Son las 11 de la mañana de un martes y los relojes comienzan a acaparar miradas después de dos horas de trabajo en la Comisión de Seguridad Pública de la Asamblea Legislativa. Varios legisladores miran con poco disimulo el reloj de pared y otros echan un vistazo a sus relojes de muñeca o a la hora que indican sus celulares. Entonces uno de ellos se atreve a expresar su desesperación. 'Esta ley ya tiene rato aquí', reconoce, 'y yo no sé si podamos sacar estas treinta y tantas páginas esta mañana... es bastante larga', añade, intentando buscar quiénes lo apoyen para dar por concluida la sesión, mientras arregla sobre la mesa un puñado de hojas de papel. 'Esto se ve bueno para leerlo, pero yo no sé... como tengo días de que no me acerco por acá, ja, ja, ja...' El diputado Rafael Machuca, de Concertación Nacional (el ex PCN) ríe, y varios en la mesa le celebran la gracia. Quien no celebra el chiste es el hombre a la cabecera de la mes, Antonio Almendáriz, también de CN y presidente de la comisión. Espera unos minutos para que la reunión termine este 11 de octubre de 2011, cuando la precampaña electoral está calentando y muchos de los presentes, como Machuca, buscarán la reelección. Entonces lanza una reprimenda con clara dedicatoria a su compañero de partido: 'Ya van a comenzar los discursos ahí en las tarimas, donde dicen: “Nosotros nos preocupamos por la seguridad pública”. Pero que ahorita pase la cámara para ver quiénes no están. ¡Cómo vamos a demostrar que somos responsables en nuestros cargos para que nos vuelvan a reelegir si no es viniendo aquí!', les reprende, harto de las repetidas inasistencias a las reuniones de una comisión que discute cómo frenar las extorsiones vía telefónica. '¡Que sean hechos, no palabras!', es lo último que pide. Luego, estos funcionarios a quienes los contribuyentes les pagan más de 4 mil dólares mensuales en honorarios, se marchan en silencio.
El absentismo ha llegado a tal nivel en la Asamblea Legislativa que esta tuvo que reformar su reglamento interior el miércoles pasado, en un intento de que el descuento de salario que la normativa prescribe como sanción pueda ser realidad. La irresponsabilidad y las inasistencias son tales que, por ejemplo, hay un diputado que solo hasta cuando El Faro lo buscó supo que al inicio de la legislatura, en mayo de 2009, lo habían nombrado relator de una de las 18 comisiones de trabajo, mientras que según los registros oficiales, otro legislador solo acudió a tres de 118 sesiones a las que habría tenido que asistir hasta octubre del año pasado.
El problema es generalizado y lo padecen diputados y diputadas, directivos y no directivos, dirigentes de partido y no dirigentes, miembros de todos los partidos... Asimismo, paralelas a la inasistencia hay prácticas añejas que complementan el panorama: una es que hay quienes firman las listas de asistencia aunque no hayan llegado a la sesión. Esta práctica viene siendo denunciada por los mismos legisladores desde mediados de los años 90. La otra práctica es la de asignar a algunos diputados escasas responsabilidades legislativas, como sucede con algunos que solo tienen la supuesta obligación de acudir a una comisión durante toda la semana.
En estos días, los legisladores como Machuca ya andan subiéndose a tarimas pidiendo el voto. Independientemente de si por culpa de la inasistencia a las sesiones de trabajo se retrasa la emisión de leyes, los diputados ya están en campaña. Aquella mañana de octubre cuando Almendáriz reprendió a sus compañeros, la comisión discutía el proyecto de Ley Especial de Registro y Control de Usuarios de Telefonía Móvil, que se supone que es urgente para un país abatido por las extorsiones vía telefónica. Cuatro meses después de aquella sesión en que Machuca rio después de admitir que se acercaba poco a ese equipo de trabajo, el proyecto de ley aún no mira la luz.
'Es una comisión solo para ir a almorzar, ja, ja, ja...'
Cuando faltan tres meses para que termine la legislatura 2009-2012, hay una comisión legislativa que no ha resuelto ni un solo dictamen en este período. Es tan prescindible esa comisión que incluso sus miembros dudan al responder si pertenecen a ella o no.
-¿Usted está en la Comisión de Modernización? –le pregunto al diputado Vicente Menjívar, de Arena.
–Eeeeh... no sé... –responde, al inicio, titubeando. De inmediato recapacita y matiza su respuesta-: Aaah... es que esa a mí me choca con las cinco comisiones a las que estoy asistiendo... creo que soy vocal.
–¿Ah? Usted es relator de esa comisión -lo corrijo.
–Ah, sí, perdón, soy relator. Pero no estoy asistiendo porque me choca con la Comisión de Medio Ambiente y como preparo todo mi proyecto para esa comisión...
Menjívar parece tener claridad sobre la situación en esa comisión:
-Esa comisión no debería existir –repite al finalizar cada una de sus repuestas.
–¿Por qué? ¿Qué hacen?
–Esa comisión no ha hecho nada, ja, ja, ja… esa comisión más que todo le sirve a la junta directiva para tomar decisiones, para que se compren muebles o que se cambie una zona del edificio o que se pida ayuda para que ciertos técnicos...
Menjívar se esfuerza por esbozar las funciones que en papel debe desarrollar la comisión. Al cabo de unos minutos se da por vencido:
–Es que es una comisión que le sirve a la junta directiva para… ¡Ay, cómo le podría decir!... Es que yo no he participado realmente en esa comisión, no he estado en esa comisión.
En teoría, las responsabilidades de los integrantes de la comisión son altas: “La comisión debe lograr una transformación progresiva, integral, permanente y de largo alcance del Órgano Legislativo”, expone el sitio web de la Asamblea. En la práctica, el trabajo se reduce a la redacción de un documento que señala problemas en las instalaciones y unos cuantos almuerzos costeados por la Asamblea Legislativa para un grupo de diputados asignados a esta comisión.
–¿Y se han reunido?
–No, tal vez una tan sola vez –dice Menjívar–. Es que yo siento que es una comisión solo para ir a almorzar ja, ja, ja...
–¿De verdad? ¿No hay trabajo?
–Cabal, no hay trabajo en realidad, no hay trabajo porque las decisiones las toma junta directiva. Yo he dejado de ir porque no tiene importancia –resume Menjívar-. Pero de vez en cuando sé que se reúnen, oí que se estaban reuniendo seguido, pero solo para ir a almorzar, pero como yo no almuerzo aquí, nunca fui...
El presidente de la comisión, Dolores Alberto Rivas, de Gana, dice estar en desacuerdo con la valoración de Menjívar, pues el trabajo les ha permitido detectar 'muchas necesidades' en la institución, como mobiliario, computadoras y readecuación del edificio donde tienen sus oficinas los diputados.
Sin embargo, cuando se le cuestiona sobre logros concretos de la comisión, menciona un par de cosas ocurridas durante la legislaura 2006-2009, como la implementación del sistema de votación electrónico durante las sesiones plenarias. 'El trabajo que hacemos es valioso porque si no, no tuviéramos estas instalaciones y el sistema de votación', alega.
En cuanto a los almuerzos gratis que menciona Menjívar, dice que no es cierto. 'En lo que va de este período no nos hemos comido ni una pupusa, ni un sándwich porque los fondos se acabaron en la legislatura pasada'.
La Asamblea Legislativa hace su trabajo usual con una sesión plenaria semanal, más sesiones semanales de cada una de las 19 comisiones vigentes: 15 permanentes, tres transitorias y una especial. La de Modernización es una de las transitorias. Las especiales o ad hoc se habilitan para tratar asuntos específicos y desaparecen una vez concluyen su trabajo. Hay equipos de 11, 12 y 13 diputados con voz y voto, y las decisiones se toman con el voto coincidente de siete de ellos, según el artículo 40 del reglamento interior.
El artículo 36 ordena a la directiva de la Asamblea que asigne trabajo en las comisiones de manera proporcional a la representación legislativa por partido. Es decir que los partidos con más escaños, tienen derecho a integrar más comisiones, y viceversa.
El artículo 18 del reglamento establece ocho obligaciones que todo diputado debe cumplir y que con frecuencia los legisladores incumplen. Por ejemplo, asistir puntualmente a las sesiones de trabajo en comisión y a las sesiones plenarias. O informar por escrito al coordinador de grupo parlamentario cuando les sea imposible asistir a las sesiones y solicitar por escrito, a la junta directiva, por medio del jefe de bancada, permisos en caso de ausencias que superen los cinco días consecutivos.
El martes pasado, la comisión de reformas electorales vio frustrada su sesión debido a inasistencias. La presidenta, Norma Guevara, del FMLN, hizo dos denuncias en esa ocasión. La primera hacía alusión a que de 13 miembros de la comisión, solo se habían presentado cinco. Insuficientes para hacer quórum. La segunda denuncia era que a pesar de que solo habían llegado cinco legisladores, la lista de asistencia posteriormente registraba seis firmas. La misma diputada reveló posteriormente que quien no se había presentado pero había firmado era el diputado Francisco Merino, ex vicepresidente de la República y que ahora busca la reelección en la legislatura 2012-2015 por Concertación Nacional.
Los diputados fantasmas, esos que no llegan y logran firmar las listas de asistencias, no son cosa nueva en la Asamblea. Ya a finales de los años 90 había muchos que se quejaban de compañeros a los que nadie había visto y que posteriormente, a la luz de las listas de asistencia, parecían nunca fallar a las sesiones de trabajo.
Al comparar las listas de asistencia y las actas de las sesiones de trabajo de la Comisión de Salud en el período que va desde el inicio de la legislatura en mayo de 2009 hasta abril de 2011, al menos dos diputados no fueron vistos en varias sesiones de la comisión y, sin embargo, terminaron firmando la lista de asistencia. Se trata del diputado de Arena Enrique Valdés y del diputado de Gana Juan Carlos Mendoza, quienes firmaron en tres ocasiones la lista, aunque según el acta de la sesión no se presentaron.
Las actas son elaboradas por el asesor técnico de cada comisión y estas registran la hora de inicio de la reunión, quiénes llegan, quiénes sustituyen a quiénes y los temas que se discuten.
Solo la Asamblea Legislativa sabe cuán común es esta práctica, pues la misma institución, por medio de sus diputados, se ocupa de ocultar información. De múltiples solicitudes de listas de asistencias que este periódico hizo a las comisiones de trabajo, solo cinco proporcionaron los datos. El Faro solicitó, por ejemplo, la información sobre la Comisión de Hacienda, dado que hay muchas denuncias sobre las ausencias repetidas de un legislador a dicho equipo de trabajo. Sin embargo, la presidenta de la comisión, Lorena Peña, del FMLN, se rehusó a autorizar que alguien proporcionara dicha información.
Y si una de las manifestaciones del absentismo legislativo es la tardanza en el trabajo de las comisiones, como se quejaba Almendáriz, otra manifestación del problema es la dificultad para votar proyectos de ley. Como ocurrió con la Ley de Acceso a la Informacióno Pública. Esta había sido discutida durante unos 15 meses en la Comisión de Legislación. Finalmente, a inicios de marzo de 2011, la comisión emitió dictamen favorable para que la normativa fuera votada en el pleno. El día 3 de marzo llegó el turno de la ley, apoyada por los dos partidos mayoritarios de la Asamblea, FMLN y Arena, y con el rechazo de los demás grupos parlamentarios. Los representantes del entonces Partido de Conciliación Nacional (PCN), ahora Concertación Nacional (CN), se opusieron rotundamente a la aprobación del decreto e incluso pidieron que se retirara de la agenda, alegando que desconocían los contenidos del texto.
En la Comisión de Legislación participan dos diputados de Concertación Nacional, Almendáriz y Machuca. Las listas oficiales de asistencia a la comisión muestran que Almendáriz no ha asistido a una de cada tres sesiones (34%), mientras que Machuca ha faltado a casi la mitad de ellas (45%).
Cinco ausentes en busca del voto
El Faro auscultó en los registros legislativos de algunos legisladores que, por sus cargos o trayectoria, son de máxima relevancia para la Asamblea. Además, son personas que están pidiendo el voto para que los ciudadanos les concedan otros tres años de trabajo remunerado con por lo menos 4,025 dólares mensuales. Cinco de ellos parecen confirmar que las inasistencias o la asignación de escasas responsabilidades en el quehacer legislativo son un problema generalizado.
Los registros de asistencia y actas de sesión de comisiones desde mayo de 2009 hasta octubre, noviembre o diciembre de 2011 revelan que cinco legisladores que reúnen una enorme lista de cargos de dirección han atendido algunas de sus obligaciones en la Asamblea más como excepciones que como norma. En el currículo de estos diputados aparecen los siguientes títulos: dos ex presidentes de la Asamblea, tres secretarios generales de partido, una ex secretaria de la junta directiva, un vicepresidente de la Asamblea, un exvicepresidente...
Caso 1. Sandra Salgado. Hermana del alcalde migueleño Wil Salgado, fue secretaria de junta directiva e inició la legislatura como pedecista, pero ahora es parte de Gana. Hasta finales de 2010, Salgado fungió como presidenta de la Comisión de Familia, Niñez y Mujer. Desde el inicio de la legislatura hasta diciembre de 2010, la comisión se había reunido 53 veces y en ese período Salgado había asistido solamente a la mitad de las reuniones. Con una ausencia del 51%, tuvo que ser sustituida en su labor como presidenta 27 veces.
'Ella nunca tuvo una actitud negativa, que conste, y cuando estuvo ahí, colaboró, pero sí se ausentaba bastante, aunque era justificado porque ella iba siempre en misión oficial porque era la Asamblea Legislativa quien la asignaba para asistir a una cantidad de eventos bastante grande', recuerda Carmen Elena Figueroa, diputada de Arena.
Al pasar a Gana, Salgado tuvo que dejar la comisión y asumió Rodolfo Parker, secretario general del PDC (hoy Partido de la Esperanza, Pes) y ex vicepresidente de la Asamblea hasta octubre de 2009. Cuando a Figueroa se le pregunta si con el cambio de persona cambió la situación en la comisión, la diputada ríe: 'Ja, ja, ja, no mucho en realidad, no mucho. Su asistencia tampoco ha sido… Últimamente ha estado llegando más pero en un momento determinado no llegaba o llegaba un ratito o se retiraba antes de finalizar la sesión...'
La efemelenista Emma Julia Fabián ha tomado las riendas de la comisión en vez de los presidentes ausentes en varias ocasiones. 'Sería importante que la comisión la dirigiera alguien comprometido con los temas que aquí se tratan', dice, pero ella sabe que la asignación de presidencias de comisión es una cuota producto del pacto que los partidos hacen en la legislatura.
El absentismo de Salgado parece recurrente en las otras tres comisiones que integra. El Faro consultó las listas de asistencia de las comisiones de Juventud, Turismo y Deportes (mayo de 2009-noviembre de 2011), La Familia, la Mujer y la Niñez (mayo de 2009-diciembre de 2010), y la de Relaciones Exteriores (mayo de 2009-diciembre de 2011). De las 234 reuniones que han tenido estas comisiones, Salgado faltó a dos de cada tres (63.44%), y en un 21.37% de las sesiones hubo una persona asignada para sustituirla oficialmente.
Al cuestionar a Salgado por las faltas que presentan las listas de asistencia, la diputada negó la situación y aseguró que estaba “orgullosa” del trabajo que realizó en la Comisión de la Familia, la Mujer y la Niñez.
Los diputados de la junta directiva de la Asamblea tienen honorarios más altos que los legisladores no directivos. Un secretario gana 4 mil 854.30 dólares al mes, un vicepresidente, 5 mil 225.15 dólares, y el presidente, 5 mil 781.72 dólares. En todo caso, uno no directivo gana 18 veces el salario mínimo de El Salvador.
Estos cinco legisladores que buscan la reelección enfrentarán por primera vez en sus vidas el reto de convencer a los votantes del 11 de marzo que marquen sobre su rostro impreso en la papeleta. Son las nuevas reglas de votación, y aunque el partido de izquierdas FMLN insiste en que quiere quesus seguidores voten por la bandera del partido, también está pidiendo a su militancia que en las 14 circunscripciones nacionales dé la espalda a los candidatos que ocupan las últimas casillas efemelenistas. Es decir, está solicitando que al votar marquen sobre la bandera del partido y sobre la fotografía de los primeros nombres, que son los favoritos de la cúpula. Pero el hecho de que el ciudadano pueda votar por rostros por primera vez hace más importante el cumplimiento de las obligación de asistir a trabajar, porque la gente votará por personas específicas, no por los suplentes.
Uno de quienes busca la reelección y que toda la legislatura tuvo escasa presencia en comisiones o incluso en sesiones plenarias fue Medardo González, secretario general del FMLN. González apenas tiene asignada su participación en una comisión legislativa: la comisión política. En su partido hay quienes lo defienden diciendo que ha tenido problemas de salud que atender o que los asuntos del partido le demandan mucho tiempo. Pero si eso es cierto, si no tiene tiempo para atender los asuntos legislativos -donde ha estado ganando 4 mil 25 dólares al mes-, nadie explica por qué se postuló para otro mandato.
González se rehusó a hablar con El Faro sobre su caso.
Irónicamente los diputados del FMLN, son aquellos que menos ausencias presentan en las listas de asistencia analizadas. En los cuadros consolidados estos dominan el alza en asistencias y en las acta de comisión también. Además, son de los pocos que respetan el proceso de las suplencias, de forma que la participación de sus suplentes en las comisiones, en la mayoría de los casos van acompañadas de voz y voto, dado que se han presentado los requisitos necesarios, entre ellos la carta del coordinador del grupo parlamentario, para que el diputado que sustituye pueda ejercer por completo.
González es el único diputado de los 84 que en su carga de trabajo cuenta con una sola asignación y aun así, su tasa de absentismo en la Comisión Política supera el 70%. El equipo se había reunido 94 veces hasta noviembre pasado.
González había accedido a dar una entrevista, pero después, por medio de un asistente, la canceló. 'Él no está interesado en hablar de este tema. Debería gestionar con otra fuente', explicó el empleado legislativo.
El problema de pereza legislativa afecta a los miembros de una junta directiva de la Asamblea incapaz de sancionar a un solo legislador por ausencias injustificadas. Ciro Cruz Zepeda, quien dirigió la actual legislatura hasta enero de 2010, ahora es primer vicepresidente y quiere otros tres años de trabajo en la Asamblea. Roberto Angulo fue presidente de la Asamblea en los 80 y ha sido jefe de bancada pecenista. Ambos esperan que el 11 de marzo los salvadoreños los apoyen en las urnas cobijados por la bandera de Concertación Nacional.
Zepeda está asignado a la Comisión Política y a la Comisión de Modernización. Esta última, sin mucho trabajo. Y en la primera, Zepeda se ausenta e una de cada dos sesiones (48%). Los registros oficiales muestran que el 10% de lasa sesiones de Comisión Política lo sustituye alguien.
Él asegura que también tiene responsabilidad en la Comisión de Reformas Electorales, pero ahí la norma es que quien representa a CN es Mario Ponce.
El ex presidente de la Asamblea no tiene problema en admitir que ha faltado mucho debido -en los últimos meses- a que, ya en campaña electoral, se ha dedicado a atender actividades partidarias. No obstante, aseguró haber solicitado permiso en la Asamblea. 'Yo normalmente asisto a todas las comisiones pero últimamente he pedido permiso porque he asistido a unos meetings que han coincidido (con las sesiones de comisión) y por eso no me he presentado', dijo a El Faro. 'Estamos viviendo un período electoral y como la única manera de seguir laborando en la Asamblea es a través del trabajo político, entonces el diputado tiene que ir, porque si no, no tiene la oportunidad de reelegirse'.
A Zepeda lo sustituyó en la presidencia Sigfrido Reyes, del FMLN. Este, en unas declaraciones que dio la primera semana de enero pasado, a propósito de las crecientes quejas por inasistencias, parecía tener un mensaje con dedicatoria para su antecesor. 'Yo creo que un diputado que busca reelegirse y se ausenta de las labores parlamentarias para hacer campaña, está haciendo las cosas equivocadamente, porque si va a prometerle a sus votantes que va a hacer una ley o que va a hacer otra ley, él o ella tiene la oportunidad, ahora mismo, siendo diputado, siendo diputada, de impulsar una ley... ¿por qué va a ir a prometer si lo puede hacer ahora?', dijo Reyes.
El diputado Roberto Angulo es miembro de la Comisión Política, la de Modernización y la de Relaciones Exteriores. De los cinco personajes analizados por El Faro, resultó uno de los máximos ausentes. El subcampeón del quinteto, se podría decir. Las actas oficiales de la comisión de Relaciones Exteriores, desde mayo de 2009 hasta diciembre de 2011, evidencian una tasa de absentismo del 85.2%
Aunque todo mundo ha notado la irresponsabilidad de numerosos legisladores que no cumplen su obligación de reunirse a trabajar, ningún infractor ha sido sancionado hasta ahora. Es más, es un acuerdo entre todos que la semana laboral se acorte a tres días. Si antes de campaña electoral la semana duraba de lunes a jueves, una vez que se acercaron los comicios la semana laboral se acortó de lunes a miércoles, con el fin de permitir que los diputados se tomen dos días de trabajo legislativo para buscar el voto.
Este año las ausencias se agudizaron. La primera semana de trabajo estuvo llena de pereza, con cinco de 18 comisiones reuniéndose y con un primer intento fallido de iniciar la sesión plenaria debido a inasistencias. Las semanas siguientes también vieron cómo numerosas sesiones se frustraron. El colmo ocurrió el martes pasado, cuando la sesión de la Comisión Política para intentar poner fin a las inasistencias injustificadas se frustró por inasistencias.
El miércoles, la Asamblea aprobó una reforma al reglamento interior para que el descuento a los faltistas sea inmediato. Uno de los diputados que intervinieron en el debate fue Rodolfo Parker, ex vicepresidente de la directiva, ex secretario general del PDC y hoy secretario general del Pes. Parker busca la reelección y ante las cámaras de televisión que mostraban en vivo el debate, decía vehemente que la enmienda al reglamento era importante, pero quería que se dejara explícito que el descuento de sueldo aplicaría también para los miembros de la directiva que no asistieran sin causa justa a sus reuniones, incluida la sesión plenaria.
Parker sabe de qué habla cuando de inasistencias se trata. Una de las comisiones a las que está asignado es la de Legislación. Los registros oficiales de la Asamblea muestran que Parker es el máximo representante de este quinteto selecto. De las 118 sesiones que la comisión realizó entre mayo de 2009 y octubre de 2011, el dirigente pesista solo estuvo presente en 3. Su tasa de asistencia fue del 2.5%.
Hace más de un mes, cuando se le cuestionó sus ausencias, explicó su visión sobre el trabajo legislativo. Dijo que él no relacionaba la palabra compromiso con su presencia en comisiones o en el pleno. 'Yo asisto a la comisión cuando yo sé que se están tratando temas importantes... además, yo trabajo desde mi oficina'.
Ver documento: Listas de asistencia y actas oficiales de cinco comisiones legislativas.