El ex embajador estadounidense Hugh Douglas Barclay relató en un cable fechado en 2006 cómo la corporación McDonald´s presionó al gobierno de Estados Unidos para que este a su vez intentara influir en decisiones de la justicia de El Salvador, que ventilaba un litigio entre la compañía estadounidense y el empresario salvadoreño Roberto Bukele. Los esfuerzos del embajador llegaron hasta cabildear con el mismo gobierno del presidente Antonio Saca en favor de la firma norteamericana.
El cable está etiquetado como 'clasificado', y fue publicado por WikiLeaks en diciembre pasado.
Para ese momento, la disputa comercial en torno al manejo de la franquicia de restaurantes de comida rápida había llegado hasta la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, compuesta por tres magistrados. Dos de los jueces se habían excusado de ver el caso, argumentando que habían tenido contacto previo con el mismo. La magistrada que quedaba –Mirna Perla- despertaba en McDonald´s una profunda desconfianza por considerarla ligada al FMLN. El embajador Barclay dejó claro que compartía esa desconfianza.
Los representantes de McDonald’s pidieron a Barclay que moviera sus influencias para presionar al entonces presidente del Órgano Judicial, Agustín García Calderón, para que recusara la participación de Perla en el caso y nombrara a tres jueces suplentes para que decidieran sobre la disputa.
“McDonald’s busca remover a esta jueza y que se nombre a tres jueces sustitutos. McDonald’s ha enviado una moción para que se recuse a la jueza relacionada con el FMLN de este procedimiento debido a su bien documentada actitud anti Estados Unidos que no le permitirá a ella juzgar el caso de forma imparcial”, reza el documento, suscrito por el entonces embajador.
Sin embargo, los representantes de la empresa creían que García Calderón no se atrevería a hacer ningún movimiento hasta después de las elecciones de alcaldes y diputados que tendrían lugar ese año en marzo. Entonces los estadounidenses planearon tocar otros flancos que le revelaron a Barclay: sugerir que la celeridad con la que en Estados Unidos se aprobaría el Tratado de Libre Comercio (CAFTA-DR) dependería de la manera en la que se resolviera esta querella.
Barclay le advirtió a McDonald’s que esta estrategia sería contraproducente, puesto que iría contra los intereses estadounidenses de que el CAFTA se aprobara lo antes posible. El embajador también argumentó que esta jugada llevaría el tema a la luz pública creando para la multinacional una publicidad negativa. El cable no termina de aclarar si la empresa desistió de presionar al gobierno con este argumento, aunque asegura que sus representantes se reunieron con gremios empresariales, “tanques de pensamiento” y representantes del gobierno para que presionaran a García Calderón a quitar a Perla del caso.
Barclay asegura haberse reunido el 7 de febrero con el ex canciller Francisco Laínez, para interceder a favor de McDonald’s. Laínez le sugirió que hablara directamente con el presidente Antonio Saca. Al día siguiente Barclay le planteó el tema al presidente de la República “enfatizando todo lo que estaba en juego para el gobierno en su desesperada búsqueda de inversión extranjera”.
Sin embargo, finalmente la Corte Suprema de Justicia resolvió a favor del empresario Bukele y obligó a la multinacional a pagarle 24 millones de dólares por daños ocasionados por ruptura abrupta del contrato que le otorgaba la franquicia de la marca McDonald`s en el país.