Alrededor de las 10 de la noche del miércoles 25 de abril la Asamblea Legislativa salvadoreña aprobó un decreto que autorizaba un aumento de 828 dólares para los diputados que presiden comisiones legislativas. Este fue uno de los últimos de una retahíla de decretos que los legisladores aprobaron en las últimas horas antes de que finalice la que se suponía era la última sesión para los que fueron elegidos en enero de 2009. El 1 de mayo toma posesión la nueva Asamblea producto de las elecciones de marzo pasado, cuyo resultado solo renovó el 22% del pleno, pero alteraron la aritmética actual, dejando en desventaja a los partidos que ahora se coaligan para poder promover estas decisiones: FMLN, Gana y CN.
Arena esta vez se opuso retóricamente a los decretos, pero en el momento de votar, sus diputados se abstuvieron, no votaron en contra. En el pasado Arena también sumó votos para decisiones impopulares como la dolarización, el TLC, aumento en edad de jubilación y otros.
A esas altas horas del miércoles se empezó a utilizar el hashtag (etiqueta) #DiputadosCorruptos por los usuarios salvadoreños y en pocos minutos se convirtió en un Trending Topic Global (TT), lo que quiere decir que el mencionado hashtag estaba siendo mencionado en la red con un alto despunte en un período corto. El hashtag fue lanzado por la cuenta de Twitter del portal Medio Lleno.
Antes de este decreto de orden salarial, la Asamblea ya había aprobado decretos controversiales como el del nombramiento de Ástor Escalante como el nuevo Fiscal General de la República, así como el decreto que sacará de la Sala de lo Constitucional al magistrado Belarmino Jaime, a quien también le negaron seguir como presidente del poder judicial. Ambas decisiones no contaban con el visto bueno de numerosas organizaciones ciudadanas, tanques de pensamiento y las más importantes gremiales empresariales del país. Los tuiteros salvadoreños también rechazaron notoriamente estas dos decisiones, pero cuantitativamente lejos de convertir la protesta en un TT. Con el aumento en el salario de 20 diputados, la reacción fue frenética y se notaba airada en los Time Line (TL) de Twitter, y, como ya se explicó, #DiputadosCorruptos se convirtió en TT de forma inmediata.
El ciudadano promedio tiene menos comprensión de cuestiones relacionadas a la legislación y las instituciones judiciales, pero en cuestiones de dinero para salarios de políticos hay comprensión intuitiva inmediata, y el rechazo es casi por instinto social.
El Salvador antes ha logrado TT relacionados con el fútbol, la pasión más obvia en este país, y el 11 de marzo los resultados de las elecciones de San Salvador pusieron al alcalde reelecto Norman Quijano en esta lista. La diferencia entre lo de aquellas veces y lo de la noche del miércoles es que aquella vez se trató de un TT noticioso. Pero al parecer el actuar de los legisladores motivó las multitudinarias manifestaciones de rechazo que registra el algoritmo que usa Twitter para determinar los TT generando un primer TT de carácter político de protesta cuidadana para El Salvador.
El “ruido” provocado generó incluso un comentario de la presentadora de noticias de CNN En Español Glenda Umaña en su programa Actualidad, durante la mañana del jueves 26, en el que pronunció al aire el hashtag en cuestión e hizo mención, sin profundizar, del aumento en el salario de los diputados que coordinarán las 20 comisiones legislativas tendrá a Asamblea entrante a partir del próximo 1 de mayo.
Durante todo el jueves 26 de abril el sitio TrendsMaps en su sección El Salvador reportaba el tema de 'salarios' y 'asamblea' como el más mencionado del día.
El impacto político real de las redes sociales de internet (RSI) es materia de estudio por especialistas en todo el mundo, sin que haya consenso en qué tan efectivo es para generar cambios sociales y políticos en un país. La “primavera árabe” es el ejemplo más contundente de que sí estamos frente a una herramienta social con potencial revolucionario también en las dinámicas políticas del mundo, sin embargo, la radical situación de los países árabes era una circunstancia muy particular por lo que no puede extrapolarse tan fácilmente a otras sociedades.
También se estudia el potencial electoral de las RSI, teniendo como paradigma la campaña presidencial de Barack Obama de 2008. En 2012 el mismo Obama tiene incierto el panorama en su campaña actual de reelección, pese a su ventaja en las RSI.
Cuando se analizan algunos casos latinoamericanos se ve que las RSI no necesariamente predicen los resultados electorales de igual manera que en los Estado Unidos u otros países con altos índices de desarrollo. Esto, por un lado, tiene que ver a la brecha tecnológica que se mantiene en nuestra región, donde el grueso de la población –de los electores– no tiene acceso frecuente a internet. Otro factor que influye es la lógica emocional en las RSI, cuyos usuarios suelen sumarse a causas emotivas porque estas agregan valor a su marca personal –personal branding–, sin que necesariamente sean consecuentes electoralmente con estas causas.
El comunicólogo colombiano Omar Rincón analizaba el fenómeno Antanas Mokus en las última elecciones presidenciales de Colombia en las que Twitter lo daba por seguro ganador, pero la realidad de las urnas lo abofeteó con fuerza. Rincón plantea su hipótesis en el primer párrafo de un ensayo analítico para la revista Nueva Sociedad: “La campaña electoral colombiana para las presidenciales de 2010 duró poco –de febrero a junio– y tuvo un ganador inapelable en las urnas: Juan Manuel Santos, y un triunfador no menos contundente en internet y en la mediática mundial: el excéntrico Antanas Mockus. Sin Mockus, hubiese sido la campaña más aburrida de la historia. Pero con el ex-alcalde de Bogotá en acción hubo emoción, innovación, drama e ilusión. Un gran caso, sin duda, para pensar la relación entre internet y política: mucha red, poca calle; mucho ciberactivismo, pocos votos; mucha vieja política, poca innovación democrática...”. Lapidario.
En México también se dio un fenómeno parecido con el candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrado (AMLO), tanto en las elecciones contra Felipe Calderón como las que se realizarán este año. La organización Unidad Cívica Cuitzeo, evidentemente pro AMLO, se adelanta en el análisis de manera preventiva y titula uno de su videos “Si México fuera Facebook, Twitter o YouTube, AMLO sería presidente”, donde invita a los cibernáutas a bajarse de las RSI y activarse también en la campaña de calle y llevar el mensaje pro AMLO cara a cara a la gente. Las campañas virtuales general expectativas virtuales, lección aprendida.
Contra las redes en el ring
“Yo tengo cuenta en Twitter, en Facebook, a diario respondo docenas de mensajes, recibo solicitudes, recibo protestas, hay otros que insultan, hay otros que usan las redes sociales para difamar, para hacer campañas sucias”, son palabras que dijo Sigfrido Reyes, diputado presidente de la Asamblea Legislativa, cuando El Faro habló con él días después de las elecciones del pasado 11 de marzo.
Cuando dice que a diario responde docenas de mensajes probablemente se toma un momento del día para hacerlo y lo hará de forma privada porque no hay tweet públicos con dichas respuestas. Si para responder estas decenas de mensajes utiliza Direct Messages (DM) es decir, a mensajes directos, solo podría responderle a las 18 cuentas que él sigue: 3 cadenas internacionales de noticias, 2 periódicos locales, 2 periodistas locales, 3 cuentas con banderas del FMLN, al presidente Hugo Chávez, 3 académicos y 4 perfiles aparentemente ciudadanos. El tono impersonal y la estructura genérica de sus tweet sugieren que no es él quien maneja su cuenta, sino alguien de su equipo de comunicación, práctica común entre políticos.
Reyes, que tenía 2,830 seguidores el día 25 de abril del corriente año, enfrenta las redes sociales con una doble desventaja de origen: es un político y preside la institución más desprestigiada ante la opinión pública salvadoreña, según las últimas encuestas de 2011 del Instituto de Opinión Pública de la UCA. El legislador destaca el lado que le afecta de este mecanismo de comunicación: “Les permite a los cobardes hacer campañas de difamación, campañas sucias, hasta se han creado aparatos en el seno de algunos partidos para usar las redes sociales para atacar a los adversarios. Lo cual me parece hacer política baja, en el sentido que no dan la cara ni demuestra quienes son”.
Pocos días antes de las elecciones de marzo y desde la cúpula del otro poder de Estado que ha medido fuerzas en las RSI con la Asamblea Legislativa, Berlamino Jaime, aún en la silla de presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), nos dijo dio una valoración muy positiva de las comunidades virtuales: “Se ve mucho en Twitter y Facebook una cantidad de valoraciones que hace gente que en otra épocas no intervenía en cuestiones relativas a la política y el Estado”.
El presidente de la CSJ no tiene cuenta en Twitter ni en Facebook, solo le hacen un resumen de los resultados. Pese a no ser usuario de RSI manifiesta que prefiere informarse en la web. 'No estoy tan pendiente de las redes sociales, pero veo los periódicos digitales, que son más ágiles, y es mejor que estar con 4 o 5 páginas impresas que en el fondo solo en dos renglones están diciendo algo valioso.'
Jaime, es parte de la Sala de la Constitucional que por varias sentencias en los últimos 3 años se ha visto enfrentada a poderes mediáticos, fácticos y políticos, y ha sido en las RSI donde ha encontrado eco del respaldo ciudadano. Desde este panorama, el magistrado destaca la erosión de poder de otros actores. “Hoy ya los medio (de comunicación social) tradicionales no tiene en su poder todo, hay otras formas de comunicación donde la gente se manifiesta. Hay una especie de control ciudadano del hacer de todo funcionario público”, dice en clara alusión a la prensa local.
Y trae al cuento otro ejemplo, parecido al que hoy nos ocupa. “Cuando los diputados quisieron subirse el salario en 2008 fue una protesta tan generalizada que se tuvieron que echar para atrás, y el otro es el caso de los señores de Consejo Nacional de la Judicatura que se estaban autoproponiendo para candidatos a magistrados en 2009”, y, con cierto deje de orgullo del vencedor, traer otro caso: “Por ejemplo, en el caso del (decreto) 743 la Asamblea Legislativa no salió muy bien evaluada, y esa es la valoración que la gente tiene de esos funcionarios, y eso es bueno que se manifieste”.
No hay forma de medir qué tanto influyeron las RSI en los casos citados por Jaime, pues también hubo reacciones en sectores con peso más contundentes y había elecciones en el futuro inmediato, lo cual es una variable decisiva. Lo cierto es que Twitter y Facebook fueron un gran espaldarazo para la autoestima institucional de los magistrados de esta Sala.
Reyes, representante de los perdedores de aquel entonces, matiza la contundencia de las RSI en los procesos políticos y electorales, y respecto a las últimas elecciones en las que el FMLN perdió varias curules habla de que hay que analizar más profundamente: “Creo que habrá que estudiar a nivel de encuestas en qué medida las redes y los usuarios de las redes pudieron haber incidido, sin duda que hay incidencia, lo que habría que establecer es una medición más de orden cualitativo, pero cualitativamente yo veo que hay participación de los ciudadanos, uno asume que la mayor parte son jóvenes, pero también hay participación de los políticos, de los candidatos, de los partidos”.
Los últimos acontecimientos hicieron creer por un momento que las RSI serían nuevamente el ring entre estos dos poderes del Estado, y aunque hubo presencia del debate al respecto de la salida Jaime de la Sala de lo Constitucional y el nombramiento del nuevo Fuscal General no tuvo, ni por cerca, la contundencia del rechazo al aumento salarial. Tan fuerte fue el grito que el FMLN emitió el mismo jueves 26 un comunicado en el que anuncia que convocará a una plenaria extraordinaria para derogar el decreto que autorizaba esos 828.00 dólares extra para los coordinadores de comisiones. 'Fue un error' dicen en el comunicado y en sus cuentas de Twitter y Facebook. En Twitter se dice ya que el aumento salarial fue una cortina de humo que sabían que llamaría más la atención y que distraería la opinión pública de la alteración institucional de las otras decisiones.
En el caso de los movimientos en la CSJ se sabe que se interpondrán amparos y recursos de inconstitucionalidad ante la misma CSJ para intentar revertir la decisión legislativa de sacar a Belarmino Jaime de la Sala de lo Constitucional. El argumento es que antes de ser nombrado presidente de la CSJ fue nombrado magistrado de esta Sala, y la Constitución indica que la pertenencia a esta Sala en particular es por 9 años, ni un día más, ni un día menos, por lo tanto el hecho de que deje de ser presidente no puede implicar que pueden sacarlo de la Sala. Ante estas razones legales, el argumento del FMLN, en voz de Roberto Lorenzana, diputado y vocero del partido, es simple y nada técnico: “Movemos a Belarmino Jaime porque tenemos más simpatía por el otro”. Los diputados del FMLN, Gana y CN cuentan con el poco conocimiento de las leyes e instituciones que tiene gran parte de ciudadanos para colar mediante la simpleza argumental estas ideas: si la gente no entiende, no se mete a discutir.
Trascendió que en la nueva sesión plenaria convocada los diputados del FMLN, Gana y CN intentarán blindar sus desiciones sobre la CSJ y FGR reformando algunas leyes. Si los recursos de las organizaciones ciudadanas son admitidos por la Sala de lo Constitucional se previene un nuevo enfrentamiento entre estos dos poderes del Estado. Los usuarios de las RSI, acaso la ciudadanía, tienen una gran oportunidad de incidencia y probar si, en efecto, en El Salvador las revoluciones también pueden hacerse desde el teclado o si sigue siendo indispensable bajarse de las pistas de pixeles a las de asfalto.
Con reportes de María Luz Nóchez y Miguel Escalante. Storify de Óscar Luna.
* Élmer L. Menjívar es gerente de innovación creativa de El Faro.
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