La rebelión de los países árabes tuvo que vencer la resistencia omnímoda de unos gobernantes que con la excusa de que eran elegidos democráticamente se perpetuaron en el poder por décadas y están dispuestos a masacrar a su pueblo con tal de seguir en el gobierno.
En América Latina de un tiempo a esta parte varios presidentes han violentado las constituciones con tal de volver a ser elegidos. Este es un cambio histórico en la legalidad de esta región. Hace unos 20 años no había posibilidad de reelección en muchos países, cierto que muchos de ellos eran gobernados por dictadores que habían llegado al poder por golpes de estados. Pero de un tiempo a esta parte varios presidentes a través de referéndum van permitiendo la reelección indefinida y cuando ésta no es posible se recurre al truco de que su esposa se presente y con ello se cumple la ley: Argentina, Guatemala (previo divorcio que no ha sido permitido de momento), en México el presidente Fox intentó que su esposa fuera candidata pero no lo consiguió.
En esto momentos la reelección está permitida en 14 países y solamente cuatro la prohíben expresamente: Guatemala, Honduras, México y Paraguay.
La legalidad vigente actual de América Latina es muy variada y presenta variaciones importantes. En Venezuela se ha autorizado la reelección indefinida, antes no lo era. En cinco países (Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, y Colombia) la reelección por un mandato más está permitida, pero no de manera indefinida.Uribe violentó la norma y quiso volver a violentarla pero no le dejaron. En Costa Rica, Chile, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay se puede volver a ser candidato después de transcurrido al menos un mandato presidencial de otro presidente.
Ortega en Nicaragua ha conseguido que la Corte Suprema le permita reelegirse sin necesidad de esperar un mandato por ello es candidato a las elecciones del próximo noviembre. En Panamá el actual presidente está interrogándose si es bueno reducir la legislación que hace esperar 10 años a un presidente para volver a presentarse y fijarlo a la mitad.
Todos estos presidentes argumentan que en democracias consolidadas europeas no hay límites de mandatos por lo tanto no es signo de baja calidad democrática la reelección continuada.
Lo que ocurre es que en Europa, de un tiempo a esta parte y dada la crisis actual, el desprestigio de la clase política, la impresionante corrupción de casos en España, Italia, Inglaterra, Francia, Islandia. Grecia, en donde numerosos políticos han sido llevados a tribunales, la opinión pública está demandando en numerosos países que se legisle para todo cargo público que no pueden ser reelectos más que una vez, es decir el periodo que pueden estar en el poder, sea este local, provincial, autonómico o nacional sea de ocho años y posteriormente, después de una legislatura, puedan volver a optar a un cargo de elección.
Quizás convenga reflexionar sobre estos detalles para pensar si el camino emprendido por Iberoamérica traerá una mejor calidad y vida democrática y sería bueno recordar la frase del historiador John Emerich Edward Daikberg Acton: “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”. O lo que comentó el presidente brasileño Lula: 'Cuando un líder político comienza a pensar que es indispensable y que no puede ser sustituido comienza a nacer una pequeña dictadura'.
