El Salvador no reconoce el resultado de las elecciones del domingo en Honduras, aunque eventualmente podría hacerlo, si el gobernante electo asume la actitud de honrar los compromisos que surgieron del diálogo entre el depuesto presidente Manuel Zelaya y el mandatario de facto Roberto Micheletti.
El gobierno del presidente Mauricio Funes se pronunció este lunes sobre los comicios que dejaron como presidente electo a Porfirio Lobo, del Partido Nacional. En el comunicado, originado en Portugal, donde Funes participa en la Cumbre Iberoamericana, el gobierno reconoce a las elecciones la posibilidad de que fueran el inicio del camino a la solución a la crisis en el país centroamericano. 'El evento electoral abre un nuevo momento político en la búsqueda de alternativas a la crisis política', dice el boletín.
A partir de ahora, El Salvador incluso revela que es posible la normalización de relaciones entre los dos Estados, en la medida en que Lobo, quien asumirá el cargo el 27 de enero, dé ciertos pasos. 'El gobierno de El Salvador espera que el virtual ganador exprese su voluntad para iniciar un diálogo político que permita un acuerdo nacional que ponga fin a la crisis', establece el comunicado.
La Cancillería salvadoreña explicó a El Faro que el comunicado lo que pretende dejar claro es que no se reconoce el resultado de las elecciones, pero que eventualmente se podría cambiar de posición. 'En este momento no reconocemos el resultado, pero si el presidente electo tiene una actitud de promover que se forme un gobierno de unidad nacional, que se forme una comisión de la verdad, podría hacerse. Será la actitud del presidente electo la que determinará eso', dijo vía telefónica el vocero de la Cancillería salvadoreña, Juan José Figueroa.
Hasta este momento, el gobierno salvadoreño había rechazado el golpe de Estado contra Zelaya ocurrido el 28 de junio, y sostenía que toda solución pasaba por la restitución del presidente derrocado. Este miércoles, el Congreso Nacional hondureño sesionará para decidir si restituye a Zelaya en el puesto.
El Salvador no ha aceptado la legalidad del régimen de Micheletti, pero a la luz del comunicado, todo parece ser cuestión de tiempo para que acceda a restablecer relaciones con el Estado hondureño. Cuando se le planteó a Figueroa que El Salvador está esperando que una persona que aún no tiene ningún poder cambie las cosas en el país vecino, el funcionario reiteró que para el gobierno de Funes la actitud de Lobo será crucial. 'Sabemos que él ahora no tiene ningún poder y ha sido tan sui generis la situación en ese país, pero sabemos que él puede influir'.
Y mientras El Salvador vacilaba este lunes entre un reconocimiento congelado y el rechazo al producto de las elecciones, el resto del continente amanecía dividido por los comicios.
Colombia, Estados Unidos y Panamá dejaron escasas dudas sobre su aceptación del resultado. En el otro extremo, Paraguay, Brasil y Chile se negaron a reconocer la votación. En el medio, Guatemala expuso que aceptará el resultado siempre y cuando Honduras cumpla con los compromisos adquiridos hace mes y medio, cuando Zelaya y Micheletti acordaron crear una comisión de la verdad que investigue el golpe, y un gobierno de unidad nacional.
