El dato preciso de los empleos legislativos que los partidos políticos han decidido repartirse en el parlamento sigue siendo el secreto mejor guardado de la Junta Directiva de la Asamblea Legislativa, pero poco a poco se van estrechando los círculos. Mientras el FMLN y Arena admiten tener cada uno 138 y 180 plazas, respectivamente, se descubre que la gran mayoría de diputados -los de Arena y FMLN, que entre ambos tienen 54 de los 84 escaños legislativos- tiene un séquito claramente menor de empleados a su servicio que los que tienen los partidos con menos legisladores: Gana, PCN y PDC.
A inicios de semana, lo que quedaba claro era que los partidos se habían repartido los empleos legislativos a un promedio de 13.5 plazas remuneradas por cada diputado. Pero al comenzar a ver partido por partido, en realidad hay diferencias sustanciales entre unos y otros. Mientras el FMLN tiene un promedio de cuatro empleados por diputado, Arena tiene 10 y, por ejemplo, CD tiene 16. Además, el diputado independiente Orlando Arévalo, que está intentando inscribir el Partido Popular, declara 12 empleados a su orden.
Esto significa que estas cuatro organizaciones, que suman 56 legisladores, tienen 346 empleados. Dicho de otra forma: dos tercios del total de diputados tienen asignados un tercio del total de trabajadores contratados por los partidos políticos pero pagados por la Asamblea Legislativa.
El otro lado de la moneda es que del total de mil 138 empleados, los partidos Gana, PCN y PDC se han repartido 792 puestos. En promedio, cada diputado de estos partidos tiene 28 empleados como séquito personal.
Este jueves, durante una entrevista en Canal 33, Roberto Lorenzana, del FMLN, y Donato Vaquerano, de Arena, reconocieron que tenían 138 y 180 empleados en sus respectivas bancadas. Otras 28 plazas se reparten entre CD y el diputado independiente Orlando Arévalo.
El resto de las plazas asignadas a los partidos políticos, según la estimación hecha por Sigfrido Reyes, sumán 792 personas contratadas. Ni Gana, a cuyo nacimiento como partido político le achacan gran parte de la contratación de 584 nuevas plazas en este año, ni PCN, quien mantuvo la presidencia legislativa hasta el pasado 31 de enero, han querido decir cuántas plazas tienen asignadas.
Santos Guevara, jefe del grupo parlamentario del PDC, dijo en días anteriores que, tras la salida de los diputados Juan Carlos Mendoza, Francis Zablah y Sandra Salgado, el grupo de empleados demócratas cristianos en la Asamblea Legislativa bajó a 12. Este jueves, cuestionado por El Faro, reconoció que el número no era exacto. Ana Guadalupe Martínez, diputada suplente de Rodolfo Párker y dirigente democristiana, tampoco quiso dar un número y se excusó aduciendo que no participaba de las decisiones administrativas de la fracción.
Diferentes miembros de la junta directiva de la Asamblea reconocieron a El Faro que existe un protocolo de entendimiento que define los máximos salariales otorgados por diputado, el cual varía según el cargo que desempeñe el parlamentario. Para un ejemplo, se otorgan 21 mil dólares como máximo por cada vicepresidente; 18 mil dólares, por cada uno de los siete secretarios y jefes de grupos parlamentarios; 15 mil dólares, por subjefe de fracción; y 12 mil por diputado sin cargo asignado.
Orlando Arévalo, diputado independiente, validó a El Faro esta tabla. Según dijo, como “diputado del llano” tenía un techo de 12 mil dólares. “Son 12 plazas de mil dólares cada una las que tengo asignadas”, dijo Arévalo. “Los que tienen cargo, tienen más”. En el caso de Douglas Avilés, único diputado de Cambio Democrático (CD), se le reconoció su carácter de jefe de fracción y tiene una planilla de 16 personas, con 14 plazas asignadas –dos de ellas fueron divididas-, aseguró.
Siguiendo esta tabla, el parlamento eroga al menos 1.12 millones de dólares en planillas de los partidos políticos. “Es más porque en la práctica lo que hemos visto es que no se respetaron estos techos salariales”, dijo a El Faro un diputado de la junta directiva. Además, ni el ex presidente de la Asamblea, Ciro Cruz Zepeda, ni la junta directiva, obligaron alguna vez a los ex directivos o ex jefes de fracción a reducir sus planillas una vez terminaron su período o fueron relevados.
Tras las declaraciones de Lorenzana y Vaquerano de esta mañana, el tema pareciera estar cerrado dentro de la Asamblea Legislativa, por lo menos de puertas hacia afuera. El miércoles, durante la reunión de la Comisión Política, se pidió al presidente del parlamento, Sigfrido Reyes, dejar el tema en manos de los jefes de grupos parlamentarios.
En la misma cita, se habría solicitado a cada representación partidaria “sincerar” el número de plazas dispuestas, mientras se está a la espera del informe final de la gerencia de Recursos Humanos, y la posibilidad de incorporar al plan de retiro voluntario a los empleados por contrato en los partidos políticos.
Por la tarde, Vaquerano se excusó de dar nuevas declaraciones. “Ya dijimos que tenemos 180 empleados, entre toda la bancada y los empleados asignados a los miembros de la junta directiva. Para nosotros, aunque esperamos el informe final y que se dé una depuración real, el tema está cerrado”, dijo.
El Faro intentó hablar con Sigfrido Reyes, presidente del parlamento, sobre el tema, pero una de sus asistentes explicó que el diputado del FMLN ya había hablado sobre el tema este miércoles y que no daría más declaraciones del mismo.
