Debe reconocerse que el 2010 ha comenzado en grande. Estados Unidos se ha dado cuenta de que sus servicios de “inteligencia” no son tan inteligentes y como ellos se han equivocado, por decirlo elegantemente, pagamos el pato todo el mundo con interminables y ominosas restricciones a la hora de tomar un avión; como ha señalado un jurista español, ellos se equivocan y en vez de pensar soluciones creativas, optan por la ley del mínimo esfuerzo, restringir la libertad de todos los demás y lo peor es que hay muchos que están de acuerdo, porque el miedo es libre, aunque expertos en esas medidas duden mucho de que sean eficaces como se ha demostrado.
Venezuela se despierta de la gloria revolucionaria del socialismo bolivariano y su director de orquesta decide devaluar el bolívar fuerte y pedir a los venezolanos que sigan viviendo cada vez peor para él seguir soñando con imposibles lo mismo que en Cuba que cada día restringe más las subvenciones y los cubanos ya no saben qué hacer.
En Argentina el caciquismo, la incapacidad y la cabezonería de su presidenta llevan al país a un callejón sin salida.
España se convierte por rotación en el país que preside la UE y siendo la nación que sufre más fuertemente los embates de la crisis económica y que lidera el paro en Europa, con actitudes que niegan el sentido común más elemental su presidente exclama alborozado que sacará a la UE de la crisis, los demás como es lógico le miran extrañados de su optimismo excesivo e inconsecuente y le recuerdan la viga del ojo propio y que se olvide de la paja ajena.
México cuenta por decenas el impresionante rosario de muertes que el narcotráfico en su lucha contra el Estado mexicano lleva, volviendo a plantear definitivamente que ese problema no tiene arreglo y como ha vuelto a señalar Vargas Llosa haciéndose eco de informes de Naciones Unidas y otros organismos la única solución es la legalización de las drogas: “La experiencia de México lo confirma: no es posible derrotar militarmente al narcotráfico. Habrá cultivo y tráfico de drogas mientras haya consumo. La despenalización es el único remedio”. Hay que ir dejando al margen hipocresías y otras lindezas por el estilo cuando hay legalizadas otras drogas tan malas o peores que las que causan estas inmensas muertes en numerosos países y entre otros Afganistán, en primer lugar, el problema es que la droga es el estado tribal y sus señores mientras siguen muriendo soldados de muchos países. Que todo el mundo asuma su responsabilidad y que cada quien sepa lo que debe, quiere y puede hacer en un régimen claro legal y de responsabilidades universal.
Los futbolistas africanos se dan cuenta que eso de jugar al futbol no es tan sencillo y un poco fuera de lugar desarrollar eventos deportivos con gastos suntuosos, como si el continente fuera una balsa de aceite en donde reina la justicia y la equidad.
2010 se nos presenta cargado de adversidades y con un panorama tan gélido como el que ha acosado desde su inicio a Europa entera y a medio mundo más. Y si a eso añadimos las desgracias naturales como la de Haití, que sufre un devastador terremoto demostrando, una vez más, que siempre llueve sobre mojado con todo lo que ello lleva de sufrimiento para los que su capacidad de padecer ya es inmensa.
Quizás la cuestión sea que en un mundo globalizado las crisis, los problemas, las interacciones no se puede solucionar con organizaciones que no corresponden con la realidad del mundo de hoy. A problemas globales no se puede actuar con cada uno haga lo que quiera que sálvese quien pueda.
Con unas Naciones Unidas, como ha señalado el analista Paul Kennedy, “estamos 192 Estados separados -algunos desintegrándose- por extrañas razones históricas, los más de 6.000 millones de seres humanos del planeta se han dividido en un ridículamente amplio número de naciones separadas, grandes y pequeñas, ricas y pobres, pacíficas y belicosas, cada cual exhibiendo sus banderas, himnos, fuerzas armadas, oficinas de aduanas e inmigración y todo lo demás. Esto quizá sería tolerable si todas las naciones viviéramos en armonía, pero no lo hacemos y en cambio las afectaciones de errores y problemas son de todos y para todos”.
Convendría no olvidar y pensar si este 2010 podemos dejarlo pasar así no más como hemos dejado pasar el 2009.
