Qué impresión tiene de la calidad del agua en El Salvador, imagino que todos los días pasa bajo el agua.
¿De las aguas que buceo?
Sí, y de los ríos, porque todos los ríos van a dar a los lagos o al mar.
Eh, por ejemplo, Los Cóbanos solo se puede bucear cinco o seis meses de todo el año. No es que el agua del mar sea sucia, pero lo que usted mencionó el agua de nuestros ríos, con la lavandería y todo eso la ensucian y esa es la misma agua que llegan a dar a los lagos y entonces se hace de un color café y ya no se puede bucear durante el invierno. Eso es muy cierto. La experiencia que muchas personas han tenido cuando han buceado fuera y en El Salvador, yo siempre les digo: cuando vamos a ir a Los Cóbanos, uno no puede ir pensando que está en el Caribe y que va a tener visibilidad de cien metros y más.Y el agua color así turquesa no, es mentira. De que hemos tenido esos días en algunas ocasiones raras sí, pero cuál es la diferencia de bucear en Los Cóbanos y bucear en Honduras o en Egipto. En Egipto, la visibilidad bajo el agua era mejor que afuera, los arrecifes preciosos, lo más bello que pueda imaginar con cinco diferentes colores en cada planta, algo increíble, pero no hay vida y cuando se encuentra vida son peces pequeñitos. Lo que digo a los clientes es: van a tener menos visibilidad a cambio de más peces, de más variedad y más grandes, y para esta época también muchas tortugas, las ballenas, y muchos peces grandes. Nosotros descubrimos el barco General Arce.
¿Hace cuánto lo descubrió?
Lo descubrimos hace como ocho meses o algo así. Pero ese no está documentado. Este barco, cuando lo encontramos fue con un poco de ayuda, conociendo a las personas correctas, era un barco que estaba en Los Cóbanos. Hay muchas versiones, es un poco difícil decir cuál es la correcta y cuál no es. Nos vamos a guiar en la que está en la página Wikipedia, hubo un canal local que nos entrevistó cuando lo encontramos, ellos hicieron una investigación que dio bastante con la de nosotros, pero otra parte del país dice que no fue así.
Un momento: ¿quiénes son los que no están de acuerdo?
Este barco le perteneció a Estados Unidos, se llamaba Madrona. Fue construido en 1943 para la Segunda Guerra Mundial. La embajada estadounidense dice que fue vendido a El Salvador y en la página de Wikipedia está que fue vendido por 949 mil dólares al gobierno, en el 2001. Este barco requería, según lo que se recogió en la información con la Fuerza Naval, casi 6 mil galones de diesel mensualmente solo para mantener los motores encendidos, tan viejo que no era ni servible. ¿Qué estaba haciendo el gobierno con un barco así? ¿Para qué? No lo necesitaba, pero a la misma vez fue un barco que nadie se dio cuenta que el gobierno lo adquirió, nadie sabe que El Salvador tuvo un barco del tamaño de una cancha de fútbol y que estaba anclado en el muelle del puerto de Acajutla.
¿Y no hacía viajes ni nada?
Nada, si no tenían ni el dinero para sacarlo. Entonces, este barco lo terminaron hundiendo.
¿La Fuerza Naval dijo: lo vamos a hundir aquí para los arrecifes de coral?
Supuestamente. Lo hundieron porque ya estaba obsoleto. Los Cóbanos, los primeros 3 kilómetros están protegidos dentro de lo que es arrecife, el barco se lo llevaron casi a 7 kilómetros adentro y lo hundieron en pleno lodo, sin nada alrededor. Cuando lo hundieron, asumieron que el barco, como las aguas del Pacífico ahí no son profundas, se iba a ir recto. Cuando lo hundieron marcaron el punto y cuando lo fueron a buscar de regreso no lo encontraron, entonces, las únicas coordenadas que quedaron en el gobierno fueron las coordenadas donde creyeron que se había hundido. Pasan los años y es un barco que como nadie sabía que existía, nadie sabía que lo habían hundido, ni mucho menos alguien lo iba a estar buscando. A nosotros nos llegó como un rumor. Pero nos dieron las coordenadas y no eran las correctas. Lo hundieron en el lodo y a una profundidad de 45 y pico de metros.
¿Y esa información cómo le llegó a usted?
Un amigo. Un gran amigo de nosotros que se llama Rodolfo González.
¿El magistrado de la Corte Suprema de Justicia?
No, no, no, no es el magistrado. Él conocía a alguien en la Naval que le dieron las coordenadas, pero habían personas que estaban buscando en la zona porque de repente, de la nada, un pedacito de la mar se había hecho para la pesca perfecta y nadie sabía a qué se debía.
¿Por qué el barco no estaba en las coordenadas donde supuestamente lo hundieron?
Ellos creyeron que por el volumen y todo esto que se iba a ir recto, pero con las corrientes y el volumen se fue moviendo. Ahora para poder encontrar ese barco con las coordenadas viejas lo que uno no sabe es en qué dirección se fue moviendo y cuánto, sí se movió para el norte y para el este.
¿Cuánto tiempo se tardaron?
Casi como dos semanas, buscándolo, buscándolo…
¿A qué distancia estaba de las coordenadas que consiguieron?
Ni cerca. Había casi como un kilómetro de diferencia. No entendemos por qué, pero la naturaleza es algo difícil que nosotros podemos venir a cuestionarla, ella hace lo que quiere, verdad, pero el barco lo que sí, teníamos los tanques, la profundidad máxima de esa zona es como de 55 metros, algunos momentos nos desesperábamos tanto que agarrábamos la ancla, la tirábamos y decíamos bueno, como sabemos que aquí solo hay lodo, vamos a ir solo con la lancha y con el sonar y cuando la ancla agarre algo, significa que agarramos… ya en un punto de desesperación.
Mire, pero un arqueólogo se moriría si usted le dice que esa es la técnica que ocuparon.
Ja, ja, ja… el sonar más el ancla, es que no hay… ¿Hay una forma correcta? Sí, pero, hacer una mezcla de cosas, lo único que lo de la ancla fue mala idea porque las veces que sí anclamos, decíamos: esto tiene que ser. Nos poníamos el equipo, bajábamos, oscuridad total porque solo es lodo y ya cuando teníamos el ancla: lodo. Y un lodo que con solo respirar se levantaba, ya no nos podíamos ni ver nosotros mismos, no funcionó. Pero hoy casi nos sentimos mal de haberlo encontrado.
¿Por qué?
Lo que consideramos el mayor logro de nuestras vidas se convirtió en una masacre para los peces que vivían en el barco. Esto fue tal vez lo más triste porque yo me sentí culpable. ¿A qué me refiero? En todos los videos del Arce, hay meros que eran casi de mi tamaño, lindísimos. Cuando los encontramos llegaron hasta una persona que trabaja para un diputado en la Asamblea.
Aquí puede decir el nombre, no hay problema.
Podemos decirlo, verdad. Ya voy a llamar a mi esposa para que me diga el nombre. Yo lo mantuve sentado porque no lo quería atender por casi una hora y una hora me esperó y lo que él quería eran las coordenadas, ya te voy a dar todos los nombres porque ahí lo tengo. ¿Quieres que le llame ahorita y le pregunte a mi esposa? (Sameer llama a su esposa, pero ella no recuerda el nombre. “Recordate y llamame”, le pide, pero después de casi dos horas de plática no le correspondió la llamada). La cosa es que el Arce fue el mejor hallazgo y la herramienta más fuerte que teníamos para poder promover el buceo local. Nosotros habíamos sacado una publicidad que decíamos: haz buceo en tu país. Que no es necesario ir a ninguna parte porque tenemos cosas bellas, pero tenemos que tomar el tiempo: uno, de buscarlas y dos, de poder promoverlas, pero si hay promoción tenemos que protegerlas. Hoy ya mataron todos los meros, ya no viven los meros ahí. Eran un promedio de siete meros, muy, muy grandes y todos están muertos.
¿Y cómo los mataron?
Aunque están protegidos, los arponearon. Nosotros hasta tenemos fotos de las personas con los meros matándolos y todo esto, lógicamente aquí es muy delicado poner algo así, verdad, pero en un momento, cuando nos dimos cuenta que los estaban matando, pedíamos de que por favor pararan la matanza de los meros, que si querían matar algo -aunque no debería permitirse arponear con un tanque- que mataran un pargo, un boca colorada, cualquier cosa de estas, pero no los meros. El mero, si ustedes tuvieran un encuentro con ellos, es el tipo de pez que cuando uno llega, él se acerca a uno y usted puede estar a una distancia de dos, tres pies, entre el mero y el humano, completamente cerca. Es fácil matarlos. Solamente agarraban el arpón y en la cabeza, shuhhh… el mero llegaba prácticamente, y hay videos en youtube, prácticamente a darle la bienvenida a uno, como decir, bienvenidos a nuestra casa, por favor no nos maten. Mataron todos y el barco se ha convertido en un punto de masacre, están matando todo lo que vive en ese barco.
¿Quiénes?
Pescadores, hay otra escuela que las fotos son los hijos de los dueños de una escuela, que los tiene fuera del agua con el arpón, con una gran sonrisa.
¿Y cómo llegaron ahí?
Era muy fácil después de ver que de nuestra escuela llegábamos a bucear ahí. Hoy en día solo se pasa a la par de la lancha de nosotros y ¡pum!, en 30 segundos ya tenés las coordenadas y van a explorar para ver qué hay. Ahora ya todos lo promueven, y eso en realidad es positivo, creo que todos tenemos derecho a bucear el Arce, pero también tiene que haber un respeto hacia la población, hacia los habitantes que hay ahí, como cultura y para poder promover algo propio tiene que haber protección.
¿Y qué hace el Ministerio del Ambiente?
No hace nada. Apenas tienen recursos para sacar una lancha, esta es una cuestión de cultura y como tampoco hay una multa... en el caso de las tortugas, la gente tiene miedo de ir a la cárcel, tiene miedo a la multa.
Pero usted dijo que hay gente de otra escuela de buceo haciendo eso.
Eso sí es lo grave. Y como él mencionó, hay una que tiene esa reputación, pero todavía se puede rescatar. Para que un mero llegue a ser de mi tamaño es porque sobrevivió a todas las fuerzas de la naturaleza, a otros peces, no fue que creció en seis meses a ese tamaño, pasó muchos años, eso quiere decir que sí podemos tener más meros, sí podemos volver a habitar con bastantes peces ese barco, protegiéndolo. Hemos encontrado otro barco, a este no le hemos hecho publicidad, ni tampoco hemos hablado sobre él porque tenemos miedo de que también lleguen a limpiarlo, a hacer lo mismo. Es un barco pesquero que agarró fuego y se hundió en Los Cóbanos.
¿Qué tiene de especial?
Que es un arrecife en el que habitan peces, no está tan completo como el Arce, pero con solo el hecho de verlo es algo precioso.
¿Cuál sería el hallazgo perfecto, el hallazgo de su vida como buzo?
Hay uno que hemos estado buscando, pero hemos tenido muy poca colaboración de la Fuerza Aérea, porque también quiere encontrarlo, pero no quiere que alguien más lo encuentre. En 1969 o 1970 acuatizó un avión C47 de emergencia en el lago de Ilopango, no tengo la historia 100% confirmada, pero sí tengo la historia confirmada de que el avión acuatizó y se hundió. Hay varios coroneles de la Fuerza Aérea que me han preguntado si podemos acceder a él y hay muchas personas que también quieren ese avión. Empezamos a investigar por qué: en los 60 existía la cooperativa militar que era suministrada por muchos productos de contrabando que venían de Panamá.
¿De contrabando?
Eso es lo que se dice. El avión, supuestamente, está con mucho whisky, todo el interior del avión. Lo podemos ver como un rumor, pero no hemos obtenido las coordenadas exactas, ya llevamos casi como dos meses, hemos comprado un sonar, un equipo profesional para medir hasta 1,500 pies de profundidad y muy sensible y todo. Hemos pasado para arriba, para abajo, en zonas, buscando el avión, creemos que si el avión está, tendría que estar cubierto con mucho lodo. Eso es algo que de verdad queremos encontrar.
¿Por el whisky o por lo que supone el hallazgo?
Uno, porque creo que el reto es encontrarlo. Dos, porque sabemos que podemos acceder a él. Si el avión está a 150, a 200 metros, podemos acceder a él. Aunque dicen que la curiosidad es la que mató al gato, pero sí queremos ver qué hay adentro. El tiempo que uno se puede quedar en esa profundidad es un enemigo.
¿Cuánto tiempo es?
Para ser exactos, en el buceo que hicimos de 101 metros nos quedamos cuatro minutos, pero el buceo tardó -esta es la parte interesante- 84 minutos, el resto de tiempo es las paradas de descompresión. Cada minuto son como 15 minutos de descompresión, se puede prolongar un buceo a esa profundidad a 10, 15 minutos, sí claro, pero ya estamos hablando de un buceo extremo. Para tener una idea, la persona que llegó a los 340 metros estuvo dos minutos, pero estuvo bajo el agua nueve horas, a diferentes niveles haciendo las paradas de descompresión.
¿Quién tiene el récord de inmersión?
Estuve en la escuela, estudiando y lo conocí también, con Pascal Bernabe, es un francés y gracias a Dios tuve la oportunidad de aprender algunas técnicas de él también porque él estaba ensayando para hacer otro reto que él tiene en la misma escuela donde estuve en Egipto.
¿Qué es lo más peligroso del buceo en profundidad?
Agarrar el tanque con mayor porcentaje de oxígeno a demasiada profundidad. Lo primordial que uno aprender es hacer las mezclas porque con el gas equivocado es muerte segura. Cuando hice mi primer mezcla, aunque yo fui muy bien entrenado, me dijeron tú ahora vas a bajar a X profundidad, aquí están todas las cosas, hace tu propia mezcla, y uno dice: híjole, ¿confío en mí mismo lo suficiente y no voy a ir a respirar de esto? Que no me equivoque con el porcentaje de oxígeno... esta es la parte más delicada y luego el posicionamiento de todos los tanques que uno lleva para poder bajar.
Estos descubrimientos obviamente son para la arqueología subacuática, unos menos que otros, ¿qué propondría usted para proteger estos descubrimientos?
Lo primero es de que el contenido que hay el gobierno tiene que declararlo propio y protegido, lo que significa que el contenido que esté se mantenga ahí, de que no haya un saqueo porque si poco a poco van sacando las piezas, eventualmente ya no va a haber nada. Lo segundo es que, aparte de protegerlo, cuando se haga este tipo de buceo como por ejemplo en Honduras que hay una regla que es multada fuertemente, que es cero guantes. Uno tiene prohibido en Honduras usar guantes mientras bucea. Hay personas que tienen guantes hasta como de tres milímetros y como uno tiene el guante, uno siente la seguridad de que puede tocar lo que uno quiera y agarrar lo que uno quiera porque se siente protegido, pero si uno no tiene el guante, uno no toca nada porque sabe que con solo tocar algo, el arrecife puede cortarlo o puede lastimarse la mano, el mismo temor de lastimarse y de poder agarrar un pez que uno ha arponeado y todo eso se le dificulta, entonces, aquí también deberían de prohibir los guantes, en todos los buceos debería ser prohibido. Tendríamos que ser nosotros los que empecemos a educar a las personas y aparte de esto tiene que haber una publicidad de parte del gobierno, donde todas las escuelas podamos trabajar juntas, no solamente para brindar información sobre el hallazgo sino también tener una seguridad de que el gobierno tampoco va a mandar gente a tratar de ver.
Eso quería preguntar: cuando anunció el descubrimiento del Arce, ¿le llamó la Fuerza Armada y le dijo deje eso que es nuestro?
Cómo no, llegaron muchas personas y llamadas anónimas que querían las coordenadas, hubo una persona que hasta nos llegó a decir: usted está buceando una propiedad del gobierno y eso está prohibido porque el barco le pertenece al gobierno y exigimos las coordenadas. Yo les dije: ¿Cómo va a ser de ustedes? Si no saben dónde está, cuando lo encuentren, entonces declárenlo propiedad de ustedes. Creo que me hice muy egoísta por querer protegerlo.
¿Por qué mejor no buscar al gobierno y decirles necesito ayuda? Aquí es raro quien hace arqueología, pero es más raro quien hace arqueología subacuática.
Si yo tuviera acceso y la seguridad de que sí va a quedar protegido y que no se va a convertir para X grupo de personas y el gobierno estuviera en disposición de decir: ok, sentémonos y hagamos algo para proteger esto, que otras cosas usted tiene, yo con mucho gusto les diría: miren, aquí está el Arce, aquí está el otro barco, en el lago aquí está esto, se pudiera.
¿Y en estos descubrimientos también ha habido saqueo de los barcos?
Les robaron el cobre. Sí, y los mismos vendedores dicen que por cien libras de acero les dan 104 dólares, o algo así. El saqueo todavía se puede evitar en este barco aunque la única cosa que hizo buena la persona que lo hundió fue que les hizo muy difícil el acceso a alguien que la quiera saquear porque está profundo, la torre empieza a 34 metros. No pueden acceder y las personas que pueden llegar con el equipo tradicional a la parte de en medio del barco que está como a 42 metros, siguiendo los reglamentos y tratando de evitar cualquier problema de salud, lo máximo que uno tiene son nueve minutos, es lo máximo que uno se puede quedar con buceo tradicional y es la profundidad máxima que se recomienda dentro del buceo recreativo. Si hubiera quedado a 15, a 18 metros como quedó el barco Douglas, el Douglas lo saquearon, el Douglas ya no tiene nada, solo la torre quedó.
¿Y todo eso qué se hace?
Lo venden como chatarra. Probablemente habrá muchas personas que saben que el cobre tiene valor, pero no saben cuánto es el valor y cuando lo llegan a vender con cualquier cantidad que le den es suficiente.
¿Qué le depara al barco Arce?
El próximo paso: la población de peces puede reproducirse, lo que hay que hacer es que alguna institución, pero fuerte, disponga algún reglamento sobre el buceo de este barco. Nosotros tratamos de respetar el barco, no llevar grupos muy grandes, de todas formas porque es un buceo muy técnico, no es que uno va a ir con 15 personas. Tiene que haber un reglamento, pero esta es la parte más difícil: a los pescadores se les ha prohibido usar redes, no se pueden imaginar cuántas redes hay en ese barco hoy en día, la red no debería estar permitida en Los Cóbanos y siempre hay personas que usan redes, siempre hay personas que llegan a arponear, que consiguen el aire. ¿Cómo se controla todo esto? ¿Se convertiría en una prioridad para el gobierno proteger esto? Esa es la pregunta de un millón.
¿Qué potencial ve en El Salvador?
Un porcentaje alto de turistas que ya están en El Salvador cuando uno los lleva cambian la imagen. En el caso del Lago de Ilopango, por ejemplo, aunque es un lago, cuando uno le dice al turista vamos a ir a bucear a un cráter activo que se convirtió en un lago que se llama Ilopango, eso ya es atractivo. Ah mire, aquí están las fumarolas, aquí está esto , aquí está lo otro… hizo erupción tres veces más y dejó formaciones volcánicas. Somos de los pocos países en el mundo que tenemos un cráter que nosotros podemos bucear, hay países que tienen esto, claro, pero con temperaturas frías, como Guatemala. Cuando uno dice vamos a ir a Los Cóbanos o al arrecife de Los Cobanos, eso se oye muy genérico, ya que Los Cóbanos es un acuario y lo es, es de los pocos lugares donde yo he buceado, donde he visto una variedad amplia de peces y grandes. En Egipto, en Honduras, en Malasia, en Tailandia no se ven muchos peces y los que se ven son pequeños y una sola especie.
Pero tampoco podemos negar que el lago está contaminado. Hay estudios que…
Hay que definir qué es contaminado, hasta busqué las propiedades en el internet, y he tenido europeos que se han bañado en el lago felices y hasta han querido llevar de esas aguas de regreso a sus hoteles. ¡Esto es cierto! No soy científico ni nada de esto, pero en mi teoría: todo volcán tiene azufre, ya sea un porcentaje grande o pequeño, y el lago de Ilopango es uno de ellos que tiene azufre. Hay diferentes clases de azufre, hay uno que mata todos los peces, hay otro que no, pero de forma así general, todos los azufres tienen las mismas propiedades y un día dije: tiene que haber algo más para vender el lago de Ilopango hasta con los salvadoreños. Me dicen: mire que esa agua, que no se qué… no mire, el azufre, permítame enseñarme las propiedades del azufre: rejuvenece la piel, lo hace a uno más joven, no sé qué, hay una lista larga si usted pone propiedades del azufre en internet. Las mujeres: púchica, entonces, ahí nos vamos ir a meter, yo les digo está rejuveneciéndose mientras bucea… hey, yo no le recomiendo que se vaya a tomar el agua tampoco.
¿Cuál ha sido la experiencia más aterradora que ha tenido bajo el agua?
La peor experiencia que he tenido o la experiencia más incómoda puede ser durante los cursos, hay muchas personas que cuando inician el curso, en la primera inmersión uno va pendiente, lleva grupo pequeño, y aunque suene como divertido estar buceando, mi trabajo no es 100% diversión porque uno está pendiente de la vida de una persona. Uno nunca sabe qué tipo de reacción va a tener en el primer buceo la otra persona, si va a entrar en pánico, si va tratar de retirar el regulador y sacárselo de la boca, y por este tipo de situaciones uno está bien alerta y uno está preparado de cómo manejar cada una de las circunstancias porque cualquier cosa puede pasar bajo el agua.
