Cuando estas líneas se lean ya habrá un campeón mundial.En un mundo en donde se canta hasta la saciedad el individualismo en este mundial ha triunfado el trabajo en equipo. No han triunfado ni los Ronaldo, Messi, Kaka, Rooney, Henry, ni han triunfado los entrenadores estrella en donde ellos eran más que el mundial en sí mismo, y cuyo ejemplo paradigmático puede significarse en Maradona.
El fracaso de estas “megaestrellas” deben hacer reflexionar a los que todo lo fían a una sola persona, y que sea él, el que saque las castañas del fuego. El caos de Francia es otro ejemplo de cómo el divinismo, las malas relaciones entre el grupo, la falta de diálogo y de aceptación de las reglas puede dar al traste con toda una labor del conjunto.
Han triunfado los que han aprendido y han captado que la humildad, el trabajo en equipo y aprender de los fracasos; el batacazo de España en el primer partido frente a Suiza, los puso de bruces en la realidad, parece ser que aprendieron la lección.
Los dos finalistas han sido dos equipos que aunque tengan excelente jugadores individuales lo importante es el trabajo en equipo, el todos para uno y uno para todos que dirían los mosqueteros.
Este mundial ha demostrado, así mismo, que ibero América tiene un gran potencial, no en vano en los cuartos de final había cuatro equipos hispanoamericanos, un gran triunfo ya en semifinales sólo quedó uno.
Ibero América debe aprender a entender que es el trabajo en equipo, no con entrenadores estrellas que se gana, los países tampoco, no es bueno que el presidente se crea el único que puede arreglar todo, el presidencialismo no es un buen ejemplo, el buen ejemplo es tener un buen equipo, quizás no de superestrellas ni primeras figuras pero sí trabajadores que saben sacrificarse para todos los demás y trabajar para el conjunto.
Ojalá la metáfora del fútbol, que ha arrastrado a millones y millones de personas a su entusiasmo, sirva para hacer un poco de pedagogía social que buena falta nos hace.
