrimos que había fraude”.

Ibrajim le responde: “Sí”.

Muyshondt sigue: “Yo alerté a Vladimir. Nadie nos hizo caso. Nadie hizo nada al respecto. 15 días o 20 antes de las elecciones empezaron a gritar fraude. Y, en efecto, iba a haber fraude. Pero con nuestro equipo nos preparamos. Nos tomamos el sistema del TSE por X cantidad de días para que se obligara a un conteo manual”. Esta es una confesión que no mencionó a Zablah en la conversación anterior.

Muyshondt lo dice como muestra de eficacia de la unidad que coordinaba. Ibrajim apenas presta atención al comentario. Sin embargo, Muyshondt vuelve a exagerar los alcances de su trabajo en búsqueda de aprobación de los personajes cercanos al presidente: el técnico que habló con El Faro aseguró que el código fuente había terminado de diseñarse a finales de enero de 2021 y que ninguna computadora tuvo el software antes de las 24 horas de la elección. Hubo dos jornadas de prueba el 7 y el 14 de febrero, pero, según explicó el técnico, lo que se usó esos días fue “un prototipo para corregir”. La fuente explicó que los prototipos eran versiones preliminares y que conforme se hacían pruebas y se detectaban fallas, el equipo informático corregía el código y lo perfeccionaba conforme se iba acercando el día D.

El técnico recordó que, antes de febrero, lo que había en las computadoras era un código fuente de prueba, un prototipo. “El código que dicen que se filtró no era tal”, dijo. Se le preguntó al técnico si consideraba que el código prototipo tenía algún tipo de error que hiciera a cualquier partido concluir o sospechar que iba a haber trampa. “No. Era imposible. Lo que pasa es que no entendían el código y por eso decían que iba a haber fraude. No podían manipular nada y trataban entonces de desprestigiar”, dijo.

La fuente agregó que en cualquier proceso electoral es normal que haya ataques cibernéticos, pero señaló que en el caso de 2021, ningún ataque fue significativo. “Los ataques, muchos los hicieron en una dirección equivocada, que no había nada. La caja donde estaban las computadoras se sellaba justo al poner el código en la máquina, porque llevaba un número de junta. Y sólo allí funcionaba”.

En otras palabras, el técnico asegura que aunque se hayan robado el código fuente, cada computadora tenía la indicación de funcionar solo en su Junta Receptora de Votos.

Muyshondt también mintió diciendo que gracias a aquel robo del código fuente obligaron al TSE a adoptar un método de procesamiento de votos manual, sin usar tecnología. Esto también es insostenible, porque la elección del 28 de febrero sí usó tecnología y la transmisión de resultados preliminares esa misma noche fue considerada exitosa.

La segunda reunión, al menos según se escucha en ese audio, fue sólo entre Muyshondt e Ibrajim. El Faro la fecha el 2 de junio de 2021 porque, durante los 65 minutos de grabación, hay una referencia temporal concreta: “ayer fueron los dos años de Nayib”.

Muyshondt reclama a Ibrajim lo que percibe como su exclusión de los eventos, en relación a la sesión solemne de la Asamblea Legislativa en la que el presidente Bukele dio un discurso. “Hay ciertas cosas en las que uno se sentiría bien participar. No que me tomen foto ni nada de eso. Pero, puta, los dos años de Nayib sí es algo que, digo yo, a nosotros no nos incluyeron”, se queja.

Ibrajim trata de tranquilizarlo al asegurarle que no es algo personal. “No invitaron a varia gente. Incluso llegamos con mi hermano y él no tenía asiento. Yo le tuve que decir a Nayib que me metiera a un viceministro”, argumenta.

Para Muyshondt no es suficiente y es cuando repite la valía de su trabajo. “Sin sonar arrogante, ganaron las elecciones porque nosotros nos pusimos pilas”.

Ibrajim le responde: “Yo sé”.

“Y botamos el sistema para que se hiciera el conteo manual”, miente de nuevo Muyshondt.

Ibrajim lo consuela diciendo que no todo el gabinete fue invitado a ese evento, pero Muyshondt replica: “Pero te sentís excluido. O sea, Ivania Hándal. ¿Y esa pendeja qué putas ha hecho?”, en referencia a la secretaria de juventud de Nuevas Ideas. Incluso pone en duda la relevancia de los diputados recién electos: “Vaya, los diputados, la mayoría han quedado por la N de Nayib”, dice.

Ibrajim contesta: “Todos quedaron por eso”.

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