El Ágora / Cultura y sociedad

Un Volvo de atmósfera

La semana pasada presentamos uno de los proyectos que se desprendió de la desintegración de Llyclovt: Gho/st. Ahora es el turno del pop atmosférico de Safari Volvo. Aquí calza muy bien el dicho: no hay mal que por bien no venga. 


Jueves, 26 de enero de 2012
Óscar Luna

Tengo la impresión de que Safari Volvo, una banda con cuatro integrantes, es más bien una banda como los ingleses de Spiritualized. Muchos integrantes, una solo voz que toma decisiones. Allá le toca a Jason Pierce, y acá, con los Volvos, le toca a Gabriel Granadino.

Aunque en este grupo dejó la tarea de ser el frontman, y pasó a un 'segundo plano', es obvio que el rumbo de las canciones y composición llevan su sello. En algunas partes, y solo en algunas partes, recuerdan a Llyclovt.

El EP 'Bad Influence' fue el primero de Safari y el último con la alineación que presentaban, porque entiendo, dos han salido. Ahora, en su página de Facebook solo aparecen Granadino y Ponce como miembros.

Es entendible que Karina Aylagas haya salido del grupo, pues pese a que en el EP se escucha muy bien, buenos y consagrados músicos siempre se quejaron de su desafinación cuando tocaban en vivo.

Ya metiéndonos en el producto, Safari Volvo inicia con gloria. 'I am the Swan' es una gran canción que a pesar de tener una base repetitiva, los arreglos crean una atmósfera única, y que lastimosamente Safari Volvo no logra repetir a lo largo de las otras cinco canciones. Podría decir que esta es una perfecta canción para utilizarla en una escena de persecución a lo Drive. Ahh, y claro, muy sexy, la voz de Karina repitiendo la frase: 'Forever fucking young', no suena a lo que significa. Y ellos lo saben.

Bright Apple Divine es una canción más pop con una melodía muy bien hecha, que no empalaga pero es difícil no tararearla. Los sintetizadores son una parte vital de esta canción, también logran crear una atmósfera, pero no tan buena como I am the Swan.

Cocktails and Dreams pretende ser el punto de quiebre en el EP, y de alguna forma lo es, porque es la última que tiene un estándar bastante alto. No es que el resto sea malo, para nada, pero todo lo demás que viene no te sorprende. Ojo, no quiero decir que las primeras tres canciones sean composiciones súper originales, pero no deja de sorprender la creatividad y amor con los que están hechas.

Safari Volvo es un zombie, por el momento. Solo dos integrantes quedan, y aún así, estoy seguro de que encontrarán la forma de hacer de este un proyecto musical exitoso.

Nota: 8.1

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