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El primer paso de Ciudad Mujer

El BID es optimista sobre la aprobación en mayo de un préstamo de 20 millones de dólares para financiar seis sedes adicionales de Ciudad Mujer. La inaugurada este lunes en Lourdes cuenta con guardería, tiene ya asignado equipo para capacitar a mujeres en diversas ocupaciones y tiene personal destacado por la PNC, Fiscalía e Instituto de Medicina Legal.


Lunes, 28 de marzo de 2011
Rodrigo Baires Quezada

Vanda Pignato, secretaria de Inclusión Social y primera dama de la República, sonríe. Atrás de ella se dibuja el logotipo de Ciudad Mujer, el proyecto insignia para la mujer salvadoreña prometido por Mauricio Funes durante la campaña. “Nosotros nunca pensamos la posibilidad de no llevar a cabo este proyecto”, dice, y sigue sonriendo ante las cámaras.

Este lunes, dos años después de que el proyecto fuera anunciado durante la campaña electoral y tras haber colocado tres primeras piedras con anterioridad, Pignato viajó a Lourdes, Colón, junto al presidente de la República, e inauguró la primera sede de Ciudad Mujer: un ex complejo de capacitación laboral de una fundación privada, comprado en julio del año pasado y habilitado para entrar en funcionamiento a partir de este día con un costo de 3.2 millones de dólares. Según explicó la primera dama, el mobiliario y el equipamiento corrieron a cuenta de una donación del la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

El complejo, constituido por módulos, dista de aquel edificio con forma de platillo volador que se dibujaba en la planta arquitectónica de los anuncios de televisión que se transmitieron en febrero y marzo de 2009. La primera sede de Ciudad Mujer es una construcción en módulos, con letreros blancos y verdes que señalan las diferentes salas de atención, clínicas y oficinas en las que se busca dar atención a 162  mil mujeres de ocho municipios de La Libertad y Sonsonate.

“Estos servicios, definitivamente, impactarán muy ampliamente en la calidad de vida de las mujeres. Son servicios pensados integralmente, y son servicios que, además, podrán ayudar a incrementar nuestro cumplimiento de algunos de los objetivos de desarrollo del milenio”, dijo Pignato en su discurso a los invitados al acto, allá al fondo de las instalaciones, en la grama de la cancha de fútbol de Ciudad Mujer.

El proyecto incluye programas de prevención y atención de la violencia de género; servicios de salud, con énfasis en salud reproductiva; atención en proyectos económicos hacia las mujeres; talleres educativos y asistencia infantil. Son los mismos cinco ejes en los que se movía la propuesta inicial de cuando Mauricio Funes todavía era candidato presidencial. Entonces, como reconocerían a El Faro posteriormente la directora de Ciudad Mujer, Gilda Parducci, y el gerente de la Secretaría de Inclusión Social (SIS), Rafael Urquilla, no se tenía el proyecto definitivo de cómo echarlos a andar todos.

Ahora, según se dice, es diferente. El acceso a préstamos estará auspiciado por la banca pública; los servicios de salud serán brindados por personal del ministerio de Salud Pública; y se ha coordinado en todos los niveles la atención en casos de violencia a la mujer. Cada institución asumirá los costos de los servicios que brinda. Cada proceso de funcionamiento fue revisado por un equipo de la SIS y un equipo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Todo era parte del proceso de validación del proyecto para asegurar un préstamo de 20 millones de dólares para la construcción de seis sedes más de Ciudad Mujer.

Andrew Morrison, jefe de la Unidad de género y diversidad del BID, cree que es posible. Es más, en el acto de inauguración, Morrison dijo que hay buen clima para que el préstamo sea aprobado por la junta en mayo próximo. Entonces, el Estado tendría que aportar 9.2 millones de dólares como contraparte nacional. Pero para eso, aunque está en el papel, falta.

Es cerca de la 1 de la tarde. La secretaria de Inclusión Social está sentada frente a más de una docena de periodistas. Comparte mesa con Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres. Ella también está complacida. Dice que no conoce otro proyecto como Ciudad Mujer en todo el mundo, que es importante abrir espacios de oportunidad para el acceso a la salud, al trabajo y a la educación para las mujeres. “No es posible el desarrollo de un país si se excluye del proceso a quienes representan a más de la mitad de su población”, dice.

Más allá, Bachelet había destacado la integralidad del proyecto, de poder reunir bajo una misma institución todos los servicios que evitarán a las mujeres violentadas el ir de uno a otro lugar, “repitiendo su historia una y mil veces y, por tanto, reviviendo esa terrible tragedia una y mil veces”. Para ella, para evitar ese círculo de revictimización de las mujeres, el que se lograra tener dependencias de la Policía Nacional Civil (PNC), la Fiscalía General de la República (FGR), la Procuraduría General de la República (PGR) y el Instituto de Medicina Legal (IML) es uno de los principales beneficios que la mujer salvadoreña obtendrá de este proyecto.

La presencia y las palabras de la ex presidenta de Chile son un espaldarazo para la inauguración del proyecto que, como acusó la primera dama en su discurso de inauguración, encontró fuerte resistencia de un grupo de opositores y detractores por la tardanza en echarse a andar.

Ahora Pignato mira hacia al frente complacida. “La gente quería que, en tiempo récord, hiciésemos lo que en 20 años no se hizo en este país. Ahora, Ciudad Mujer es un compromiso de gobierno, una política pública y ojalá eso va a perdurar durante  mucho tiempo con los diferentes gobiernos que puedan venir”, dice y se remarca su compromiso que para el cierre del quinquenio presidencial se tendrán las siete sedes prometidas en funcionamiento.

¿Dónde estarán ubicadas? Pignato no quiere decirlo, aun cuando estén detalladas en el dossier de prensa entregado antes del acto: San Salvador-Zona Norte, San Vicente, Usulután, Sonsonate, Santa Ana, donde se construirían edificaciones nuevas; y San Salvador-Zona Sur, donde “se habilitará y remodelará un edificio gubernamental de acuerdo con las necesidades del proyecto”, se lee en los documentos. Lo que sí dice Pignato es que los representantes del BID ya conocen las localizaciones exactas y que cuentan con su visto bueno.

“Basta ser mujer para entrar a Ciudad Mujer”, dice Pignato y explica las bondades del proyecto. De nuevo habla de integralidad, de dar una atención de calidad, con calidez y con respeto a los derechos de la mujer. “El servicio es absolutamente gratuito y aquí las vamos a recibir con mucho amor y cariño”, dice.

¿Y la atención a las mujeres fuera de Ciudad Mujer? De eso no se habla mucho, aunque era una de las críticas que algunos sectores hacían al proyecto, como las feministas: ¿de qué sirve hacer una isla con toda la mejor atención, en todas sus áreas, hacia la mujer si afuera de ella no existe un verdadero respeto a los derechos de la mujer? ¿Ya se tiene políticas unificadas de atención a víctimas de violencia de género en todas las instituciones que intervienen durante y después una denuncia? Ni una palabra. Todo lo que se habla es de las bondades del proyecto dentro de las sedes de Ciudad Mujer.

El objetivo, según dijo Pignato, es ofrecer el mejor servicio dentro de las sedes y con los proyectos móviles que se echarán a andar, “porque no vamos a estar sentadas esperando a que las mujeres vengan (...) Ciudad Mujer va a ir a las comunidades, haciendo un trabajo de cerca con las municipalidades, los movimientos sociales y comunitarios”. 

-Habla de integralidad en los servicios que se brindarán en Ciudad Mujer. ¿Qué pasará con el trato hacia la mujer que se da fuera de ella, por ejemplo, con la victimización que sufre en el sistema judicial una mujer violentada?

-Ciudad Mujer es justamente eso, va a ofrecer un tratamiento integral. Primero, la mujer víctima de violencia tiene una entrada diferenciada, hay que preservar su identidad y, cuando ya entre, pasará inmediatamente para el área de policía ciudadana, después en la Fiscalía, Procuraduría, Medicina Legal y, si es necesario, va a tener la atención médica.

-¿Existen políticas tranversales de atención a la mujer en las diferentes instituciones que integran Ciudad Mujer? Hablo dentro de las instituciones, como en el caso de la Fiscalía, de la PNC...

-... En caso de la Fiscalía no puedo hablar porque yo soy respetuosa de los poderes del gobierno. Lo que le puedo decir es que dentro del gobierno, si no hubiera una conciencia y compromiso con el problema, no estaríamos aquí. Ahora, Fiscalía y Corte Suprema de Justicia, usted tiene que buscar a los titulares. No puedo hablar en nombre de ellos.

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