Hace casi un año la relación entre el presidente Mauricio Funes y su partido, el FMLN, estaba tan deteriorada que el gobernante llegó a llamar 'irresponsable y populista' a la organización de izquierdas. En esos días, según revelan los cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks, un emisario del presidente dijo al encargado de negocios de Estados Unidos en El Salvador, Robert Blau, que el mandatario se sentía amenazado y espiado por el partido y pidió ayuda a Washington.
Pero esos momentos ya pasaron, aseguran el coordinador general efemelenista, Medardo González, y Eugenio Chicas, miembro del Consejo Nacional y presidente del Tribunal Supremo Electoral, quienes piden valorar lo que revelan los cables diplomáticos filtrados esta semana como reflejo de opiniones de personas en un momento determinado, y no como posición oficial de gobiernos, y mucho menos que sigan siendo válidas a estas alturas.
'Vemos ahí conclusiones, opiniones, información del mismo aparato de las embajadas de los Estados Unidos, pero no hay ninguna postura oficial la que se está manifestando ahí', comentó este jueves González, en declaraciones a radio Mayavisión.
Según los cables, Funes estuvo convencido al menos hasta inicios de este año de que el FMLN le intervenía sus comunicaciones y las de los más cercanos colaboradores del presidente. Asimismo, Blau había concluido que detrás de algunas de las manifestaciones callejeras que se produjeron en los primeros días de mandato de Funes en contra de la construcción de la presa El Chaparral estaba la mano del sector más radical del partido, en un intento de forzar la agenda del gobernante.
Sobre estos puntos, González se rehusó a hacer comentarios y prefirió afirmar que su partido es ajeno a cualquier responsabilidad de boicot que se le quiera imputar, y subrayó que la relación con Funes es buena en este momento. 'Nosotros no tenemos nada que ver en ese entierro, nos tiene sin ciudado, la vida continúa, estamos en una buena relación, en un buen momento con el Ejecutivo, de tal manera que no viene al caso meterse en un estira y encoje que no tiene que ver con nosotros.'
El tándem Funes-FMLN pasó por momentos difíciles cuando los enfrentamientos públicos se volvieron frecuentes por diferencias en asuntos económicos y de política exterior. Mientras en el FMLN algunos de sus dirigentes -como el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén o la diputada centroamericana Nidia Díaz- se la pasaban haciendo discursos antiestadounidenses o prometiendo acercamiento al proyecto del presidente venezolano Hugo Chávez, el presidente tenía que salir a corregir la plana y a decir que a su gobierno sí le interesa una relación buena con Estados Unidos y que no le interesa sumar a El Salvador a los proyectos de Chávez.
En enero de este año, cuando el FMLN votó en favor de eliminar el cargo fijo por el servicio de telefonía residencial, Funes tildó de irresponsable y populista a su partido. La tensión solo cedió después del 1 de junio, cuando en su discurso de primer aniversario, el presidente pidió a los partidos políticos una especie de tregua para trabajar juntos en favor de los intereses del país.
Eugenio Chicas reconoce los momentos tensos que vivieron con el presidente, pero asegura que esa etapa ya está superada. Sobre lo que revelan los cables en cuanto a las objeciones de Funes al trabajo de algunos funcionarios efemelenistas y los temores hacia su mismo partido, Chicas coincide con González en que eso solo es el retrato de las opiniones de diplomáticos y no necesariamente de la posición de Washington.
“No hemos hecho internamente una discusión a profundidad de lo que dicen esos cables. Creo que es una información que debe analizarse con detenimiento, pero, como ha dicho el canciller Hugo Martínez, esos cables lo que reflejan son apreciaciones de un momento dado que ha hecho la embajada de los Estados Unidos, es parte normal de su trabajo, y no tienen por qué afectar en nada las relaciones de El Salvador y los Estados Unidos”, dijo a El Faro.
Sobre la guerra fría que tuvieron con el presidente, Chicas recuerda que eso es de conocimiento generalizado porque se ventiló públicamente. “Los cables que hablan sobre la relación entre el presidente Mauricio Funes y el FMLN reflejan un momento de tensión, que efectivamente, existió en algún momento, y que fue algo que se conoció públicamente. La tensión que existió en algún momento no siguió en escalada, la realidad Funes-FMLN se modificó”.
En la Presidencia de la República no ha habido comentarios sobre las revelaciones que está haciendo WikiLeaks. La última información liberada mostraba cómo Funes, antes de reaccionar por el golpe de Estado en Honduras, decidió hacer consultas a Washington para 'coordinar' una respuesta.
El equipo de comunicaciones de Casa Presidencial había dicho que Funes iba a dar declaraciones este jueves, durante la inauguración del Hospital Santa Gertrudis, en San Vicente. Ese acto aparecía en la agenda presidencial, pero Funes no llegó a la ceremonia.
