Los tres diputados ex pedecistas que la semana pasada abandonaron oficialmente la bancada verde andan por el palacio legislativo tocando puertas. Los huérfanos andan en busca de aquel legislador o legisladora que en su espalda tenga el número cinco, porque esa es la cifra que desean. Es la que necesitan para recuperar lo que están perdiendo.
Sandra Salgado, Francisco Zablah y Juan Carlos Mendoza apresuraron las cosas cuando vieron que les habían iniciado una causa por indisciplina en el Partido Demócrata Cristiano, y el martes anterior decidieron ellos cortar la relación. Entonces, la bancada de cinco escaños quedó dividida en estos tres, que se declararon independientes, y en Rodolfo Párker y Santos Guevara, que se quedaron con las tres siglas. El problema es que ahora están en camino de perder un par de privilegios que sí tenían por el hecho de formar parte de una bancada legislativa con nombre y apellido como era la demócrata cristiana.
Una vez que Salgado renunció al partido, el PDC comunicó a la junta directiva de la Asamblea que devolvía el puesto que en el puente de mando legislativo ocupa hasta ahora la hermana del alcalde migueleño. Sandra Salgado ya dijo que mientras no la quiten del cargo de secretaria directiva, ella no dejará la silla.
Los directivos de la Asamblea tienen un sobresueldo respecto del resto de diputados, y además tienen derecho a usar un todoterreno de lujo cortesía de los impuestos de los salvadoreños. Las posibilidades de Salgado de mantener el cargo están en manos del resto de partidos, pero el acuerdo que dio origen a la directiva actual también corre en contra de los disidentes pedecistas, porque solo una bancada con al menos cinco diputados puede aspirar a integrar la junta directiva.
Por eso es que los tres diputados titulares que desertaron al PDC ahora buscan cómo convertirse en cinco. Y el que les falta es justamente el quinto legislador, porque dicen tener ya al cuarto: el diputado independiente Orlando Arévalo.
'Nosotros ya nos reunimos con el diputado Orlando Arévalo, y él está dispuesto a unirse a nosotros. Pero nos faltaría una quinta persona, y ya tenemos idea de quién puede ser', explica Zablah.
Los ex pedecistas, pocos días después de haber abandonado su partido, no dudaron en marcar con un número cuatro la camiseta de Arévalo. Este, que en las elecciones de enero de 2009 fue elegido como diputado del PCN, empezó su mandato ya como independiente, y admite que ha habido acercamientos con los ex verdes, pero tampoco parece entusiasmarse demasiado. 'Con que yo me integre no ganarían nada, porque nos haría falta un miembro. Y yo no tengo tiempo de andar buscando diputados', dice. Además, añade, él tiene como prioridad juntar firmas que le permitan solicitar la inscripción de su Partido Popular.
A los tres ex verdes, entonces, les falta el número cinco para poder jugar como quieren. Una bancada legislativa, aparte de que puede aspirar a tener a alguien en la directiva, también tiene derecho a que su jefe reciba un sobresueldo de alrededor de 300 dólares mensuales respecto de los 4 mil 500 que gana un diputado llano, y un carro también cortesía de los salvadoreños. Por eso es que andan tocando puertas.
Arévalo dice no tener mayor interés en beneficios adicionales, y dice creer que las intenciones de los ex pedecistas radican en el cargo de secretaria que Sandra Salgado tiene aún. 'Wil Salgado quiere mantener a su hermana en la junta directiva, a mí ese puesto no me interesa', asegura.
Si los disidentes pedecistas logran reclutar a un quinto legislador o legisladora, tendrían que pensar en otro asunto: quién será el jefe o coordinador de la bancada. Arévalo se descarta a sí mismo, y Zablah también le da pocas esperanzas, dado que son tres ex democristianos y serían mayoría. Para Arévalo, de llegar a haber un coordinador, este únicamente velaría por los aspectos administrativos y no por las decisiones que cada diputado, que forme parte de la fracción, tome en las sesiones plenarias y en las diferentes comisiones de las que forman parte. Según él la medida contribuiría únicamente a que los diputados independientes cuenten con mayor presencia, desarrollando de mejor manera sus funciones, aunque no niega que se puedan poner de acuerdo en más de alguna votación.
Una bancada formal también tiene derecho a personal administrativo y asesor, y a un local propio.
En esta coyuntura, los diputados ex pedecistas dejaron a un lado las acusaciones que hicieron contra Arévalo hace meses, cuando dijeron que andaba ofreciendo hasta 500 mil dólares a los parlamentarios verdes para que abandonaran a Párker.
