Opinión /

Tragedia griega


Miércoles, 22 de febrero de 2012
Lus Fernando Valero

Grecia que es la cuna de la democracia, del teatro, de la tragedia, de la filosofía, en una palabra de gran parte de la cultura occidental, está viviendo en sus propias carnes el inmenso drama de verse como un país inviable. La culpa no es solo de ellos, la Unión Europea, UE, también tiene su parte de culpa. 

Daniel Cohn-Bendit, el famoso líder de mayo del 68, hoy eurodiputado de los Verdes europeos, señaló hace poco en el Parlamento Europeo la hipocresía y las falacias que se esconden en el caso griego, sin que ello quiera decir en absoluto, que los griegos no tenga su importante parte de culpa. 

Lo que está aconteciendo con Grecia le puede ocurrir pronto a Portugal, Irlanda, Italia, España. Es un situación económica, moral y psicológicamente insostenible por el pavoroso coste humano que está conllevando.

En Grecia, en estos momentos,  hay una fuerte rebaja de salarios, de  jubilaciones forzosas en el sector público, con una  reducción del gasto público del 6% del PIB, rebaja del salario mínimo a 600 euros al mes. En el 2012 se despedirá a 15.000 trabajadores en el sector público y hasta el 2015 unos 150.000. El paro es del 21% y llegará este año al 26%, mientras disminuye el seguro de desempleo.

En el 2010 la deuda pública era del 145% del PIB; en el 2011, el 161.7%. El Estado de bienestar, especialmente en sanidad, se desmantela y aun así se prevé que la deuda siga siendo del 120% en el 2020.. El PIB bajó un 4,5% en el 2010 y en un 5,5% adicional en el 2011, con un decrecimiento del 2,8% este año, y una previsión de estancamiento en el 2013.

Eso  implica que el Gobierno tiene que seguir viviendo de prestado, pagando tasas de interés por encima del 6%, incrementando el pago de la deuda a niveles insostenibles. 

Como señala Daniel Cohn-Bendit: se le pide un imposible a Grecia, ya que los que le prestan dinero a Grecia, la UE, lo recibe al 1%  del Banco Central Europeo, BCE, y se lo ofrecen a Grecia al 6% para que pague a los bancos alemanes y franceses, que son los grandes acreedores del país heleno; por si fueran pocas sus desgracias, se gasta el dinero en comprar tanques, submarinos a Francia y Alemania, para un ejército que tiene 100.000 soldados en un país de 11 millones de habitantes. ¡Una locura!

 

Para que no se piense que esto solo ocurre en Grecia: en España los funcionarios públicos ya ha visto rebajados su salarios en un 8% globalmente, y ello se ha ido aplicando, primero un 5% luego un 3%, se ha detraído toda convocatoria pública de empleo, en absoluto se reponen las jubilaciones que se producen, y se aumentan las horas de trabajo a los empleados públicos, se recortan derechos sindicales, el desempleo ya está en un 23.5% y los impuestos sobre el  rendimiento sobre el trabajo y otros impuestos llegan ya al 56%, con lo cual el índice de pobreza se ha extendido: hay cerca de 2.000.000 de familias que no trabaja nadie en ellas y según Cáritas española ha aumentado hasta un 10% el índice de pobreza, llegando ya a la clase media.

Esta es la triste realidad de una Europa que día a día ve que el Estado de Bienestar se diluye. Y que ya se observa en el horizonte que de los vientos que hoy sembramos pueden surgir tempestades inimaginables pues se está decidiendo el futuro para muchos años.

No se puede planificar el desarrollo de los países con el método del apalancamiento financiero que es simplemente usar el endeudamiento para financiarse. Es decir, en lugar de realizar una operación con fondos propios, se hace con fondos propios y un crédito. Hay quien dice que la ventaja es que se puede multiplicar la rentabilidad pero tiene el  inconveniente de que si la operación no sale bien se acaba siendo insolvente, que es lo que está ocurriendo.

Por ello la cumbre europea de marzo, ya se dice como un mantra, habrá de dedicarse  más al crecimiento y menos a la austeridad.

El Presidente del conservador  PPE, el francés Joseph Daul, afirma que: 'La confianza es la base de los mercados financieros y de la UE'. Defiende que hay que rebajar los impuestos a las empresas a cambio de que éstas se comprometan a contratar más jóvenes:  'Necesitamos un gobierno económico más fuerte, así como evitar las declaraciones contradictorias'.

Por ahora, quienes están sufriendo de una manera contundente los recortes son las clases medias y bajas, pues ellos son los que sufren los aumentos de impuestos y las rebajas de salarios, pues para las empresas, con aquello de que deben crear empleo, todos son facilidades pero los empleos no llegan, y ya se ha dicho que el 2012 está perdido. La pregunta es ¿Cuánto más podrá aguantar la sociedad europea esta situación?

Daniel Cohn-Bendit ha declarado que la estrategia Europa para el 2020 empieza a parecer un 'cuento de hadas'. Lo que está aconteciendo en algunos países de la UE es insostenible, una austeridad draconiana (conviene recordar que la palabra se deriva de Dracón, aquel legislador ateniense que se distinguió por imponer unas leyes durísimas a sus conciudadanos). Grecia es ya un campo de Agramante en donde en una noche, la pasada semana, se quemaron 46 edificios históricos de un valor incalculable. 

No es posible mantener esa política pues se va de mal en peor. La austeridad que se ha impuesto ha conducido a que su deuda pase del 120 % al 160 % del PIB. El desempleo ha pasado del 8 al 21 % y la caída de la actividad, -7 % este año, no deja opciones a una esperanza de recuperación.

Ahora todos sabemos que Grecia mintió para entrar en la UE, que el famoso banco Lehman and Brothers le ayudó a maquillar sus cuentas, que había miles de muertos en las listas de jubilados, pero sus pensiones se seguían cobrando; que ha estado mal gobernada y había una corrupción clara en demasiados políticos, que la Indisciplina fiscal y un sistema político clientelista habían engordado el sector público a todas luces insostenible, pero la UE miró para otro lado y sus bancos siguieron dando créditos absurdos para comprar cinco submarinos, material de guerra y centenares de tanques.

Actualmente en Grecia, la cuna de la democracia, no hay gobernantes elegidos democráticamente, sino una troika impuesta por los mercados; más de 40 diputados, éstos sí electos, han sido expulsados de los partidos por no obedecer las órdenes de aprobar los planes draconianos impuestos por el mercado y su troika.

La situación plantea: ¿nos salimos del euro y con ello Grecia se convierte en un Estado inviable y ruinoso o nos quedamos en estas condiciones? Hay quien mira a Islandia, que en referéndum decidieron no pagar, meter a sus políticos y banqueros corruptos en la cárcel y han salido adelante, pero debe reconocerse que la disciplina social de los islandeses no es ni con mucho comparable con la disciplina social griega. 

El dilema es dantesco: hay que devolver 15 mil millones de euros de deuda que vencen el próximo 20 de marzo y evitar así la bancarrota del país, el problema es que si se acepta el rescate europeo se puede pagar, pero se sabe que es pan para hoy pero hambre para mañana pues el coste social es tremendo.

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