Para enero pasado, el dirigente pecenista Elizardo González Lovo tuvo la oportunidad de disponer de un puesto de trabajo en la Asamblea Legislativa. Y se lo concedió a su hijo, Elizardo González Reyes. Tres meses más tarde, el legislador pecenista reclama por el despido de su vástago y exige que se le reinstale en el puesto, con el argumento de que es una cuota que le pertenece.
El presidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, anunció el miércoles que había decidido despedir al hijo del secretario de la junta directiva del parlamento, basado en dos razones: una, que González Reyes no llegaba a trabajar, y dos, la relación de primer grado de consanguinidad entre el diputado y el empleado.
Según Reyes, el hijo de González Lovo no se presentó a trabajar entre enero y marzo, y eso le pareció una buena razón para proceder al despido, y así lo promovió ante sus compañeros de junta directiva. Sin embargo, agregó otro argumento. “Me pareció que una anormalidad muy grande es que una persona que fue contratada el primero de enero en un instancia que directamente se le ha asignado al diputado Lovo para que supervise'.
Reyes se refiere a que en la directiva de la Asamblea cada legislador tiene un área de trabajo, y a González Lovo le corresponde supervisar el área de transporte, justo la misma a la que fue asignado González Reyes, porque la plaza que había quedado vacante era de motorista.
Ahora hay una confrontación pública entre Reyes y González Lovo porque este se considera con derecho a disponer de una plaza remunerada en el parlamento a pesar de los dos señalamientos que hace el presidente de la Asamblea, que de paso apuntan a una posible violación a la Ley del Servicio Civil y a la Ley de Ética Gubernamental, que prohíben que un funcionario contrate bajo su área de responsabilidad a parientes cercanos.
'Es una situación anómala y criticable”, dijo Reyes, aludiendo a las ausencia permanente del empleado que fue contratado para el sector de trabajadores de la Asamblea, y no para el grupo de trabajadores al servicio de los partidos, que es como han dividido las contrataciones.
El artículo 6 de la Ley de Ética Gubernamental prohíbe nombrar a parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, para que presten servicios en la entidad que preside o en la que se desempeña un funcionario público. Y el artículo 149 de la Ley de Servicio Civil especifica que son causas de destitución en una institución pública ser cónyuge o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad de los representantes, funcionarios, concejales, directivos, asesores o apoderados estatales.
A pesar del despido que acordó en marzo pasado la junta directiva, el dirigente del PCN -secretario nacional de acción juvenil, cultura y deporte- asegura que el problema no está ligado a un nombre sino a una plaza.
-A nosotros lo que nos interesa es mantener la plaza, el problema no es el nombre -dijo González Lovo a El Faro, vía telefónica, el miércoles.
Cuando se le cuestionó respecto al señalamiento contra su hijo por no presentarse a trabajar, el pecenista se excusó diciendo que estaba en una reunión y dio por terminada la llamada.
Este jueves, en una nueva llamada, explicó que fue él mismo quien decidió contratar a su hijo. Pero no le bastó con darle el trabajo a González Reyes, sino que la plaza vacante que era de motorista la transformó en plaza de jefe de Unidad de Transporte del parlamento.
-¿Y por qué esa plaza se le asignó a su hijo? -le preguntó El Faro.-Porque yo le pedí (a Sigfrido Reyes) que hiciéramos un cambio porque al motorista se le venció el contrato y había que hacer la sustitución del motorista y a mí me tocaba reemplazar al que se fue para que la Unidad de Transporte no estuviera sin esa plaza -respondió.
González Lovo aseguró que la contratación era parte de un acuerdo que él discutió con Sigfrido Reyes y ahora el dirigente pecenista pide se le devuelva lo que considera que le pertenece. En esta petición tiene el respaldo al menos del partido Arena. “Decidimos respaldar a Lovo para que se le respete su plaza porque se dio una equivocación en los contratos y se le incluyó en la planilla de la Asamblea', dijo Roberto d´Aubuisson.
Lo de la asignación de González Reyes a la planilla de la Asamblea y no a la cuota de empleados correspondientes al PCN obedece, según d´Aubuisson, a una confusión. En la Asamblea hay dos tipos de contrataciones: las de los empleados administrativos y las de los empleados que integran el séquito de acompañantes de cada una de las bancadas legislativas. Aunque los diputados han aceptado que hay un exceso de contrataciones bajo esta última modalidad, se han negado a revelar cuántas plazas tiene asignadas cada partido y han sido incapaces de explicar la necesidad de tener hasta más de 20 empleados por cada diputado.
Sin embargo, todos parecen dar por un derecho adquirido repartirse el presupuesto legislativo para contratar a sus seguidores. D´Aubuisson propone, como para conciliar posiciones, que la plaza sea sacada de la planilla de la Asamblea y se le otorgue nuevamente a los empleados pecenistas. 'Aunque si resulta que es el hijo, ahí sí hay un problema”, admitió el arenero.
El despido de González Reyes fue producto del acuerdo de junta directiva No. 3232 y entró en vigencia el 1 de abril, cuando el contrato No. 1428/2001 fue dejado sin efecto. En el acuerdo firmado por la junta, el hijo del dirigente fue despedido junto a seis personas más, entre ellas Maximiliano Iraheta Flores, otro colaborador administrativo de la unidad de transporte, dos colaboradores administrativos del partido Gana, un ordenanza de CD, un colaborador de mantenimiento y una asistente de la unidad técnica. El documento no detalla las razones que generaron las destituciones.
El despido de González Reyes es parte de un proceso que inició cuando en febrero trascendió que la gran mayoría de los más de mil 600 empleados de la Asamblea Legislativa son personas que integran séquitos partidarios. A medida el proceso fue avanzado, las irregularidades en las plazas y en las contrataciones fueron surgiendo. Así se reveló desde el aumento en las planillas de los partidos políticos hasta la cantidad de plazas asignada para cada diputado.
Según Reyes el propósito de todas las medidas que se han aprobado es subsanar las irregularidades en las plazas y las contrataciones. “Cuando yo llegué a la presidencia de la Asamblea Legislativa encontré una serie de anormalidades y yo estoy en el esfuerzo de corregirlas”.
En cuanto la eliminación del contrato del hijo de González Lovo, Reyes aclaró que la iniciativa había sido consecuente con su idea de superar las situaciones irregulares y cuestionables en la administración del órgano legislativo.
