El presidente de la República aprovechó este viernes el día del soldado para anunciar que el ejército seguirá apoyando a la Policía Nacional Civil en labores de seguridad pública y que, incluso, sumará 570 soldados más para estos efectos, y que los militares participarán en labores de vigilancia interna en los centros penales, para lo cual pedirá a la Asamblea Legislativa una reforma a la Ley penitenciaria.
El presidente anunció la prórroga de un año en el uso del ejército en tareas de seguridad pública, después que el jueves venció el proyecto piloto de seis meses que inició en 2009: aunque sin resultados a la mano sobre la incidencia de la medida en las tasas de delitos, Funes aseguró que ha habido éxito.
'Me complace decirles hoy que, en lo referente al trabajo conjunto y a la coordinación entre la PNC y los efectivos militares, consideramos que la experiencia ha sido un éxito', pronunció durante el discurso en el acto en el que un grupo de hombres y mujeres cadetes de la Escuela Militar rindieron juramento de fidelidad a la bandera salvadoreña.
Sin números que presentar sobre la eficacia del uso del ejército en el combate a la delincuencia durante el pasado semestre, Funes mismo se encargó de aclarar que el éxito al que se refería no tenía que ver con resultados. “Cuando hablo de éxito, no me refiero en este caso, a los resultados globales del Plan de Seguridad Pública y Convivencia Social; no me refiero a la disminución del crimen y del delito (...); ese plan, como sabemos, necesita de plazos más largos para mostrar resultados y aún es pronto para evaluarlo', subrayó el presidente, mientras hacía unas rondas en su discurso antes de revelar la vara de medición que utilizó: 'Tanto el análisis del gobierno como el de diferentes entidades sobre la actuación de la Fuerza Armada en coordinación con la PNC nos dice que la presencia militar en las calles ha tenido una repercusión muy positiva; eso mismo reflejan todas las encuestas de opinión que conocemos”. Las encuestas que han medido la popularidad de esta política fueron la única razón expuesta por el mandatario para tildar de exitosa la experiencia del ejército en las calles durante estos seis meses.
“En virtud de ello”, Funes también anunció que sumaría mil efectivos militares más para apoyar a la Dirección de Aduanas y a la Fiscalía en el control del contrabando que se cuela al país por distintos puntos ciegos. También anunció que se involucrarán a mil 500 soldados más para acompañar a las actuales autoridades civiles en el control interno de las cárceles. Ambas medidas requerirán de adecuaciones legales que deberán ser aprobadas por la Asamblea Legislativa. El mandatario anunció que pronto enviará estas solicitudes al Órgano Legislativo.
En el tema de las cárceles, el presidente anunció que el esfuerzo se focalizará en algunos penales, aunque no especificó el número ni la ubicación de los mismos. Sobre la actuación de los militares dentro de los recintos, se limitó a decir que trabajarán “bajo las mismas reglas con que actúa la autoridad civil”.
Cuando Funes recibió la presidencia, en junio de 2009, el ritmo de homicidios era de 11 diarios, y el año terminó con 12 al día. El problema se agudizó a tal punto que 2010 mantiene una cadencia de entre 12 y 13 asesinatos por día.
El Faro se comunicó con el ministro de la defensa nacional, David Mungía Payés, para saber cómo piensa operativizar las medidas anunciadas por Funes, pero este dijo que no estaba en capacidad de ofrecer ningúna declaración sobre los anuncios hechos por Funes.