“Estoy diciendo que ustedes han mentido”, dice Juan Pablo Ernesto Córdova Hinds, abogado de la cooperativa agrícola El Espino. Lo dice en el momento en que la conversación empieza a subir de tono, después de asegurar que el presidente de la cooperativa, José Elías, no pudo decir a El Faro que utilizaron un prestanombres para hacer una especie de empresa fantasma y tratar de vender más caras sus tierras cuando se hablaba de que el gobierno de Antonio Saca las expropiaría.
Por eso solicitó Córdova Hinds esta entrevista con El Faro, para dar a conocer el otro lado de historia en la venta de tierras de El Espino. Para ello, se hizo acompañar del presidente de la cooperativa. Su lado de la historia es que el decreto 432 que dio vida a la reserva forestal en la zona quedó derogado tras la posterior aprobación de la Ley Forestal. Su lado es que se puede construir en las tierras de El Espino y que las ventas a terceros, además de legales, no constituyen ninguna violación a la ley del ambiente.
En lo que más se detuvo Córdova Hinds fue en mostrar que la cooperativa, aún con ventas disfrazadas, mantiene un manejo ambiental de las tierras, caso contrario al de las zonas que fueron otorgadas al Estado y a la familia Dueñas. También se ocupa de desmentir al presidente de la cooperativa, Juan Elías, sobre la autoventa de tierras que se hicieron los cooperativistas. “Los que han comprado son estadounidenses, hay alguna gente que es italiana y otra es estadounidense. No todos ellos están aquí y lo que han utilizado son a abogados salvadoreños para utilizarlos de representantes legales. ¡Eso es bien distinto a decir que es un prestanombres!”, dice.
¿Hablamos del caso de la Inversiones Ancona?
En Ancona, por lo que me ha manifestado el presidente de la cooperativa, nunca hemos utilizado prestanombres. Ancona no es propiedad de la cooperativa.
Él dijo que sí.
A mí me dijo que no, porque no puede decir una mentira, pues. Lo que quiero es afinar ese tipo de situaciones.
¿Ancona a quién pertenece?
Es de unos norteamericanos. Yo no tengo ni por qué saber los nombres porque es una sociedad anónima. Entonces, la que adquirió esa tierra es una familia norteamericana. Y también lo es Natural Corporation... Y hay otra sociedad, Provensal, que es de italianos. Eso lo sé por el tiempo que estuve en negociaciones con los abogados de ellos. Ahora, ¿que quiénes son...?
... En el Registro de Comercio aparece el 70% de las acciones a nombre de José Roberto Argueta Manzano y el 30% a nombre de otra persona, de un mensajero.
Eso son los que constituyen la sociedad. Vaya a ver la escritura de cualquier banco a ver si los accionistas que aparecen son los dueños. No, ok, porque son sociedades anónimas. Entonces para cubrir quién es el verdadero dueño de eso, ponen a una gente en la escritura y después le transfieren a estos señores la sociedad, porque así es como se hacen estas sociedades.
Confío en lo que me dijo una fuente. El presidente de la cooperativa, José Elías, me dijo: “Ancona es nuestra”.
Por eso es que estoy aquí. Como que la fuente no le dijo muchas cosas.
Entonces, el presidente de la cooperativa mintió.
No, yo estoy diciendo que ustedes han mentido, que es más grave.
¡No hemos mentido!
Bueno, por eso estoy yo aquí y está bien molesto al que pusieron como prestanombres.
José Elías dijo que él, José Roberto Argueta Manzano, era prestanombres, no yo, me disculpa.
Él está diciendo que no dijo que era prestanombres, que usted entendió que era prestanombres. Esa es otra cosa.
También dijo que inversiones Ancona era de la cooperativa El Espino.
Pero que no es así. ¿Le enseñó algún papel que diga que Ancona es de propiedad de la cooperativa?
¡Entonces esas 127 manzanas no son tierras de la cooperativa!
La cooperativa tenía 660 manzanas aproximadas, con las ventas que se han hecho le quedarán una 400... 400 no sé cuántas manzanas...
¿Sí se han perdido estas 127 manzanas de tierra?
No, no se han perdido.
¿Por qué? ¡Si son de inversiones Ancona, no de la cooperativa!
A la cooperativa le quedarán 400 manzanas...
No.
¡Hay que hacer la suma, pues! Son 60 manzanas que se vendieron al Club Campestre, 30 manzanas a... hay más gringos, ahora que me acuerdo.
Aquí tenemos todas las ventas... (le mostramos un cuadro realizado con los datos del Centro Nacional de Registros tras un estudio catastral de las tierras de la reserva forestal de El Espino).
... Entonces sume cuánto puede ser. Yo no sé. Yo lo que me recuerdo son...
... Son 419.99 manzanas vendidas.
¿Cuántas?
419.99 manzanas vendidas, donadas o perdidas en hipotecas. Con lo cual...
... Quedan 260...
Y por lo tanto, no son las más de 400 que decía el presidente de la cooperativa.
(Interviene el presidente de la cooperativa, José Elías) Bueno, en ese momento decía que eran 400. Pero hoy le estoy corroborando que no son 400 manzanas.
(Retoma la palabra Córdova Hinds) El otro punto es que en sus artículos es que han puesto que la cooperativa ha hecho algo malo con vender.
En ningún momento decimos que sea ilegal.
¡Porque no es ilegal!
Solo decimos que se ha burlado el espíritu de la ley de la Reforma Agraria.
No, no se ha violado. ¿Cuál es el espíritu de la ley? ¿Qué no se puede vender? No, aquí le traigo el decreto 432 y los que quiera para que me diga en qué parte dice que no se puede vender.
Nosotros publicamos que sí se puede vender, pero que la ley establecía que la venta a terceros tenía que ser por subasta pública.
No es cierto... es que empecemos por etapas: el decreto 432, que es el que diz que regula a El Espino, en ningún lugar dice que no se puede vender. Este decreto tiene algo particular: solo es para una finca, para El Espino. ¿Quisiera saber si sería legal o constitucional que existiera una ley solo para El Faro?
Pero hay tres demandas de inconstitucionalidad interpuestas y que han sido rechazadas por la Corte Suprema de Justicia.
Y voy a seguir interponiendo más demandas, porque estos señores, los cuatro fantásticos (en referencia a cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional actuales), ni siquiera quieren admitir las demandas.
Agustín García Calderón, cuando era presidente de la Corte, tampoco admitió demandas contra el 432.
Pero fue por otra cosa, no por esto. Aquí quiero que entienda un poquito, estamos peleando contra la familia Dueñas y los ambientalistas. Ese es el problema. ¿Por qué razón? ¿Los tres centros comerciales de quién cree que eran? ¿Cuál es la zona verde que tienen? ¡Ninguna! ¿Y ellos sí pueden vender y hacer esas cosas? En cambio, los cooperativistas no pueden vender ni siquiera a 50 dólares la vara cuadrada, en cambio los Dueñas venden a más de 200 dólares. ¡Qué bonito! Además, la Ley Forestal, que es posterior al 432, derogó todo eso. Y, cuando le conviene al gobierno, dicen que El Espino es tierra rústica. Lea en esta ley si cuando se tiene tierra rústica se requiere permiso para talar árboles. Cuando es para café, no necesitamos permiso de nadie. Esta no es tierra urbana, porque está en una reserva forestal, no necesito permiso de nadie. Sin embargo, llegan a estar molestando cuando cortamos un árbol porque dicen que violamos a ley de Medio Ambiente, etcétera.
¿Por qué vendieron?
Teníamos hipotecas con el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA) y con el Banco de Fomento Agropecuario (BFA)... Entonces se pagaron. Se quedó la cooperativa sin deudas.
¡Pero me salen 27 millones de dólares en ventas!
¿Qué ocurre? Que nadie le quiere dar créditos a la cooperativa. ¿Por qué razón? Porque como el 432 estipula que solo es para efectos de experimentación agrícola. Entonces, los grandes créditos que nos dan son 50 mil, 60 mil dólares para el manejo de de 660 manzanas...
... 200 y la feria de manzanas tienen ahorita, no 660.
Ok. Es por esa razón: para buscar capital se buscan fuentes alternas de financiamiento. Usted me decía que es ilegal...
Nunca hemos dicho que sea ilegal.
Entonces, ¿cuál es el pecado de que hayan hecho ventas? ¿El hecho de que haya cambiado de dueño automáticamente está depredando el medio ambiente?
Nunca hemos dicho eso.
Pero eso es lo que no se dice. Ese es el problema. Todas las noticias son negativas en contra de El Espino. (Muestra un fólder con recortes de periódicos)
Ninguna de esas notas es de nosotros.
De acuerdo, no le digo que usted sea el culpable. Por eso que eran las reuniones, para que oiga el otro lado...
Su versión es que la destrucción en El Espino ha sido hecha por instituciones de gobierno y otros propietarios, no por la cooperativa. Muestra recortes de prensa en los que aparece el ex ministro de Obras Públicas, David Gutiérrez, donde es señalado como responsable de la tala de árboles por el cambio de trazo en el bulevar Diego de Holguín y se detiene en una serie de fotocopias de columnas de opinión escritas por Rafael Castellanos, anilladas y empastadas en un fólder azul. “Él se puso a estar escribiendo que había que quitarle la propiedad a la cooperativa. ¿Quién creó el problema? El gobierno, que empieza a talar árboles. ¿Qué tenemos que ver en eso nosotros? Mire: “Negociarán El Espino como tierra agrícola”, y este señor Castellanos hasta puso que iban a pagar, creo que 15 centavos de dólar. ¿Por qué estamos molestos? Porque sentimos que nos están agarrando de piñata de la fiesta”, dice.
¿Por qué?
Porque el problema está en el bulevar Diego de Holguín y el Merliot, en el que no tenemos nada que ver. Pero la solución es vaya a quitarle la tierra a la cooperativa. ¿Qué putas tenemos que ver con eso? Segundo, que van a hacer un parque. ¡Ahí hay un parque! Por eso le pedí que esta cita la hiciéramos en el ecoparque El Espino.
Ya hemos hecho temas sobre el ecoparque, ya lo conocemos.
Bueno, le voy a poner un caso. ¿De quién era el campo Marte?
Del Estado.
¿Qué quedó del campo Marte? Nada. Vamos a El Refugio, en La Palma, que era del Estado. Nada. Vamos al parque Balboa y al de la Familia, vaya a ver los baños y los basureros a ver si tan ecológicos son los parques del Estado. El hecho que sea del Estado no garantiza nada. Estamos claros. Si el Estado quiere quitarle esa tierra a los cooperativistas, que se la quiten pero no con la excusa barata de que es para un ecoparque. Y no hay razón constitucional, al menos que yo entienda como abogado, que hacer un parque es una razón de utilidad pública. Eso es con lo que nosotros nos topamos con estos señores de Salvanatura, donde vamos a encontrar a muchos constructores de El Salvador, de Fusai y de Construambiente. Primero, no se ha volado ni un puto palo en el área que es de la cooperativa ni de la gente que compró. Examinemos un poco a estas personas. Castellanos es el que depredó todo Madre Selva, él lo desarrolló con José Castro Macea, en una sociedad que se llama Servinsa. Este es uno de los ambientalistas. La otra es Patricia Lazo de Parras, ella compró la hacienda Pasatiempo. Sigamos adelante, Salvanatura compró un inmueble al lado de El Imposible, que después vendieron al Ministerio de Medio Ambiente, que después se lo dio en comodato. ¿Quién ha pagado todo eso? El pueblo salvadoreño. Ellos son los depositarios privados para administrar los parques que deberían ser manejados por quien sea pero no por unas ONGs privadas que se están lucrando de lo que compra el Estado.
Se llaman comanejadoras, es una figura legal.
Pero si voy a tener que bolsearme para quitarle tierras a la cooperativa y que estas pasen a una ONG, y luego voy a tener que pagar para entrar, ¿qué ganamos? Si ahorita el que cobra es la cooperativa; si se la quitan, voy a tener que pagar y el dinero va para una ONG, y de todos modos tenemos que pagar la deuda de la compra. Ahora, si tanto quieren proteger el medio ambiente, ¿qué deberían de hacer? ¿Empezar por donde no se ha volado un árbol o por donde sí se están volando árboles y sí se puede vender? Que son las tierras de los Dueñas, que venden a la razón de 200 dólares la vara cuadrada. ¿Y dónde está el área verde de esos grandes proyectos, de los centros comerciales?
Pero no es una zona forestal, en cambio en donde están las lotificaciones de la cooperativa, sí.
Mire qué casas son y quién las financió. Eran casas de bambú y en un tratado con los chinos. ¿Cuál es el pecado que en su propia finca estén haciendo casas de bambú?
Pues la casa del ex presidente de la cooperativa Óscar Armando Solis Girón es una casa de dos pisos, y no es de bambú.
Entonces vayan a topar a Armando Solís, pero no tenemos que estar pagando toda la cooperativa los platos rotos de lo que él ha hecho.
Pero ahí es ilegal construir.
No, no es ilegal. Usted tiene que ir a pedir un permiso. ¿Dónde está que usted no puede construir? En la Ley Forestal, ¿dónde está que es ilegal? ¿En el decreto 432? Por eso es que lo estamos cuestionando, porque está derogado por estas leyes que son posteriores. Entonces, como cualquier urbanización común y corriente hay que ir a pedir los permisos. Pero no es cierto que no se pueda construir. Si no se puede construir, ¿cómo es que el mismo gobierno permitió que se construyera el barrio chino? En la cooperativa hay un tanque, hay postes de electricidad...
… Pero eso no significa que haya permisos.
¿Entonces cómo es que están ahí? Dígame cómo es que se han hecho muros perimetrales en el Parque de los Pericos. ¿Son ilegales? ¿Por qué no va la alcaldía y los bota?
Estamos hablando de construcción de viviendas.
No, dígame dónde está la prohibición que no se puede construir.
Para usted, el decreto 432 no existe porque está derogado y se puede construir...
... Siempre que consigamos los permisos que corresponde...
¿Aunque la alcaldía y OPAMSSS dicen que no se pueda?
Entonces ahí habría un pleito. Si ellos dicen que no, iré a la Corte Suprema de Justicia a ver si tengo razón o la tiene OPAMSS. Pero que a rajatabla me diga alguien que una ley que diga que no se puede construir, no hay.
Solís Girón vendió casi el 50% de las tierras de la cooperativa...
... Ha habido ventas y otras que son transferencias de tierra.
Hipotecar con la idea de no pagar, ¿no es una venta disfrazada?
No, es una transferencia de tierras.
Disfrazaron unas ventas como si fueran hipotecas.
Bueno, si cree que eso es un fraude de ley.
¿Por qué no se hizo a través de subasta pública?
Porque no nos dan permiso. Bien fácil. Ha habido varios estudios en los que se ha dicho que había que facilitar las transferencias de tierras de la reforma porque estaban mal trabajadas, en la mayoría de los casos. Entonces, se dio la ley de transferencia. Ahí hay dos esquemas. Uno, que se va con permiso del ISTA en pública subasta; y, dos, por medio de lotes de 10 manzanas para dárselas a los cooperados, y son ellos quienes deciden venderla o no. En todos estos casos, para que hable con propiedad, nos dio permiso el ISTA y se tenía el dictamen del MAG en todos los casos. Después el ISTA dejó de darnos permisos.
Solo cuatro solicitudes de transferencia de tierras hay en el ISTA.
Con la última solicitud nos dieron para 50 ó 60 manzanas. Ahí hubo otra serie de problemas y nos tardamos un año y pico para que nos dieran el permiso. No querían darlo. No era porque iban a lotificar o urbanizar, simplemente porque uno de los ricos del país dijo que no quería que se vendiera.
¿Quién?
No le puedo dar el nombre porque no tengo problemas con él. Pero él mandó a su testaferro que tenía en gobiernos de Arena para impedir que nos dieran más permisos. Lo que se hizo es que se hipotecó por un monto alto, que era más o menos el equivalente de lo que podría valer la tierra si la perdíamos en un banco. Dieron el dinero, no se pagó, como era previsible, e iban a embargar. Esto no es invento de nosotros, todas las cooperativas han hecho exactamente lo mismo cuando el ISTA no les da permiso. ¿Y quién es el que más ha comprado tierra así?... Tomás Regalado... por vía de estos circuitos, porque el ISTA lo complicaba mucho.
