1. La crisis fiscal es insostenible.
Las finanzas públicas actuales, o sea los fondos que maneja el estado salvadoreño, sus ingresos y gastos, atraviesan un momento delicado pero no insostenible. Las finanzas públicas tienen ahora un comportamiento muy similar al histórico, aunque con algunos cambios importantes que se resaltan en este artículo. Los gastos del estado tradicionalmente han sido mayores que sus ingresos. Para compensar esto los gobiernos han acudido al endeudamiento, por lo que la deuda se ha ido acumulando. Esa deuda creció hasta el final del 2010 cuando llega al 52.7% del PIB. El déficit fiscal anual (ingresos menos gastos) actual es de 3.5% del PIB.
La historia de nuestras finanzas públicas nos enseñan que el momento actual es crítico pero superable y que podemos lograr unas finanzas públicas balanceadas. El país en la década pasada logró pasar de un déficit fiscal anual de 4.7% en el 2002 a 0.3% en el 2008 y en décadas anteriores balancear sus finanzas publicas sobre todo por los altos ingresos provenientes de los productos básicos que se exportaban (café, algodón, azúcar) y cuyos precios eran muy altos, pero también controlando el gasto social. Actualmente el déficit fiscal anual del país es muy similar al del resto de los países del Istmo Centroamericano y por debajo de casi todos los países de Europa y muy por debajo de Japón y EUA, que más o menos triplican ese déficit anual. La crisis económica mundial afectó a todos.
Por otro lado, la deuda es alta pero no insostenible: fue más alta en el 2002 y bajó sustancialmente (unos 15 puntos porcentuales del PIB). La deuda no es de las más altas ni de las más bajas de Centroamérica y de Latinoamérica y está muy por debajo de la de EUA (por encima del 90%) y de la mayoría de los países de Europa (promedio cerca del 90%).
2. Las finanzas publicas débiles son culpa del gobierno de Funes y el FMLN.
Las finanzas de este gobierno son similares a las de gobiernos anteriores, los gastos de las dos últimas administraciones han superado a los ingresos en un 1 a 4% del PIB, excepto durante el último año del gobierno de Arena (en el cual el déficit fue del 5.1 %). La deuda dio su mayor salto en el último año del gobierno de Saca (subió solo en ese año alrededor de 10%) terminando cerca del 50%. Funes y el FMLN reciben pues unas finanzas públicas no sanas.
Durante este gobierno las finanzas públicas se han visto deterioradas debido a varios factores. El país ha enfrentado siete shocks externos severos en los últimos tres años: la transición política (cuasi parálisis económica, caída de la inversión privada); la crisis financiera mundial (recesión económica en EUA que produce una peor en El Salvador); tres fenómenos ambientales con categoría de emergencias nacionales y la subida de los precios de los productos básicos (especialmente petróleo y alimentos). Dentro de ese escenario el gobierno ha manejado las finanzas públicas bastante bien. La deuda solo ha subido unos 3 puntos porcentuales y a partir del año pasado empezó a descender. El déficit anual entre ingresos y gastos se redujo debido sobre todo a las reformas fiscales. Esto lo logró el gobierno actual aun habiendo subido la inversión social.
3. El Fondo suspendió el acuerdo con El Salvador.
El Fondo Monetario Internacional no ha suspendido el acuerdo con el país. El acuerdo se produjo en el 2009 para servir de garantía en caso de que se diera una crisis en el sistema financiero nacional, principalmente por la transición política; de producirse esa crisis el Fondo aportaría los recursos necesarios hasta por un monto total de $ 700 millones. La crisis no se produjo, el país nunca ha ocupado esos fondos. Ambas partes consideran que esa garantía es ahora muy alta para El Salvador.
También, debido a lo señalado en los párrafos anteriores, el país no ha cumplido con ciertas de las metas detalladas en la última revisión del acuerdo. Esas metas eran lo deseable, la mayoría se cumplieron; otras están en proceso según el gobierno, por lo que deben ajustarse temporalmente.
Por ello, y porque según lo programado ya toca revisar el acuerdo, ambas partes estan revisando nuevamente el mismo. En esa revisión se deben acordar las nuevas metas fiscales como se hace cada periodo, y como puntos especiales esta vez se debe examinar la conveniencia de continuar con un monto tan elevado de la garantía e incluso discutir el periodo para el cual el acuerdo estará vigente; este gobierno no debería dejar atado al futuro gobierno. El acuerdo con el Fondo está en revisión, no suspendido.
4. Mejorar las finanzas es responsabilidad del gobierno.
Ello es parcialmente cierto. El gobierno central puede y debe hacer mucho para mejorar las finanzas, pero hay otros actores claves que tienen también una responsabilidad importante en ello. Los partidos políticos deben ser responsables en su decir y hacer; no pueden prometer cielo y tierra, proponer y aprobar subsidios, programas sociales, etc., sin saber cómo y de donde pagarlos. La empresa privada no puede bloquear el desarrollo económico, oponerse a medidas fiscales y gastos sociales. Deben tener una visión de país. Los sindicatos deben medir sus acciones, especialmente las huelgas, sabiendo que ellas tienen un costo para el país. La Asamblea Legislativa debe ser responsable al aprobar y discutir leyes considerando siempre las implicaciones financieras de las mismas. Reactivar la economía, la cual tiene un importante efecto en las finanzas públicas, es tarea de todos.
5. La solución a las finanzas públicas es regular el gasto.
Otra mentira a medias. Es necesario regular el gasto, dejar de gastar en lo que no es necesario, desde sobresueldos para los diputados hasta subsidios que no son necesarios como lo son el que se les paga a los transportistas y el del gas y energía para las clases medias y altas. El racionalizar el gasto del estado es algo necesario y que hay que hacer de inmediato. Pero no se puede, como en el pasado, reducir el gasto social al mínimo. Nuestra deuda social es muy alta. El no gastar en la lucha contra la pobreza y en los sectores sociales es la razón principal por la que el país está como está.
Pero la solución a las finanzas públicas no solo se da por el lado de los gastos. Todavía se pueden subir más los ingresos. El país tiene ahora una carga fiscal de un 15.6 % del PIB, por debajo del promedio de América Latina y muy por debajo del promedio para los países desarrollados. Somos el único país del continente sin ningún tipo de impuesto predial, tampoco tenemos impuesto a la renta. También se pueden subir los ingresos haciendo más eficiente su recaudación, disminuyendo la evasión. Todas estas medidas: racionalizar los gastos, más impuestos y mayor eficiencia en la recaudación y la administración del fisco, se deben aplicar integralmente.
6. La baja inversión privada afecta negativamente al partido de gobierno.
Algunos empresarios han decidido no invertir en el país creyendo que así dañan la imagen del partido de gobierno y logran, en las próximas elecciones, recobrar su control sobre el aparato de estado. Su no inversión daña muy poco al FMLN. Sí daña al país pues tiene efectos sobre su economía. La crisis de las finanzas públicas es un factor poco significativo en el caudal de votos hacia el FMLN, hay muchos otros factores que tienen mayor repercusión. Aun sin esa inversión el gobierno no ha manejado mal las finanzas públicas, ha subido impuestos a lo que una mayoría de los votantes no se opuso, ha incrementado los programas sociales lo que beneficia a buena parte de la población. La baja economía si es algo que afecta más directamente a la población, pero la causa de ello, como se expuso en párrafos anteriores, no es principalmente del gobierno y gran parte de la población lo sabe. La parte de la recesión económica que se debe a actores locales tiene varias causantes y la población sabe que, ese gran empresariado que no invierte, es uno de ellos.
