ALEXANDRIA, Virginia, EE.UU. (AP) — Un ex agente de las fuerzas especiales salvadoreñas fue sentenciado a 31 años de prisión, después de vender fusiles automáticos y explosivos plásticos a una persona a quien creyó integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Héctor Antonio Martínez Guillén, alias 'El Capitán', se declaró culpable a comienzos de este año, tras ser detenido en una operación de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA). Martínez Guillén vendió las armas a una persona que se hizo pasar por miembro de las FARC, consideradas por el gobierno estadounidense un grupo terrorista.
Los fiscales en la corte federal de distrito en Alexandria habían pedido 45 años de prisión. De la condena, Martínez Guillén deberá cumplir por lo menos 30 años.
En una operación encubierta en la cual participaron agentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos, miembros de la inteligencia del Ministerio de Defensa y de la Policía Nacional Civil, el ex capitán Martínez Guillén fue arrestado y luego acusado en Estados Unidos por tráfico ilegal de armas de fuego y explosivos, narcotráfico y vinculaciones con grupos terroristas.
La operación de captura del militar fue planificada luego de que este le vendiera sin saberlo a un informante de la DEA 20 libras de explosivos, plástico C-4, dos granadas M-67 y una de humo en enero de 2010. El informante recibió una pequeña cantidad de C-4 para comprobar su calidad para luego buscar posibles compradores. Estos fueron los primeros pasos que terminaron con la detención de Martínez Guillén el 18 de noviembre de 2010 en Estados Unidos donde fue capturado mientras transportaba cocaína entre Virginia y Nueva York.
El plan incluyó comprarle armas y explosivos en territorio salvadoreño, filmar y grabar sus intenciones de vender armas de fuego a grupos terroristas y luego arrestarlo en Estados Unidos.
