A las comunidades en máxima precariedad el agua les llega por un precio que hasta triplica el que pagarían si un chorro se las llevara hasta sus viviendas. La paradoja es que algunas de estas comunidades están asentadas sobre grandes acuíferos, donde el agua abunda, pero no para sus habitantes.
Lunes, 3 de mayo de 2010
Frederick Meza
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.