Sufren el rechazo de una sociedad que los margina de casi todos los espacios por algo que solo se trata de su vida privada, y la marginación los hace propensos, más que a cualquier otro grupo en el país, a adquirir al VIH-sida. A pesar de todo, son una muestra de personas deseosas de vivir y con temple para sobreponerse a la adversidad.
Lunes, 5 de julio de 2010
Luis Velásquez
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
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