El presidente salvadoreño Mauricio Funes llamó a sus colegas centroamericanos a trabajar unidos para enfrentar los problemas estructurales que padece la región y advirtió sobre la existencia de sectores que pretenden beneficiar los golpes de Estado.
Funes dijo el martes durante la inauguración de la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) que la región cambió en las últimas cinco décadas, pero señaló que 'aún persisten problemas estructurales y, más recientemente, han aparecido nuevos retos'.
Los mandatarios centroamericanos buscan el relanzamiento del proceso de integración regional a través de medidas concretas en temas como la seguridad en el istmo, prevención de desastres e institucionalidad regional. Funes afirmó que 'sin unidad no lograremos hacer frente a los numerosos retos que enfrentamos y que se pueden resumir en una palabra: vulnerabilidad'.
Agregó que la región está cada vez más vulnerable frente a la inseguridad y la delincuencia, 'que recorre de norte a sur nuestra región, convertida cada vez más en foco del crimen organizado, del lavado de dinero, del trafico de armas, de personas y de drogas'.
'Es fundamental que aunemos nuestros esfuerzos ante un enemigo transnacional que pone constantemente a prueba nuestra capacidad individual de las fuerzas del orden de cada uno de nuestros estados', advirtió.
En el encuentro también participan los presidentes del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, con quienes se buscarán compromisos para el financiamiento de los planes a desarrollar.
El mandatario salvadoreño destacó que en Centroamérica mantienen una clara dependencia comercial de los Estados Unidos y son frágiles ante los vaivenes de los mercados internacionales y propuso el desarrollo económico regional.
En unas inusualmente duras declaraciones hacia sectores de derecha desde cuando asumió la presidencia, Funes subrayó el problema de la crónica precariedad y marginalidad de los países de la región y las amenazas contra las democracias jóvenes en el istmo. Sostuvo que la mayor vulnerabilidad es la injusticia social. 'Somos quizás la región más injusta del planeta, donde se dan las brechas más escandalosas entre los muchos pobres y los pocos ricos', sentenció.
Esta semana, el partido Arena y la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) han coincidido en acusar al gobierno y al FMLN de ejecutar una campaña de intimidación y acoso político contra empresarios y dirigentes políticos de derecha.
Tanto la ANEP como Arena han señalado que hay peligro de que el país se esté enrumbando a una situación similar a la de Venezuela, en la que el presidente termina conculcando todos los poderes del Estado y neutraliza ilícitamente a la oposición.
La noche del lunes, el dirigente arenero Hugo Barrera defendió en una entrevista en el canal 33 el golpe de Estado que ocurrió en Honduras el 28 de junio del año pasado, y advirtió que eso es lo que debe ocurrir a cualquiera que viole la Constitución, como según él hizo Manuel Zelaya.
El partido Arena y grupos de derecha patrocinaron hace tres semanas la visita a El Salvador del ex presidente de facto hondureño Roberto Micheletti, a quien consideran un defensor de la democracia.
Funes pareció este martes responder a esas demostraciones. 'En la región existen todavía sectores políticos, económicos y militares que justifican las prácticas golpistas y que han manifestado públicamente su apoyo a liderazgos que violentaron el sistema democrático', dijo en su discurso.
'Hablemos claro, porque en esto no puede haber medias tintas. O se está con la democracia y el estado de derecho o se está con los golpistas', agregó.
En El Salvador hubo dirigentes areneros que en su momento advirtieron a Funes que tomara como espejo lo sucedido a Zelaya en Honduras.
El presidente pidió que la sociedad se encargue de neutralizar las pretensiones de quienes 'relativizan la democracia'.
Sobre el acoso a políticos de derecha, Arena ha dado vuelo a la denuncia de un operativo policial-militar que requirió a la custodia del ex presidente Armando Calderón Sol que mostrara los registros de sus armas de fuego. Según el gobierno, el incidente fue fortuito y se produjo cuando una patrulla policial advirtió que un hombre armado estaba deteniendo el tráfico vehicular en una calle de la colonia San Francisco, en San Salvador, como para lograr que un vehículo saliera libremente de una vivienda. Los policías, según la versión oficial, por protocolo requirieron al hombre armado que mostrara el permiso del arma que tenía, y verificaron que estaba vencido. Luego pidieron lo mismo a los otros custodios y se percataron de que sus armas estaban en ilegalidad.
Arena, en cambio, asegura que todo fue premeditado. El incidente del 9 de julio fue premeditado, ha asegurado el partido de derechas, que apunta responsabilidades hacia el FMLN. Calderón Sol y su hermana, la diputada Milena Calderón de Escalón, han dicho públicamente que todo fue producto de un error y que el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Seguridad ya les aclararon las cosas. Sin embargo, el partido insiste en que todo es parte de una conspiración de amedrentamiento, y por eso advierten que este podría ser el inicio de un proceso similar al de Venezuela.
En la cita de un día de los presidentes de la región, en la que se habló sobre seguridad, política social, cambio climático, prevención de desastres, integración económica e institucional regional, asistieron todos los gobernantes o representantes del SICA, a excepción de Nicaragua, que no envió a nadie.
En el cónclave también ha participado el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, porque Centroamérica está promoviendo el reingreso de Honduras al sistema interamericano, de donde fue expulsada tras el golpe de Estado del año pasado. Nicaragua es el único país que no ha reconocido al gobierno de Porfirio Lobo, elegido en los comicios de noviembre de 2009.
Al final de la jornada, los gobernantes emitieron dos declaraciones distintas. Una, sobre seguridad, en la que expresaron su compromiso de redoblar esfuerzos en el combate conjunto del crimen organizado. En este incluyeron la necesidad de hacer el trabajo en conjunto con México.
La otra declaración fue un manifiesto especial sobre Honduras. Honduras quedó fuera de la OEA el año pasado con motivo del golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya. El régimen de facto que dirigía Roberto Micheletti terminó en enero, cuando asumió Porfirio Lobo, elegido en noviembre del año pasado. Hasta ahora, solo el gobierno de Nicaragua no ha reconocido al nuevo gobernante hondureño.
Este martes, los presidentes, con la excepción del ausente Daniel Ortega, pidieron al continente que readmita a Honduras en el sistema interamericano.