No se trata de una amenaza de pájaros gigantes, sino de un monumento dedicado al ave nacional de El Salvador, que la alcaldía de San Salvador ha colocado en el redondel conocido como Viéytez, en la colonia Centroamérica. Un empleado de la municipalidad da los últimos toques a estos dos torogoces artificiales parados en un árbol artificial en la ciudad capital del país más depredado del continente, con excepción de Haití.
Miércoles, 16 de diciembre de 2009
Mauro Arias
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