Según el Mapa de Pobreza Urbana y Exclusión Social que elaboraron PNUD y Flacso, el 56% de la población de El Salvador que reside en las urbes, vive en la pobreza. Detrás de ese dato se esconden historias como la de la comunidad María Campos, en San Antonio Abad, donde viven personas que con su trabajo aportan a la economía nacional. No son gente marginal, forman parte de la sociedad salvadoreña, que desde su anonimato luchan día a día para alcanzar un sueño de superación.