El Salvador registró en 2009 una epidemia que mató a uno de cada mil 374 habitantes, con lo cual, según la Policía Nacional Civil, se convirtió en el año más violento desde la firma de los Acuerdos de Paz en 1992.
La PNC reveló que según sus datos, 4 mil 365 personas fueron víctimas de homicidio en los 12 meses previos, los siete últimos correspondientes al primer gobierno de izquierda en El Salvador.
En los últimos años, solo 2006 se había acercado a los 4 mil homicidios anuales, y aunque en 2007 y 2008 estos crímenes se redujeron ligeramente, 2009 inició con un repunte que se agudizó tras la instalación de las nuevas autoridades de seguridad pública.
La cifra muestra un aumento del 37% respecto de los homicidios ocurridos en 2008, aunque el dato aún debe someterse a revisión entre PNC, Fiscalía e Instituto de Medicina Legal. Usualmente, los números de la Policía son los más altos de las tres instituciones.
Según el subdirector de la PNC, Carlos Ramírez Landaverde, gran parte de los asesinatos son perpetrados por pandilleros contra pandilleros.
La tasa de homicidios en El Salvador en 2008 fue de 55 por cada 100 mil habitantes, es decir, uno de cada 2 mil habitantes falleció víctima de la violencia. En todo el continente, solo Honduras, con una tasa de 58 por cada 100 mil, fue más violento. Según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una tasa que supere los 10 por 100 mil es considerada epidemia de homicidios.
Esos datos, sin embargo, quedarán pequeños en la historia cuando se comparen con los de 2009, pues con la cifra preliminar revelada por la PNC, la tasa rondará los 72 por cada 100 mil, o sea una de cada mil 374 personas cayó víctima de la violencia.
En los últimos años, toda Centroamérica sobrepasó la barrera de la tasa de 10 por 100 mil, aunque con grandes distancias, pues Costa Rica, por ejemplo, registró en 2008 una tasa de 11.
Las autoridades policiales al parecer no tienen suficiente claridad sobre las cifras, pues Ramírez Landaverde aseguró que el aumento del 37% de homicidios respecto del año anterior se acumuló en la primera parte de 2009, lo que no es cierto. 'El alza fue sobre todo durante los primeros seis meses del año. Al finalizar el año porcentualmente se mantiene esa proporción por encima de 2008 durante todo el año. No ha habido un incremento marcado en los últimos meses', declaró el funcionario. Los mismos datos de la PNC, sin embargo, contrarían esa versión, pues en los primeros cinco meses de 2009, que fueron los últimos del gobierno de Antonio Saca, hubo un promedio de 11.89 homicidios al día. Siete meses después, el promedio subió ligeramente a 11.95, lo que significa que fue en el inicio del gobierno de Mauricio Funes cuando se recargó la balanza. Y a ese período correspondió el mes más violento del año, que fue octubre, cuando ocurrieron 435 homicidios.
El gobierno de Funes había iniciado con un primer trimestre que registró una ligera reducción en el ritmo diario de asesinatos. De los 11.89 que dejó Saca, entre junio y agosto el promedio había caído a 10.65, pero luego vino octubre, que revertió la tendencia.
Fue precisamente en ese mes cuando el gobierno de Mauricio Funes decidió reforzar a la PNC llevando a las calles a 6 mil 500 efectivos militares. El ministro de la Defensa Nacional, David Munguía Payés, se comprometió entonces a reducir hasta en un 10% la delincuencia en un período de seis meses si se aprobaban sus planes de apoyo a la seguridad pública. Eso significa que para abril de este año el promedio diario debería andar por los 10.7 homicidios.
La cifra de homicidios en 2009 es tan alta que supera a la población conjunta de los cuatro municipios menos poblados del departamento de Chalatenango. Según el censo de población de 2007, San Francisco Lempa, Las Vueltas, Azacualpa y San Luis del Carmen tenían en conjunto 4 mil 111 habitantes.
Para hacerse una idea de la cantidad de asesinatos ocurrida en 2009 baste observar que la cifra equivale a casi siete veces la población del municipio con menos habitantes de El Salvador, que es Mercedes La Ceiba, y que según el censo tenía 637 pobladores.
Hasta ahora, después de siete meses de gobierno, la administración Funes no ha dado a conocer un plan para atacar el problema de violencia, y se ha limitado a anunciar algunos pequeños refuerzos en el número de policías y en aumentar la cantidad de soldados que apoyan a la PNC en patrullajes.
Ramírez Landaverde aseguró que el 70% de los homicidios registrados en 2009 fueron cometidos con armas de fuego, lo que supuso una reducción respecto del 80% histórico que registraba El Salvador.