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El miércoles 22 de agosto, durante la tercera jornada del 'Foro 2012 de cultura y desarrollo', Magdalena Granadino, secretaria de Cultura de la Presidencia, fue interpelada por sectores artísticos que habían sido convocados a estas jornadas para conocer, consultar y enriquecer el borrador de la Ley Nacional de Cultura y avanzar a la versión final que se presentaría a la Asamblea Legislativa para iniciar su proceso de aprobación. Los artistas pedían precisamente conocer el borrador de la ley, porque lo que habían recibido los asistentes al Foro era un documento titulado 'Proyecto de la Ley Nacional de Cultura. Versión para ser consultada con toda la ciudadanía'. Se trata de un documento de 21 páginas: 12 recogen propuestas a reformas a dos leyes ya existentes (Ley especial de protección al Patrimonio Cultural y Ley del libro), y en otras nueve páginas se listan 19 numerales con enunciados declaratorios y generales. Ley no había, ni en borrador.
El actor y director de teatro René Lovo, acuerpado por el Movimiento de Artistas Independientes (MAI) y representantes del sector de músicos, hizo la solicitud de acceso al verdadero borrador de la ley. Este borrador fue producto de una consultoría realizada por el colombiano Gonzalo Castellanos, especialista en el desarrollo de leyes y políticas culturales que tiene en su haber varias de las leyes de cultura más recientes en Latinoamérica (Colombia, Perú, Bolivia, Honduras, Panamá, República Dominicana). El consultor se había reunido con todos los sectores acompañado de Alejo Campos, director de relaciones internacionales y delegado de la Secretaría para coordinar todo el proceso de la ley.
Campos y Castellanos, en varias ocasiones, habían descrito el proceso y anunciado el documento y la metodología del foro con bastante detalle. Pero contrario a lo anunciado, en las jornadas no se dio a conocer la ley y trascendió que Castellanos había salido repentinamente del país la mañana del segundo día del foro. Dos fuentes cercanas al proceso dijeron a El Faro que la salida del consultor había sido por desavenencias con la secretaria de Cultura por señalamientos generales que los jurídicos de la Secretaría y la Presidencia de la República habían hecho al borrador de la ley, sin puntualizar ni mostrar con claridad la propuesta de cambios al documento.
Granadino desmintió públicamente que Castellanos se hubiera ido en medio de desavenencias, como lo publicó El Diario de Hoy, y aseguró que su salida del país se debió a una situación familiar, pero reconoció que ella no aceptó presentar el resultado que Castellanos le había entregado.
Se supo que el documento realizado por el colombiano tenía 114 páginas, que tenía una estructura bastante elaborada y que su contenido era ambicioso.
Semanas antes del foro, la misma Secretaría, en voz de Alejo Campos, había explicado el proceso de consultas y documentación que sirvieron de insumos a Castellanos y había ponderado positivamente los avances. El 1 de agosto, en una entrevista en Radio Clásica, Campos había descrito el foro (min. 32) detallando que consistía en 'un análisis detallado artículo por artículo de esta ley, de más de 80 artículos” durante tres días con todos los sectores culturales. 'Esta es una ley que nace de la necesidad real del sector cultural', agregó. Sin embargo, después de la petición del MAI y otros artistas durante el foro, Granadino intentó cerrar la discusión. 'Lo que tenemos de él son ideas, sí, puestas sobre un papel, que han sido dadas a nosotros y con las cuales hemos trabajado, los directores nacionales, con su pensamiento, el departamento jurídico de la Secretaría, y el departamento jurídico de la Presidencia de la República, a quien esta secretaría pertenece (sic)', dijo Granadino el miércoles. 'Con eso les digo que no es nada del otro mundo, son ideas que venían realmente puestas como ustedes sí dicen, como si fuese ya una ley que [Castellanos nos dice:] 'yo se las presento a ustedes y esto es lo que hay y ustedes véanla'. Lo cual, en primera instancia, no estuve de acuerdo'.
El lunes pasado, en una entrevista institucional publicada en el sitio web de la Presidencia de la República, Granadino reconocía que lo que se leyó en el foro no era lo que se había anunciado: “Nos sentamos a leer un proyecto, un esquema mejor dicho de trabajo y de ideas, no precisamente la ley, porque nuestro consultor nos entregó una con articulados y números de capítulos, etcétera, etcétera, pero yo consideré que primero, lo que estaba él exponiendo no estaba totalmente de acuerdo con la realidad del país”.
En una entrevista realizada a Castellanos el miércoles 22 vía Skype y correo electrónico, el consultor explicó su trabajo desde Bogotá: 'Yo no establezco nada porque solo elaboro una propuesta. En mi experiencia en todos los países que le he comentado facilito procesos, presento alternativas y propuestas y, por supuesto, es cada país, cada sociedad civil nacional, los sectores artísticos y culturales y los gobiernos respectivos, los que definen el contenido final de cada iniciativa'. Aseguró también que todos los elementos que constituyen su propuesta formaron parte de sus presentaciones y exposiciones públicas y siguen los lineamientos que desde el inicio de la consultoría se propusieron 'para lograr un proyecto de ley de vanguardia, suficiente, notable.' (Ver entrevista aparte).
El proceso que describe Castellanos fue validado por Campos en diversas ocasiones, por ejemplo, en la entrevista en Radio Clásica (a partir del minuto 26), y en junio en una reunión pública en el Centro Cultural de España con la Asociación Salvadoreña de Cine y Televisión, Ascine, realizada en el Centro Cultural de España y transmitida vía streaming.
Programa En Voz Alta de Radio Clásica con Alejo Campos (1/8/12) by AudiosEF
En la radio, Campos fue específico: “Venimos trabajando en la elaboración del proyecto de ley desde febrero. Venimos reuniéndonos con gran cantidad de sectores de la cultura, con los ministerios, con la empresa privada, con la ANEP, con los distintos sectores, con el CNR. Hemos recorrido prácticamente toda la institucionalidad pública y privada del país y los distintos sectores culturales para escuchar qué pretenden, que se vuelque en el proyecto de ley”. También detalló que el borrador contemplaba todos los antecedentes de la ley, “lo último hecho en estos 15 años. La encuesta nacional de cultura, otras mesas de diálogo que se hicieron posteriores fueron aparte de los documentos, insumos de los que se sacó esta ley. Estamos tranquilos que esto no es un borrón y cuenta nueva, sino que se ha escuchado lo que se hizo antes y se ha incorporado”.
La solicitud de acceso al documento que contenía el borrador de la ley no fue atendida durante el foro ni después. Su existencia se hizo ambigua, directores y funcionarios consultados declinaban opinar y quienes lo tenían en su poder se negaron a compartirlo con el argumento de que no querían generar tensiones. El Faro solicitó entrevista con Granadino mediante su gerente de comunicaciones y hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta. También contactamos vía teléfono con Alejo Campos, quien en dos ocasiones dijo que daría la entrevista y que le llamáramos en 20 minutos para fijar hora; sin embargo, no atendió las llamadas posteriores ni correspondió.
Pero el documento sí existe. El Faro obtuvo una copia del mismo que se reproduce a continuación:
La consulta fallida
Lo que debió ser un proceso de consulta ciudadana transparente se convirtió en una rendición de cuentas y reflexión sobre los enunciados declaratorios del documento compartido a los asistentes. No era lo prometido previamente para el evento.
Durante los tres días del foro, el grueso de asistencia estuvo a cargo de los empleados de la Secultura, que llenaron el centro del patio de butacas del Teatro Presidente. A los costados se sentaban antropólogos, arqueólogos, un par de escritores, artistas visuales y músicos que no eran empleados ni estaban contratados por la Secretaría.