República Dominicana, febrero 16. El hombre que prestó servicios de asesoría legal a 10 misioneros estadounidenses encarcelados en Haití por cargos de secuestro de menores de edad admitió el lunes que él es el sospechoso buscado en El Salvador por acusaciones de contrabando humano.
En una llamada telefónica desde un lugar desconocido, Jorge Puello dijo a la AP que era inocente de las acusaciones y que él y su esposa salvadoreña habían recibido en República Dominicana a mujeres jóvenes del Caribe y Centroamérica que habían sido abandonadas por contrabandistas.
Las autoridades salvadoreñas quieren procesar a Puello y su esposa, quien está encarcelada, por prostituir a mujeres y muchachas engañándolas con ofertas de trabajo en modelaje.
'Estoy planeando ir a El Salvador para afrontar este problema', señaló Puello en la llamada telefónica conseguida por medio de su madre en la casa donde pasó su niñez en la República Dominicana. 'No temo enfrentar las consecuencias', señaló.
Cada nuevo detalle que emerge sobre el pasado del hombre de 32 años parece sumarse a la vergüenza y malestar de los misioneros estadounidenses a quienes Puello ofreció voluntariamente ayudar, y quienes aún están en espera de ser liberados en Puerto Príncipe.
Puello, según las autoridades salvadoreñas, tiene documento único de identidad, un carné de identificación reservado para los salvadoreños. La cadena CNN informó este martes que Puello, además, tiene cuentas pendientes en Canadá, donde también enfrenta una acusación por tráfico de personas.
La situación de los estadounidenses en Haití es complicada. El lunes, el fiscal Josephe Manes Louis dijo a la AP que completó la recomendación de cómo proceder que presentará al juez, como lo exige la ley, pero el corte de energía le impidió imprimirla y entregarla. 'He tomado mi decisión', expresó Louis. 'Lo que me está bloqueando ahora es la (falta de) electricidad'.
Debido a que el 16 de febrero es feriado nacional por el Mardi Gras, Martes de Carnaval, Louis dijo que es previsible que el juez emita su decisión hasta el miércoles en la mañana.
El suministro eléctrico ha sido restaurado sólo a aproximadamente una quinta parte de Puerto Príncipe, en un país con un sistema de electricidad que, además de obsoleto, quedó dañado tras el terremoto. Incluso antes del sismo, sólo uno de cada cuatro haitianos tenían energía eléctrica y el suministro duraba en promedio 10 horas en cualquier vecindario de la capital.
Louis y el juez Bernard Saint-Vil se han abstenido de afirmar si es posible una libertad provisional que permita al grupo de estadounidenses abandonar el país mientras continúan las investigaciones. Saint-Vil había dicho el jueves a la AP que recomendaría que se conceda esa libertad a los detenidos.
El juez dijo que aceptó el argumento de la defensa de que los estadounidenses tenían buenas intenciones con su afirmación de que pretendían instalar un orfanato al otro lado de la frontera, en la vecina República Dominicana.
Los estadounidenses fueron detenidos el 29 de enero cuando intentaban sacar a 33 niños de Haití. Los acusados dijeron que efectuaban una labor humanitaria y que sólo deseaban ayudar a los niños tras el terremoto del 12 de ese mes.
