2012 fue el año del boom del uso político-partidario de las redes sociales en El Salvador. Pero fue el twitterazo contra Funes durante las protestas contra el decreto 743 en junio de 2011 el que hizo volver la mirada sobre estas herramientas sociales como arengadoras de masas. Ya la Primavera Árabe y el movimiento M15 en España habían demostrado que eran útiles no solo para convocar fiestas y actividades lúdicas, sino también con fines sociales, políticos y revolucionarios. Otro momento clave fue el de este año, con la confrontación entre la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea Legislativa por el desacato de la segunda a las sentencias de la primera, que invalidaba decisiones legislativas.
En ese momento eran los que respaldaban a la Sala los más activos en las redes sociales. El promotor del desacato era el bloque de partidos liderado por el FMLN y que también integraban Gana, CN y Pes. En abril de 2012 estos partidos se vieron sorprendidos por algunas convocatorias realizadas vía Twitter y Facebook –unas más metafóricas que otras– que hicieron llegar a jóvenes de distinta procedencia a protestar en las calles circundantes del palacio legislativo. El FMLN reaccionó ante la convocatoria virtual a su vieja usanza y llevó a su militancia –nada metafórica– a intimidar con el uso de la fuerza física a los neófitos protestantes de calle convocados por redes sociales. Luego de que los militantes del FMLN expulsaran a sus adversarios de los patios legislativos, el mismo Medardo González, secretario general del FMLN, llegó a dar un discurso en el que reconocía la necesidad de entrar en la red para también dar la lucha en ese campo.
El mismo abril hubo otro episodio que esta vez tuvo de protagonistas a la Asamblea Legislativa en pleno, cuando fue aprobado un aumento de sueldo para directivos y presidentes de comisiones. El hashtag #DiputadosCorruptos tuvo gran impacto, incluso internacionalmente, y fue tal el ruido en la nube que bajó al mundo real y la decisión fue revertida por la presión social. Incluso entonces varios personajes de los partidos veían de menos a las redes sociales y sus usuarios.
Fue la campaña de Barack Obama en 2008 la que mostró al mundo político el potencial electoral que tenía Twitter. Esta red social entró al ciberespacio el 21 de marzo de 2006 cuando Jack Dorsey, uno de sus fundadores, puso el primer mensaje a las 2:50 de la tarde salvadoreña: 'just setting up my twttr' ['ajustando mi twttr']. Sin embargo, para las elecciones legislativas y municipales (enero) y presidenciales (marzo) de 2009 ninguno de los partidos mayoritarios tenía cuenta en Twitter. Arena abrió su cuenta el 21 de octubre de 2009 y el Fmln el 12 de mayo de 2010. Las modificaciones al Código Electoral que impuso el voto por caras en las elecciones legislativas del 2012 disparó el nacimiento de las identidades tuiteras de candidatos, funcionarios y analistas.
Con ayuda de una herramienta gratuita en internet hicimos una comparación del desempeño en Twitter de los dos partidos mayoritarios. La gráfica habla por sí sola. Arena con 13 mil 542 seguidores, aventaja en la mayoría de indicadores y se muestra más consistente en la frecuencia y cantidad de mensajes, lo cual provoca más interacción: en 38 meses ha publicado 10 mil 479 mensajes. El FMLN, con 7 meses menos que Arena en Twitter, tiene 9 mil 856 seguidores y ha sido menos consistente. Ha publicado 8 mil 82 tuits. Ambos utilzan la red básicamente para sentar posturas oficiales y para hacer eco de las declaraciones de sus principales representantes, ya sea en alocuciones durante las sesiones legislativas, cuando aparecen en medios de comunicación o en actos partidarios.
Nunca interactuan entre ellos, es decir, no hacen menciones de la cuenta del rival político. Tampoco hay una línea clara que rija la existencia y el comportamiento de sus autoridades en redes sociales, y encontramos todo tipo de casos.
Los gestores de ambas cuentas han reaccionado de manera diversa ante el flujo de mensajes. Ambas han bloqueado y desbloqueado a usuarios incómodos tratando de mermar la carga negativa de los mensajes en los que son mencionados. También tienen cuentas satétiles de sectores o divisiones institucionales. Las estrategias de cada uno han ido consolidándose en la medida en que van comprendiendo este nuevo canal de comunicación directa y horizontal.
Vea aquí el gráfico original en línea.
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