Opinión /

Néstor Kirchner y la inclusión


Domingo, 7 de noviembre de 2010
Carlos Calles*

Leyendo la misiva de condolencia que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) envió al pueblo y gobierno de Argentina se puede percatar que el ex-Presidente Néstor Kirchner realizó esfuerzo para resolver los problemas de la exclusión y la marginalidad de vastos sectores sociales y económicos argentinos; exclusión y marginalidad a la que, también, están sometidos muchísimos sectores de nuestras sociedades a lo largo y ancho de nuestra latinoamericana región.

La enumeración que hace CEPAL, en su misiva de condolencia, de los logros alcanzados en su presidencia –mayo 2003 a diciembre 2007- denotan el esfuerzo concentrado en “ordenar” el accionar del gobierno en aras de la estabilidad política y social. Esta enumeración coincide con la expuesta por Menpo Giardinelli en el periódico argentino Página 12; Giardinelli se declara que nunca fue kirchnerista, con “... su manera tan peronista de hacer política juntando agua clara y aceite usado y viscoso.” Gardinelli precisa y sucintamente describe el accionar político de Kirchner del Partido Justicialista, continuador y heredero del Partido Peronista.

La anterior presidencia justicialista fue ejercida por Carlos Saúl Menem (1989-1999) quien recibió anticipadamente el mandato presidencial en manos de Raúl Alfonsín (1983-1989) –de grata recordación y determinante actuación para la política argentina- en medio de una crisis de hiperinflación. Esta sucesión presidencial entre dos presidentes constitucionalmente elegidos fue la primera desde 1928, y la primera desde 1916 entre dos presidentes de diferentes partidos. Es de mucha importancia relevar estas sucesiones presidenciales, es significativo para entender la calidad del ejercicio de los Derechos Políticos de la población argentina. Es de mucha importancia tenerlo presente para comprender el porqué del accionar justicialista conducido por Kirchner, un accionar justicialista de diferente y diametral cuño al desempeñado durante la presidencia Menen.

Kirchner debió enfrentar los efectos y la persistencia perniciosa de la crisis económica profunda en la que estaba sumida Argentina desde la década de los 80’s. Para ello –según la CEPAL- “Logró modificar patrones de comportamiento que por un largo período habían resultado en persistentes déficit fiscales y frecuentes episodios de sobre-endeudamiento externo. Resolvió acertada y oportunamente el exceso de deuda privada que había acumulado a comienzos de la década pasada sin recurrir a fondos públicos, y re-estructuró las obligaciones del gobierno con miras a la sustentabilidad económica y financiera.”

En este bregar se enfrentó –entre otros enfrentamientos contra el status- a los agricultores para que pagaran impuestos, estos gozaban de privilegios emanados de esa dorada era en la que Argentina fungió como abastecedora de alimentos para los países combatientes en las I y II guerras mundiales.  Puede interpretarse que actuó en aras de lo democrático que no necesariamente es en aras de la democracia; en lo político actuó en aras de un gobierno para el pueblo y no en aras de un gobierno del pueblo. Lo primero es condición fundacional de lo segundo, así se establece el dinámico proceso de retroalimentaciones progresivas y acumulativas. Por ello y para ello, construyó los respaldos populares –según la CEPAL, también- cuando “… restableció el crecimiento y la creación genuina de empleos, con resultados extraordinarios en materia social, sacó a millones de argentinos de la pobreza y la indigencia, mejoró la distribución del ingreso, aumentó la cobertura del sistema de previsión social y restableció la solvencia del sistema financiero y de las cuentas públicas.” A la base de estas políticas está la sentencia que T.H. Marshall expone en Ciudadanía y Clase Social: La igualdad de condición es más importante que la igualdad de ingreso.

Por su parte, en la página de opinión del Clarín – periódico con el que estableció enfrentamiento político, en el marco de los enfrentamientos contra el status- del 28/10/10 se registra una postura sustentada por Rodolfo Terragno. En su artículo La Era de Cristina Fernández, Terragno  expone que ante el hecho de “… que el oficialismo se queda sin su estratega. La Presidenta tendrá que hacer, ahora, cosas distintas.”

Para seguir en la senda de modernizar la vida ciudadana argentina el Gobierno deberá apuntalarse en el accionar de las mayorías. Está por verse sí las políticas implementadas han establecido el proceso de inclusión, que abona la construcción de conciencia ciudadana participativa; o solamente se generaron beneficiados sociales sin responsabilidad política en la cimentación de la memoria histórica. Para la salud del desarrollo de nuestras sociedades, cifro las expectativas en la primera opción; pues para nuestro país será una experiencia para consolidar lecciones de que sí se puede abordar satisfactoriamente la resolución de la exclusión política, la marginalidad social y la pobreza económica.      

*Politólogo. Ha sido profesor de Teoría política en Ecuador, Perú y Bolivia.
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