La alcaldía de Antiguo Cuscatlán investiga al Club Campestre Cuscatlán por talar sin permiso 507 árboles y tres manzanas de cafetales en El Espino, una acción que podría acarrear una multa de entre 105 mil 708 dólares y 528 mil dólares.
Entre el 13 y 15 de abril, la unidad ambiental de Antiguo Cuscatlán inspeccionó las 55 manzanas de El Espino propiedad del club de golf. En ella, según informe del jefe de la unidad, Antonio Escobar, se verificó la tala de 507 árboles de diferentes especies y de tres manzanas de cafetales sin contar con los permisos correspondientes. Según el informe de la unidad, la tala infringía el artículo 15 de la Ley Forestal, y los artículos 3 y 145 del decreto 432 del año 1993, que declaró la zona como reserva. Asimismo, se violó el capítulo VII de la Ley de áreas naturales protegidas.
El Club Campestre Cuscatlán adquirió 55.52 manzanas de El Espino en 2002. Aún con la titularidad de la tierra y un permiso ambiental para la ampliación de un campo de golf, el decreto legislativo 432, emitido en enero de 1993, protege a la zona de cualquier tipo de construcción. En él se establece que en las 686 manzanas que forman parte de la reserva forestal “solamente podrán efectuarse aprovechamientos del bosque en forma técnica y científica que aseguren la conservación de los recursos, y para fines de experimentación agrícola”.
En marzo de 2007, la Corte Suprema admitió una demanda de la Unidad Ecológica Salvadoreña contra el Ministerio del Ambiente, que otorgó en 2006 los permisos ambientales para la ampliación del campo de golf en la reserva forestal. Entonces, la Sala de lo Contencioso Administrativo ordenó la suspensión de toda obra mientras se estudiaba el caso. Sin un fallo definitivo en la Corte, se mantiene la orden de suspensión de cualquier obra en la zona.
El 15 de abril pasado, el jefe de la unidad ambiental de Antiguo Cuscatlán, Antonio Escobar, envió un breve informe al síndico de la comuna, Edwin Gilberto Orellana. En él explica que verificó los daños. En el documento, Escobar sugiere que se imponga una sanción mínima de 317 mil 341.44 dólares al Club Campestre, correspondientes a mil 521 salarios mínimos. “Dicha sanción es exclusivamente por haber realizado la tala de los árboles y en ningún momento autoriza a realizar dicha labor, al mismo tiempo tendrá que reparar el daño ocasionado”, se lee en el informe.
Según Orellana, la valoración hecha por Escobar en su informe es, hasta el momento, solamente un recomendación. “La ley faculta a la comuna a imponer una sanción de uno a cinco salarios mínimos por árbol talado. En este caso podría ser más o menos, según las pruebas que se recojan en el proceso”, explicó el síndico de Antiguo Cuscatlán.
La comuna ordenó la apertura de un expediente administrativo sancionatorio contra el club el 19 de abril. Además, realizó una nueva inspección ocular en la zona, el 22 de abril, y ordenó al club “abstenerse de seguir talando cualquier tipo de árboles en la zona protegida denominada El Espino”.
El mismo 19 de abril, según dijo Orellana, se informó a la Fiscalía General de la República, que tendría que investigar el delito de depreciación de bosques, que se castiga con una pena de tres a seis años de cárcel. Ese día también se informó al Ministerio del Ambiente, que este martes solicitó una inspección en la zona.
La gerenta general del Club es Luisa García Prieto. Ella pidió al apoderado legal, Carlos Arturo Muyshondt Parker, que diera declaraciones a la prensa. “Por el momento, no sabemos nada de sanciones. Se nos ha comunicado la apertura del proceso administrativo. Hemos colaborado con las autoridades en las diferentes inspecciones que se han realizado, la última el jueves pasado (22 de abril), y estamos a la espera de las resoluciones de la alcaldía”, dijo el abogado.
Cuando El Faro le preguntó si el Club acepta que talaron sin permiso el área de reserva, respondió que eso es algo que la investigación determinará.
Según explicó Orellana, el concejo municipal de Antiguo Cuscatlán conocerá este miércoles el informe de la última inspección realizada y, de ser aprobado, a más tardar el próximo viernes se estaría enviando una copia a los representantes del Club. “De aceptar los cargos, el proceso queda hasta ahí. Si no, hay un plazo de ocho días hábiles de derecho de defensa y otro plazo igual para aportar pruebas. Una vez pase ese tiempo es que se tendrá la resolución definitiva sobre el caso”, dijo Orellana.
La finca El Espino es la más extensa zona cubierta de árboles que le queda a San Salvador, y es un lugar donde la lluvia alimenta los acuíferos. En los últimos 20 años ha sido víctima progresiva de depredación, y en este momento hay una disputa por el interés de los integrantes de la cooperativa que se formó tras la reforma agraria, quienes quieren parcelarla. Eso, dicen los ambientalistas, podría marcar el fin de la zona de reserva.