Tras más de seis meses vigilando las cárceles de El Salvador, el ejército ha demostrado su eficacia impidiendo la entrada de ilícitos, pero también ha dejado patente que su personal no es inmune ante la enfermedad que circula desde hace años por los penales del país: la corrupción.
Domingo, 23 de enero de 2011
Edu Ponces
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.