LA PAZ (AP) — El gobierno de Evo Morales espera terminar el lunes la negociación con líderes de indígenas de la amazonia cuya protesta contra una carretera que atravesaría el territorio selvático que habitan puso en crisis a la administración.
'Los puntos más conflictivos han sido superados. Esperamos avanzar el domingo rápidamente para tener todo listo hasta el lunes', dijo el ministro de Comunicación, Iván Canelas.
Morales anunció el viernes, poco antes de iniciarse las negociaciones, que la ruta no pasará por el corazón del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en el centro del país, principal demanda del millar de manifestantes que caminó 65 días desde la selva hasta La Paz para ser escuchados por el mandatario.
Los aborígenes amazónicos improvisaron carpas o duermen a la intemperie en una plaza de la capital desde el jueves a esperan resultados de los acercamientos con Morales.
El gobierno ofreció trasladarlos a un coliseo cubierto donde hay más espacio y mejores condiciones, dijo Canelas, y el mandatario ofreció jugar fútbol con ellos para bajar tensiones, pero los marchistas anunciaron que mantendrán vigilia frente al palacio presidencial en la Plaza Murillo.
El mandatario de origen aymara, la segunda etnia del país después de la quechua, subestimó la protesta, rehusó reunirse con los líderes, les tildó de turistas y dijo que estaban manejados por la oposición, la embajada estadounidense y organizaciones ambientalistas.
La marcha ganó apoyo en el país. Una multitud se volcó a las calles de La Paz para recibirla al tiempo que la popularidad de Morales se vía afectada.
Pero el cambio de planes para la carretera puede crear dificultades al gobierno con los cocaleros, la principal base política del mandatario. 'Nosotros no vamos a renunciar al proyecto carretero, vamos a defenderlo y nos vamos a movilizar', dijo el sábado la dirigente del sector Leonilda Zurita.
Los cocaleros son vecinos de los indígenas y en el último tiempo han extendido sus cocales a la zona en conflicto.
El conflicto ha puesto en evidencia tensiones en la construcción de un Estado Plurinacional que Morales consagró en la Constitución del 2009 con 36 etnias y visiones contrapuestas entre indígenas de la zona andina (quechuas, aymaras) con pueblos dispersos de tierras bajas (amazónicos y guaraníes).
